■ Presenta El fin del fin de la historia y la hidra venenosa, en el MACG
Muestra Taka Fernández su visión del individualismo y el consumismo
Ampliar la imagen Para Fernández el monstruo más espantoso de nuestra época es la exacerbación del dinero Foto: cortesía del MACG
El ser humano dejó de existir por la destrucción que desencadenó en el medio ambiente. Ahora, insectos gigantes pueblan la Tierra “porque la naturaleza siempre va a encontrar la forma de seguir existiendo”.
Esa es la visión futurista que Taka Fernández (Distrito Federal, 1966) aborda en la exposición El fin del fin de la historia y la hidra venenosa, la cual se inauguró ayer en el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG).
Ahí, el Castillo de Chapultepec es presentado como recinto en ruinas, devorado por una vegetación exuberante y en cuya cima se exhibe un chapulín gigante. De igual forma destaca la maqueta de la Torre Latinoamericana, devorada por una gran mantis.
La muestra de 125 piezas incluye pinturas elaboradas con técnica mixta, de grandes formatos, en la que el artista utilizó marcadores, lápices y plumas. “Hay una serie de dibujos extraídos de mis cuadernos de trabajo”, refiere.
Ahí se puede contemplar el bombardeo de imágenes que confluyen en un túnel de 17 metros de largo a través del cual el visitante experimenta la ilusión de entrar en un mundo que se viste de apariencias.
La reflexión de su obra recorre dos conceptos primordiales: el individualismo y el consumismo. “Se han manipulado a las masas induciéndolas al individualismo exacerbado. A las grandes corporaciones no les importa verter químicos en el planeta que se está calentado. Más guerras, para tener un sillón reclinable, un control digital.
“Todo el tiempo te bombardean con que debes tener este producto para ser feliz. Además, la moda se ha vuelto pornográfica. Este pensamiento es una de las piedras angulares de la decadencia actual”.
Para Taka el monstruo más espantoso de nuestra época son los feudos económicos, la exacerbación del dinero. “En un país como el nuestro es ridículo que haya gente que se muera de hambre y a la vez existan Harp Helú, Slim o Azcárrraga Jean, con millones de pesos que en realidad ni van a usar”.
Define a su obra como conjunto de aglomerados en una composición caótica en la que hay muchas líneas de discurso y visual que tienen coincidencias y unidad. “Lo concibo como hilos que se van tejiendo entre sí”.
Destacó que desde pequeño su padre y abuelo estimularon su creatividad en el dibujo y el grabado; posteriormente, Gilberto Aceves Navarro fue su maestro formador en la Escuela Nacional de Artes Plásticas.
Fernández ha realizado más de 20 exposiciones en México, España, Estados Unidos, Chile, Colombia, Francia, Inglaterra y Noruega. En 1996 recibió el segundo lugar en el Premio Marco, que entrega el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
El fin del fin de la historia y la hidra venenosa se exhibe hasta el 26 de octubre en el Museo de Arte Carrillo Gil (avenida Revolución 1608, San Ángel).