La Jornada Olímpica
■ Nunca estuve en JO y es una de mis decepciones: Maradona
El futbol argentino superó el trauma nigeriano y se llevó el oro
Pekín, 23 de agosto. Argentina ganó y puso fin a 12 años del “trauma nigeriano” que data de Atlanta 1996. El partido fue tenso y deslucido ante un calor agobiante, pero hoy hubo final feliz para los sudamericanos con la conquista del oro en los Juegos Olímpicos, tras vencer 1-0 a las Aguilas Verdes, con una gran actuación de Ángel di María y la decisiva presencia de Lionel Messi. El bronce fue para Brasil.
Ante unos 91 mil espectadores en el estadio Nido de Pájaro, Argentina sumó su segundo oro olímpico tras el logrado por el equipo de Marcelo Bielsa en Atenas 2004, el héroe fue Di María, quien a los 58 minutos anotó el único tanto del encuentro. El volante explicó: “Iba a patear fuerte, pero cuando el arquero (Ambruse Vanzekin) me achicó el espacio, no tenía dónde tirar. Y bueno... gracias a Dios la piqué (globo) y entró”, declaró el jugador que se vistió de salvador.
Messi, de 21 años fue vital en la jugada del gol, pues controló la pelota en media cancha y, de semiespaldas al arco, le puso un pase perfecto a Di María. Con la medalla áurea colgada al cuello, agradeció a su club, el Barcelona de España, haberle permitido venir a Pekín. “Nunca le dije no a la selección”; resaltó que se dijeron muchas mentiras, pero jamás rehusó vestir la playera albiazul.
Como espectador de lujo estuvo el astro Diego Maradona, quien bajó al campo para celebrar la victoria al grito de “¡Dale campeón!”
Maradona declaró: “El futbol de Argentina se llevó la medalla de oro merecida. Valió la pena venir a los juegos, nunca estuve en unos juegos y es una de mis decepciones, pero hoy gané la medalla de oro con el Kun y Giannina”, su yerno e hija, que esperan un bebé.
Javier Mascherano paladeó como nadie su segundo oro olímpico: “Sabía que tenía la chance de hacer algo que nunca nadie había logrado (en Argentina). Es un orgullo por saber que se lo estoy dando a un país que ama el futbol”.
En Buenos Aires, los argentinos se quedaron despiertos hasta avanzada la madrugada para festejar el título. Decenas de aficionados desafiaron el frío invernal para reunirse en torno del tradicional Obelisco, en pleno centro. Sin embargo, hubo quienes aclararon: “Es muy meritoria la medalla, pero no es lo mismo que ganar un mundial”, comentó el aficionado Miguel Ángel Cummins, quien agregó: “Creo que fue más emotivo ganarle a Brasil (en semifinales)”.