■ Busca en Chivas el juego bonito, resultados y con juveniles ser campeón

Me presiona más la afición que Vergara, afirma Flores

■ Muchos futbolistas quedan sólo en promesas por asuntos económicos, dijo

Paula Mónaco Felipe

Dirigir a Chivas es adrenalina pura, experiencia única de influir en la vida de unos 40 millones de personas, y aunque el jefe sea el polémico magnate Jorge Vergara, el mayor compromiso es con la masa de aficionados que el club tiene en México y Estados Unidos, asegura Efraín Flores, quien en septiembre cumple un año como técnico del Guadalajara.

“A veces me preguntan si siento presión por mi jefe, por el presidente que es el señor Jorge Vergara, o por Néstor (de la Torre), y digo que no, siento presión por 40 millones de aficionados.

“Mi directiva merece todo mi respeto pero también esos seguidores que quieren ver bien al equipo y tienen un sentimiento muy fuerte”, aclara.

Flores, de 50 años y nacido en Juchipila, Zacatecas, es un hombre de futbol pero ahora había pasado prácticamente inadvertido en la historia del deporte nacional.

Trabajó 14 años en fuerzas básicas del Atlas, dirigió esporádicamente a los Zorros de primera división, por seis partidos al León y hoy lleva las riendas del Rebaño Sagrado en su primer gran papel.

Desde fuera, el club rojiblanco se le figuraba una institución importante, particular por sólo alinear a jugadores mexicanos, pero hasta ahí. “Cuando llegas acá te das cuenta de los trascendental que es Chivas, porque no solamente es un fenómeno deportivo, es social y estás hablando de arrastrar masas.

“Entonces lo que hagas o dejes de hacer repercute. Mucha gente dice que si gana Chivas el fin de semana, ¡la productividad laboral se incrementa!”, asegura basado en sondeos y estudios.

Vivir entre la gloria y el infierno

A 12 meses de estar con el cuadro tapatío dice disfrutar de los grandes retos. “Esto de vivir un poquito entre la gloria y el infierno, porque me ha tocado dirigir en otros equipos y la emoción, la adrenalina, no es tan fuerte.

“Aquí es cada partido, hasta un amistoso, porque Chivas es Chivas y no puedes sentarte ni un poquito a cruzarte de brazos y ver pasar el tiempo”, expresa.

Don Efra, como lo llaman en los campos de Verde Valle, se propone conducir al cuadro más popular de México con la exigencia de resultados que implican jugar bonito, algo que suena a discurso de otros tiempos.

“Me preocupa que mi equipo sea atrevido, que contagie a la gente que quiere un futbol agradable y vaya en pos del resultado”, explica, y defiende el balompié fantasía aún en la era de la mercadotecnia.

El timonel asume otro reto: tirar el paradigma de que con jóvenes no se puede ser campeón.

Por la política de Chivas, de surtirse de sus fuerzas básicas, más las partidas de Omar Bravo y Francisco Rodríguez, el timonel conformó un equipo con jugadores que promedian los 23 años.

Sostiene que lo juvenil no significa debilidad, porque en Jalisco los futbolistas llegan a primera división con una experiencia de casi una década en otras categorías.

“Eso que para la gente es desventaja, para mí no lo es, porque ellos vienen juntos desde chicos. Han crecido con esta metodología, se han reafirmado como gente de Chivas y saben lo que es su escudo, su playera, lo que representan a escala nacional y mundial.”

En sus 16 años de carrera dedicado a fuerzas básicas, Flores dice que ha visto pasar mucho talento y asegura que “si los grandes futbolistas que se han perdido estuvieran jugando, México sería una potencia”.

Explica que muchos se quedan en promesa por una combinación de razones que aparecen en una edad muy clara, entre los 14 y los 17 años: lo emocional, (empiezan con las novias), lo académico (problemas en la escuela) y lo deportivo (cambios fisiológicos), “pero la mayor parte es la económica porque son talentosísimos, pero hay que llevar dinero a casa”.

Aunque resalta la apuesta de Chivas y otros clubes por los jóvenes, reclama mayor apoyo a la federación (Mexicana de Futbol): “nos tendría que ayudar, porque por ejemplo ponen la regla 20/11 pero veinte años once meses...¡eso no es menor, es un viejo ya! Tendría que ser 17/11, a eso tenemos que aspirar”.