La Jornada Olímpica
■ Se proclamó monarca en la categoría de más de 67 kg ante la noruega Solheim
Los combates de Espinoza hicieron vibrar al país; dio una cátedra al ganar de manera contundente
Pekín, 23 de agosto. Una actuación magistral entregó María del Rosario Espinoza esta noche. No sólo hizo vibrar cada rincón del gimnasio de la Universidad de Ciencia y Tecnología, sino que llegó hasta Sinaloa y todo México, cuando en su último combate tiró la patada que le valió el oro para demostrar su condición de ser la número uno del mundo y ganar la final olímpica.
Con una excelente defensa combinada con ataques rápidos, la mexicana, monarca mundial de peso medio, se impuso 3-1 en el combate decisivo a Nina Solheim, noruega de origen asiático de 29 años, cuyo mejor resultado en su carrera había sido la presea de oro en la Copa del Mundo de Bangkok 2005 en la división inmediata inferior.
En el primer asalto, Espinoza se puso 1-0. En el segundo ambas se estudiaron, luego conectaron, aunque la mexicana iba arriba (2-1), y sobre el final selló un rotundo 4-1, pero fue penalizada con un punto.
El Cielito lindo y el ¡sí se pudo! coreado por mexicanos y hasta chinos cimbró el inmueble.
Tras la ansiada victoria, la sinaloense comenzó a saltar de alegría y saludó a los bulliciosos fanáticos mexicanos, la mayoría taekwondoístas encabezados por su compañero, el campeón olímpico michoacano Guillermo Pérez Sandoval.
Después recibió una bandera, se puso un sombrero charro para compartir su proeza y recorrer el gimnasio en una improvisada vuelta olímpica.
Para llegar al combate decisivo, Espinoza derrotó sucesivamente en esta jornada a la tunecina Khaoula Ben Hamza por 4-0, en octavos de final, y a la sueca Karolina Kedzierska, por 4-2, en cuartos.
En semifinales, antes de llegar al pleito con Solheim, su-peró 4-1 a la británica Sarah Stevenson, quien entró a la penúltima instancia tras una protesta contra la campeona olímpica de Atenas, la china Chen Zhong, ganadora por 1-0, que fue penalizada con dos unidades por golpear a su rival en la protección de la cabeza, lo cual retrasó media hora el programa, mientras los jueces analizaban el video para dar su veredicto, que después anunciaron entre abucheos de los espectadores.
Ante el enojo de los anfitriones, la sinaloense, baja de estatura para su categoría, o Chayo, como se leía en una pancarta, contó con el apoyo de los chinos que no pararon de gritar hasta ver vencida a la británica Stevenson, quien a la postre se quedó con el bronce, al igual que la brasileña Natalia Falavigna, quien superó 5-2 a la sueca Kedzierska.
La sudamericana ganó 2-0 el primer asalto, para aumentar su ventaja a 4-1 en el segundo y asegurar la presea en el tercero, al rematar el combate con 5-2.
Falavigna se dijo satisfecha por haber dado a su país la primera medalla olímpica en esta disciplina. La brasileña, quien fue derrotada por Espinoza el año pasado en los Panamericanos de Río, espera que su logro impulse el deporte en su nación.