Duele a familiares de agente de la AFI ejecutado que Calderón no haya telefoneado, “como ocurre con la gente que sí tiene dinero”
Ampliar la imagen Agentes de la AFI delante del féretro de su compañero Luis Enrique Cruz Ruiz, asesinado la noche del miércoles pasado Foto: Víctor Camacho
“Es doloroso que a nuestra casa ni el procurador general de la República ni el presidente Felipe Calderón hayan llamado por teléfono para ofrecer sus condolencias, como ocurre con la gente que sí tiene dinero”, es el reproche que al unísono emiten familiares del agente de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), Luis Enrique Cruz Ruiz, cuyo cuerpo fue enterrado este sábado en el cementerio de San Pedro, Tláhuac, delegación donde residía el uniformado y de la que partió rumbo a su trabajo la mañana en que fue ejecutado. Durante la misa de cuerpo presente, por la corporación asistieron media docena de sus compañeros de trabajo, quienes, portando sus uniformes de policía federal y armas de cargo, presidieron la guardia ante el ferétro de quien fue encontrado el jueves pasado con un tiro de gracia (al igual que otro agente y un presunto civil) en una camioneta estacionada en el paraje La Marquesa, carretera México-Toluca.
La presencia de algún mando en la casa del agente asesinado, sólo fue para notificar los hechos y para supervisar a sus subordinados, durante el sepelio, reclama la familia con un doble lamento: primero porque no hubo condolencias oficiales y luego por que oficialmente no hubo ni una mención de respeto al trabajo de su familiar.
“¿Será porque somos de clase baja que ni siquiera hubo condolencias? No ocurrió lo que hace el Gobierno capitalino cuando sus elementos caen en acción, donde el encargado de la policía hasta rinde honores y los cuerpos son despedidos con la presencia de altos mandos. Luis cayó en cumplimiento de su deber y la incongruencia de Genaro García Luna es que ni un llamado nos hizo”, reclamó Jorge Ruiz, primo del agente.
A sus 28 años, Luis –como la familia lo llamaba– tenía seis años de ser el sustento de su madre y su hermana menor, mismos que cumplía de portar las insignias de elemento federal.
Era nativo de Tláhuac y sus amigos y familiares lo recuerdan muy alegre, tranquilo y bastante hogareño, al grado que “sólo era apasionado del baile y de ir a Six Flags”.
“Sabía del riesgo y de la inmensa responsabilidad que implica ser agente federal en un país donde el crimen organizado no sólo comete delitos, sino que incluso asesina a los policías, por lo que entre sus planes, por el momento, no estaba casarse. Hacía tiempo que había decidido mantenerse soltero y ser el sustento de mi tía”, refiere Maribel Galindo, prima de Cruz Ruiz.
Dos meses antes del asesinato, en la zona hubo seis robos de vehículos “el mismo día”, una de las víctimas fue un familiar de Luis Enrique. De entonces a la fecha, notaron la inusual presencia de gente extraña por la casa, quienes a bordo de vehículos o de motocicletas vigilaban el domicilio o simulaban detenerse frente al mismo. Parte de estas acciones, según refieren, ocurrieron el miércoles, cuando la familia fue notificada de la muerte y en la que unos sujetos rapados –a bordo de un coche– estuvieron frente a la casa.