■ Trabajadores exigen se castigue a Grupo Marsans por saquear a la ex empresa del Estado

Legisladores aprueban por mayoría restatizar la firma Aerolíneas Argentinas

■ Autorizan reformas para que el gobierno “en ningún caso” ceda la mayoría accionaria

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 22 de agosto. La Cámara de Diputados aprobó esta madrugada, después de un largo debate, la restatización de la empresa Aerolíneas Argentinas (y con ello de su subsidiaria de cabotaje Austral), mientras afuera miles de manifestantes, quienes esperaron horas la resolución, festejaron la recuperación de la línea de bandera nacional, privatizada en los años 90, en el gobierno del ex presidente Carlos Menem.

Con cambios que el gobierno había introducido al proyecto, éste se aprobó con un respaldo cómodo de 167 votos contra 79, mientras los diputados de la banca oficialista dijeron que la restatización, además del profundo contenido de recuperación de la línea estratégica para el país, garantizaba la continuidad del servicio y cuidaba a los más de 9 mil trabajadores que durante años lucharon contra la corrupta privatización y el vaciamiento de la empresa por parte de Iberia y otros grupos de capital español.

La oposición se había montado en su logro de las retenciones y alentando el largo paro patronal de cuatro entidades rurales, pero esta vez no pudo imponer los proyectos para llevar a la quiebra de la empresa y formar una línea nueva que nunca podría tener las características de la existente. El oficialismo en este caso, con la adhesión de varios bloques opositores. También fue clave la presencia de miles de trabajadores en la calle, en apoyo de la restatización, quienes cantaban “Aerolíneas es un sentimiento nacional”.

Eliminando un artículo que obligaba al Congreso a ratificar el acuerdo firmado por el secretario de Transporte, Ricardo Jaime –criticado por propios y ajenos–, con el Grupo Marsans, que dejaba abierta la posibilidad de reprivatizar la línea aérea de bandera nacional, se logró una mayor cohesión en diputados. Hubo otras modificaciones importantes. En el artículo nueve quedó especificado que “en ningún caso el Estado cederá la mayoría accionaria de la sociedad, la capacidad de decisión estratégica y el derecho de veto en las decisiones”.

También en otro artículo el Congreso tendrá la decisión final sobre el precio de la empresa y se puso límites a otro punto del acuerdo donde se decía que “la tasación se haría a los valores vigentes al 15 de julio de 2008” y no con la compañía aérea ya saneada o rescatada por el Estado.

Mientras la oposición de derecha, tanto del peronismo como de la Coalición Cívica que lidera Elisa Carrió, Propuesta Republicana de Mauricio Macri y la Unión Cívica Radical se parapetó detrás del proyecto de la quiebra que instigaban algunos lobistas extranjeros, los diputados del bloque oficialista también rescataron el papel que el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner había devuelto a un Congreso marginado o corrompido en otras administraciones.

“Con gran responsabilidad este gobierno se está haciendo cargo de los errores que cometieron quienes en décadas recientes se creyeron invulnerables”, expresó la kirchnerista Patricia Fadel, hecho que valoran todos en estos momentos.

El líder de la Confederación General del Trabajo, Hugo Moyano, se expresó ayer en favor de estatizar Aerolíneas, pero demandó que la deuda la paguen los que la contrajeron y vaciaron la empresa. En este caso, el último dueño fue Grupo Marsans.

El diputado socialista Ariel Bastyeiro, quien apoya al gobierno de Fernández de Kirchner, hizo un recuento de los 18 años de lucha de los trabajadores de Aerolíneas, quienes resistieron a la privatización y lograron momentos muy fuertes de apoyo popular, aunque tardío. Además realizaron acciones creativas para llamar la atención del mundo sobre esa situación. También lucharon y denunciaron el último vaciamiento de la línea aérea en manos de Grupo Marsans. El primero lo realizó la también española Iberia. Algunos diputados reclamaron también que el gobierno demande a Grupo Marsans.

Al comenzar este día un enorme afiche azul y blanco, en manos de los gremios aeronáuticos, decía: “Todos somos Aerolíneas”.