La Jornada Olímpica
■ Concluye el mexicano Rommel Pacheco su participación en octavo sitio con 460.20 puntos
El australiano Mitcham frena a los chinos y les arrebata el oro en la plataforma
■ Luxin Zhou lideró la competencia, pero el canguro lo rebasó con un último clavado perfecto
Ampliar la imagen Matthew Mitcham trabaja con el entrenador mexicano Salvador Sobrino, quien lo guió rumbo al oro Foto: Reuters
Ampliar la imagen El mexicano Rommel Pacheco admitió que no fue constante en la final Foto: Reuters
Pekín, 23 de agosto. El australiano Matthew Mitcham, entrenado por el mexicano Salvador Sobrino, consiguió de manera sorpresiva la última medalla de oro en el Cubo de Agua, al imponerse en la plataforma, prueba en la que el mexicano Rommel Pacheco terminó en el octavo lugar.
Un clavado perfecto en la última ronda, que fue calificado con 112.10 puntos, sirvió para que Mitcham le arrebatara la medalla de oro al gran favorito, el chino Luxin Zhou, quien se quedó con la plata, mientras el bronce fue para el ruso Gleb Galperin.
Mitcham, el único hombre participante en Pekín 2008 que admitió públicamente ser homosexual, sumó 537.95 puntos. Ante su propio público, Zhou acumuló 533.15 y el ruso 525.80, mientras el mexicano Pacheco terminó en el octavo sitio con un acumulado de 460.20.
Mitcham lloró tras su triunfo con el que frenó la cosecha de los chinos, que se habían llevado los siete títulos previos en clavados.
Pacheco inició bien su actuación con un clavado de tres y media vueltas al frente que le valió 73.50 puntos, pero el nivel de los competidores fue mayor y el mexicano terminó la primera ronda en el octavo lugar. A pesar de mejorar sus notas en la segunda ejecución, obtuvo 75.20 para colocarse en el décimo puesto.
Para su tercer salto realizó un parado de manos con doble giro, en el que se pasó un poco a la entrada, lo que le costó calificaciones bajas por parte de los jueces.
El mexicano realizó un clavado de tres y media vueltas atrás, con el que mejoró y se ubicó momentáneamente en el quinto lugar de la justa, que fue dominada por el chino Zhou hasta que en el último turno lo superó Mitcham.
En su quinta ejecución, Pacheco tuvo un despunte con un tiro espectacular que le mereció 86.70, insuficiente para meterse entre los primeros sitios, con lo que las esperanzas de otra medalla en clavados se esfumó.
La sexta y última ronda inició con el mexicano en el octavo puesto, para venir con un lance de 81.60 puntos que lo catapultó por un instante al segundo lugar con un total de 460.20 puntos, pero al saltar el resto de los clavadistas, a Pacheco sólo le alcanzó para concluir la justa olímpica en el octavo lugar.
“La verdad es que influyó un poco el nerviosismo y también que me faltó ser un poco más constante, porque la final tiene que ser perfecta, no hay espacios para clavados regulares”, señaló Pacheco, quien asistió a sus segundos Juegos Olímpicos.
“Mis marcas no fueron tan malas, pero pudieron ser mejores. Hice lo que pude, pero a veces las cosas salen y a veces no”, anotó el yucateco.
Mitcham, quien aparece en un sitio que lo contabiliza entre los once atletas homosexuales de Pekín 2008 (diez mujeres y él), había dejado sentada su posición antes de iniciar la competencia: “Yo quiero ser conocido como el clavadista australiano que tuvo un gran papel en los Juegos Olímpicos. Son otros quienes piensan que sucede algo especial cuando el deporte de alto nivel y la homosexualidad coinciden”.