■ Rescató el acervo durante un incendio en Palacio Nacional, en 1692
Dan el nombre de Carlos de Sigüenza y Góngora al Archivo Histórico del DF
Era la noche del 8 de junio de 1692 en la Plaza Mayor. Una protesta popular de indios, mestizos, negros, mulatos y algunos criollos y españoles, enardecidos por la escasez de granos de maíz, había decidido incendiar el Palacio Nacional y el Ayuntamiento. Como el fuego había alcanzado al archivo, don Carlos de Sigüenza y Góngora, científico, matemático, cosmógrafo, historiador, cronista y poeta, organizó y pagó en el acto a un grupo de hombres para rescatar varios libros de cabildo y otros documentos.
Ese hecho heroico fue recordado la mañana de ayer en una ceremonia para darle el nombre de ese ilustre intelectual del siglo XVII al Archivo Histórico del Distrito Federal, que resguarda el acervo más importante de esta ciudad y cuyas actas, planos y oficios reflejan las transformaciones de todo tipo que ha tenido la urbe.
Elena Cepeda, secretaria de Cultura del DF, quien inauguró una exposición sobre Carlos de Sigüenza y Góngora –luego de develar la placa con el nuevo nombre del archivo, ubicado en la calle de Chile 8, en el que fuera el palacio de los condes de Heras Soto, en el Centro Histórico–, se preguntó y respondió:
“¿Por qué es tan importante preservar y conservar nuestra memoria? Porque ésta es la parte esencial de la identidad, ese elemento que nos proporciona un lugar y una condición específica en el mundo.”
Sin embargo, Cepeda planteó que “en los tiempos actuales, los de la globalización financiera, los grandes centros de poder económico y político buscan avasallar, desdibujar, borrar las identidades, las particularidades, la cultura propia, para que todos seamos sólo consumidores no únicamente de bienes y servicios, sino también de ideas y valores”.
Esta ceremonia, agregó, conmemora la memoria, la historia y el patrimonio de la ciudad de México, pero también es un acto de justicia que dignifica aún más al Archivo Histórico del Distrito Federal, el cual ahora lleva el nombre “de ese mexicano ilustre llamado don Carlos de Sigüenza y Góngora”.
Al acto también asistieron Guadalupe Lozada León, coordinadora de Patrimonio Histórico, Artístico y Cultural, y Carlos Ruiz Abreu, director del archivo y quien recordó que éste funciona en el palacio colonial desde 1981 y que la memoria escrita del acervo data de hace 500 años.
Al hacer un breve perfil de Sigüenza y Góngora, Ruiz Abreu dijo que estudió en el seminario de jesuitas de Tepotzotlán, fue capellán de un hospital, geógrafo y cosmógrafo de su majestad, que levantó diversos planos geográficos de la Nueva España y desarrolló un plan para la defensa del litoral del Golfo de México.
“Fue para su época un hombre impetuoso, crítico y sabio, sólo comparado con su amiga sor Juana Inés de la Cruz”, dijo el funcionario, quien lleva siete años en el cargo e informó que en el archivo se han restaurado 183 volúmenes y 80 planos de los siglos XIX y XX y se estabilizaron otros 150.
Además de publicarse seis catálogos, dijo que se han atendido a 19 mil 600 personas, a las que se dieron 30 mil servicios; se creó la red de bibliotecas especializadas en la ciudad de México y se automatizó el total del acervo, de unos 30 mil volúmenes.
Al definirse él y sus colaboradores como protectores y guardianes de los documentos y de la historia, Ruiz Abreu dijo que sólo así podrá honrarse a Carlos de Sigüenza y Góngora.