■ Rivera Carrera critica postura de comodidad de la sociedad actual

Excomunión ipso facto a quien aborte, lanza arzobispo de León

■ Serrano asegura que 170 empleados de hospitales del GDF son de Provida

José Antonio Román y Carlos García (Reportero y corresponsal)

El cardenal Norberto Rivera Carrera criticó severamente que en el nombre del Estado laico, algunos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) llegaron al absurdo de sentenciar que el Estado no puede defender el derecho a la vida, porque éste sencillamente no existe como tal. “Por eso estamos como estamos, aunque hagamos marchas y aunque denunciemos”, dijo ligando la despenalización del aborto en el Distrito Federal con el clima de violencia, inseguridad pública y asesinatos que azota al país, que ha generado diversas manifestaciones públicas de rechazo.

“Queremos corregirle la plana a Dios, al mismo Jesús; quisiéramos que el matrimonio fuera de otro modo o que sencillamente no existiera, o que la procreación siguiera otras leyes, o más aún, que se legisle la ley de la selva y no de la fraternidad; que el perdón y la reconciliación sean desterrados y su lugar lo ocupe el desquite, la revancha, el odio y el asesinato de seres inocentes”, dijo.

En su misa dominical en la Catedral Metropolitana, el prelado lamentó la actitud egoísta de quienes son incapaces de renunciar a su ideología económica, a los principios de partido y a sus conquistas de sector, además de criticar a la sociedad actual que asume una postura de comodidad, “atrincherada en su egoísmo”.

Ante cientos de feligreses, Rivera leyó varias afirmaciones hechas por los ministros de la Corte en las que aseguran que el derecho a la vida no existe como tal, ni en la Constitución ni en la legislación internacional, las cuales fueron calificadas de “aberración jurídica” por el Arzobispado de México,

En tanto, muy cerca de la Catedral, frente a las instalaciones de la Suprema Corte se manifestó una decena de integrantes del grupo Provida, quienes oraron por los ministros que declararon constitucional la despenalización del aborto en el Distrito Federal.

Ahí colocaron mantas que tenían imágenes de niños muertos; fotografías de los tres ministros que votaron a favor de la inconstitucionalidad de la legislación con la leyenda “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, que ellos serán saciados” y de los ocho que votaron a favor de la ley, con el texto: “Perdónalos porque no saben lo que hacen”.

El líder de Provida, Jorge Serrano Limón, aseguró que alrededor de 170 trabajadores de hospitales del gobierno del Distrito Federal, en los cuales se practican abortos legales, forman parte del movimiento de Provida y dijo que dos trabajadoras –de las cuales no dio los nombres– fueron despedidas por rehusarse a participar en la práctica de interrupción de embarazos.

En tanto, el ex presidente del Episcopado Mexicano y arzobispo de León, José Guadalupe Martín Rábago, advirtió que todas las mujeres que aborten y las personas que colaboren en esa práctica quedarán excomulgadas de la Iglesia católica, aun cuando la Corte establezca su constitucionalidad. La excomunión se aplicará ipso facto, advirtió.

Aclaró que “la pena de la excomunión se impone, desde el año de 1917, para las personas que consciente, libre y voluntariamente abortan, y para las que colaboran en ese acto”.

Explicó que en el derecho canónico hay dos clases de excomuniones: la que se impone a un persona mediante un juicio, en el que se le dice que como resultado de esa acción “tú estas excomulgado”. Y la excomunión late sententiae, esto es, que no necesita de una sentencia. En el caso del aborto no media proceso ni se requiere sentencia, la excomunión es ipso facto”.

En su conferencia de prensa mensual, el arzobispo destacó que la decisión de la Corte no quita para nada las normas que existen en la Iglesia, “y más bien a nosotros nos obliga a seguir predicando lo que es el cultivo a la vida humana, que seguirá siendo sagrada”.