■ Ofreció una visión universal de la cinematografía: Everardo González
Resalta jurado del festival de cine de Monterrey su diversa selección
■ Vimos historias muy bonitas que no podríamos imaginar en esta parte del mundo, afirmó el productor Andrés Tagliavini
Monterrey, N.L., 22 de agosto. En el último día de proyecciones en el Festival Internacional de Cine de Monterrey, el jurado destacó la amplia diversidad temática y geográfica de la selección y la nutrida producción de Nuevo León.
El cineasta Everardo González, integrante del jurado en la sección de largometrajes en competencia y ganador en 2007 del premio a mejor cinta documental por Los ladrones viejos, dijo: “Creo que lo más interesante del festival de Monterrey es la selección que no propiamente es la fiesta del cine mexicano, sino que ofrece una visión mucho más universal de la cinematografía”. Esto permite a “los públicos de Monterrey ver cine que difícilmente llega a México o a festivales como Morelia o Guadalajara, mucho más enfocados en Iberoamérica o América Latina”.
Como suele ocurrir en los festivales (“a menos de que sea Berlín, Cannes, Toronto”), acá no hay producciones de grandes presupuestos. Lo presentado “es un cine más cercano al que hacemos en México, con mucha más libertad narrativa, sin muchos compromisos económicos atrás, mucho más cercano a la visión de los directores. Prácticamente todas son películas independientes de bajo presupuesto”, opinó González en conferencia de prensa.
Respecto de la temática, el cineasta dijo: “Vi los cuernos… ayer vi como cuatro películas sobre infidelidad, al hilo”. Había, claro, otras cosas retratadas: como el abandono del campo.
Hay 14 largometrajes en competencia, siete documentales, entre ellos, De uno que salió adelante: los primeros años de Wim Wenders (Marcel Wehn, Alemania), El diablo y la nota roja (John Dickie, México-Gran Bretaña, sobre el periodismo policiaco en Oaxaca) y Hoy, el día se repite diferente (Xavier Baig y Óscar Moreno, España, sobre el final de la vida de un adicto). Además, siete ficciones, entre ellas, Tractor rojo (Cai Shangjun, China), El vuelo del globo rojo (Hou Hsiao Hsien, Francia) y Pueblo maravilloso (Aditya Assarat, Tailandia).
Por su parte, el productor Andrés Tagliavini, integrante del jurado de la sección de cortometrajes, evaluó que la selección de cerca de 40 cintas que integran la sección fue “muy rica”.
Respecto de la selección oficial, lo que más rescata es “que hemos visto cosas de absolutamente todo el mundo –cortos de Singapur, Israel, Rumania, de los lugares más recónditos–, con historias muy bonitas para contar, que uno tal vez no podría imaginar en esta parte del continente”.
Pero además de la enorme diversidad internacional, llamó la atención la producción estatal: “es un logro muy grande que un estado como Nuevo León haga siete largometrajes en un año”, dijo la productora y directora Madeleine Bondy, integrante del jurado de largometrajes de esa entidad, sección que por primera vez se abrió este año. (El productor Jorge Aragón recordó que el año pasado se realizaron 70 películas mexicanas.)
En total hay seis largometrajes estatales, entre ellos destacan los documentales Flores para el soldado (Francisco Javier Garza), Niño Fidencio de Roma a Espinazo (Juan Farré) y la ficción Cumbia Callera (René U. Villareal).
La única de las cintas en esta sección (Nuevo León) que se estrena estos días en salas comerciales es Cumbia Callera, en la cual participa Celso Piña.
“Deberíamos comprometer a los señores que están aquí al lado (en el panel de distribuidores) a que vengan a verlas”, opinó Jorge Aragón, otro integrante del jurado de largometrajes estatales. Estas cintas representan “un gran, gran esfuerzo, independientemente de la calidad. Lo que se nota es una audacia impresionante. Es sorprendente y de elogiarse”.
En contraste con la línea dominante en el panel de distribuidores (“el cine es un negocio”), que se llevaba a cabo en el auditorio contiguo, en el salón de la rueda de prensa, Aragón aconsejó a los directores neoleonenses: “Creo que no tienen que buscar la comercialidad del cine. Lo que tienen que hacer es seguir hablando de lo que quieren hablar, que es lo que he visto: todos muy regionales, con un sabor de Nuevo León que creo está muy bien”.
Respecto de los documentales, el guionista, director y actor checo Pavel Jech, integrante del jurado de largometrajes, dijo que han sido “reveladores. Tras ver un documental siempre me pregunto qué aprendí de nuevo. Para cada uno de los que vi tenía una respuesta”. En general, opinó que fue “una muy bonita selección, diversa, desde dramas sociales hasta thrillers”.