■ Como hace 30 años, cerró sus puertas a madres que luchan por volver a ver a sus hijos
La Iglesia, indiferente al reclamo de que se resuelvan casos de desaparecidos políticos
■ ONG exige al gobierno una amnistía para presos y el cese de la persecución contra activistas
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Como en las pasadas tres décadas, Rosario Ibarra alzó la voz para saber el paradero de su hijo, Jesús Piedra Ibarra. La manifestación se realizó frente a la Catedral Metropolitana
Foto: Víctor Camacho
Ayer, como hace 30 años, las puertas de la Catedral Metropolitana permanecieron cerradas para el grupo de madres que reclama el regreso de sus hijos y luchadores sociales desaparecidos por causas políticas, afirmó Rosario Ibarra de Piedra al conmemorar las tres décadas de la huelga de hambre que protagonizaron en el mismo espacio Las Doñas.
Con la asistencia de participantes en ese hecho histórico y de otros recientes, el Comité Eureka exigió al gobierno federal una nueva amnistía general para los presos políticos, la presentación de los desaparecidos (de tres décadas a la fecha) y el cese de la persecución y órdenes de aprehensión de decenas de luchadores sociales, muchos de los cuales están en libertad pero con procesos abiertos.
Frente a las rejas de la Catedral –cuyas puertas fueron cerradas y se repitió el “inusual repique de campanas”– colocaron mantas con las fotografías de sus familiares desaparecidos desde los gobiernos de Gustavo Díaz Ordaz a la fecha, así como de activistas políticos de los que se desconoce su paradero luego que fueron “secuestrados” por fuerzas militares y policiacas. Ante ello, la senadora por el Partido del Trabajo destacó que a raíz de la huelga que en 1978 encabezaron 84 mujeres y cuatro varones, consiguieron que el gobierno anunciara la expedición de una amnistía.
“Con la amnistía de 1978 se consiguió que en los siguientes meses y años fueran liberados mil 500 presos políticos, la suspensión de 2 mil órdenes de aprehensión, el regreso de 57 exiliados y la liberación de 148 desaparecidos políticos, la mayoría de los cuales había estado en el Campo Militar Número Uno”, detalló Ibarra de Piedra al aclarar que “por eso estamos aquí, para decir lo que ha pasado y sigue pasando”.
Luego de denunciar que el gobierno de Felipe Calderón desapareció el año pasado a 38 trabajadores petroleros por obra del Ejército, consideró que a las autoridades mexicanas “le viene de perlas” la presencia del crimen organizado, “porque ellos secuestran y le echan la culpa a los delincuentes”.
Advirtió que en el territorio nacional se siguen cometiendo secuestros y matando a luchadores sociales y civiles inocentes. “Y sigue la misma política represiva de parte de este gobierno ilegítimo”, que, abundó, “no ha tocado ni con el pétalo de una rosa a los ricos y asesinos, que están en contubernio con gente del gobierno”.
En el encuentro, el ombusdman capitalino, Emilio Álvarez Icaza, indicó que hoy permanece vigente el reclamo de justicia de hace 30 años.