■ Si PAN y PRI intentan imponerse “a la mala”, habrá movilización
Impediremos un madruguete sobre Pemex, advierte AMLO
■ Entregar el petróleo “sería la puntilla” para un país en bancarrota, señala
Ampliar la imagen Andrés Manuel López Obrador, durante su estancia en el municipio de Gómez Farías, Chihuahua Foto: La Jornada
Temósachic, Chih., 22 de agosto. Si los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional pretenden “imponer a la mala” una reforma que privatice el petróleo, “no va a haber votación ni en el Senado ni en la Cámara de Diputados”, advirtió aquí Andrés Manuel López Obrador. “Si quieren madrugarnos en el Congreso y juntan los votos PAN y PRI, vamos a llevar al pueblo a la movilización”, reforzó.
En diálogo con productores y trabajadores, entre ellos algunos que han vivido la experiencia de emigrar a Estados Unidos, el “presidente legítimo” refirió que la mayoría de quienes han participado en la consulta sobre las iniciativas del presidente Felipe Calderón para modificar el régimen legal de Petróleos Mexicanos (Pemex) se han manifestado por el “no”.
Y si aun contra la opinión ciudadana se quieren imponer los cambios para permitir la inversión privada, nacional y extranjera, “no lo vamos a permitir”, aseguró.
“No los estoy atando”
También respondió a las críticas de Calderón y el director de Pemex, Jesús Reyes Heroles, quienes le atribuyen la responsabilidad de que las iniciativas no hayan sido dictaminadas en comisiones y votadas en los plenos de ambas cámaras.
“Reyes Heroles me echó la culpa de que la reforma no se lleva a cabo por mí. ¡Cómo va a ser culpa mía! Si yo no los estoy atando para que no utilicen el dinero (de los excedentes petroleros) que tienen. No han pegado un ladrillo, no han hecho nada. Calderón es un inútil, no sirve para nada. Yo no le daría trabajo ni de Ministerio Público, con todo respeto para los ministerios públicos”, afirmó.
En la conversación, Joel Varela Molina preguntó sobre la diferencia entre las iniciativas de Calderón y del PRI con la que presentará este lunes el Frente Amplio Progresista en el Senado.
Por ejemplo, dijo López Obrador, el proyecto de la administración federal pretende que las inversiones para la refinación de hidrocarburos se lleve a cabo por la iniciativa privada, a partir, refirió, de los compromisos que firmó el ex presidente Vicente Fox con su homólogo de Estados Unidos, George W. Bush, para construir tres refinerías de Pemex: una en Guatemala y dos en México, operadas por empresarios y no por la paraestatal.
Señaló que cuando elaboró su proyecto de nación en 2005, los precios del petróleo no habían alcanzado los niveles de este año y por eso no se previó utilizar recursos extraordinarios para inversión en Pemex, sino que se basaba únicamente en la reducción del gasto gubernamental. Sin embargo, ahora que el precio del barril de crudo de exportación se cotiza en aproximadamente 120 dólares, lo cual permitirá contar con ingresos adicionales por 20 mil millones de dólares, la propuesta es destinar la mitad de esos recursos a la construcción de tres refinerías.
Aun con esos excedentes, aseguró, el gobierno federal “nos vende miedo” y pretende que las inversiones estén a cargo del capital privado. “Pero ningún presidente de México, desde 1901, cuando inició la explotación de hidrocarburos, ha recibido tanto dinero por la venta de petróleo como en 2008 el pelele de Calderón por los altos precios del petróleo”.
Antes, en Gómez Farías y después en Matachic y Bachíniva, López Obrador afirmó que la intención de entregar la industria petrolera nacional “sería la puntilla” para un país que está en bancarrota por las políticas económicas aplicadas desde el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado. “Nos quitarían un brazo, porque ese recurso natural bien manejado se puede convertir en palanca del desarrollo nacional”, expresó.
A lo largo del día insistió en que este domingo se realizará la última etapa de la consulta y señaló que si los resultados indican que “la gente dice que no, vamos a defender este punto. No vamos a permitir una imposición, porque sería el acabose”.
En Gómez Farías, López Obrador rindió homenaje a Socorro Rivera y depositó una ofrenda floral en el busto ubicado de la plaza principal, donde está inscrito: “Mártir del agrarismo y enemigo del latifundismo”. Fue asesinado el 14 de abril de 1938, mismo año en que se logró expropiar las tierras de la Babícora a los latifundistas.
“Hearst –recordó el diputado local Víctor Quintana, en referencia al magnate de la comunicación estadunidense William Randolph Hearst, fallecido en 1951– era el dueño de la región de la Babícora, hasta 1938”.
Ahí también, el “presidente legítimo” cuestionó de nuevo la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública celebrado el jueves en Palacio Nacional: “ayer bajó el índice delictivo, porque como estaban ahí los malvados éstos, bajó. Esa es la banda más peligrosa, la que se reunió ayer”.
Antes de concluir su segundo día de gira por Chihuahua, en el gimnasio de Bachíniva afirmó que el encuentro entre Calderón y los gobernadores fue “para apantallar, para hacer la faramalla de que les preocupa mucho el problema de la inseguridad”.
Camino a General Trías, López Obrador cruzó el municipio de Ciudad Cuauhtémoc, donde un sector de la comunidad menonita ha desarrollado un emporio agrícola. Sin embargo, explicó Víctor Quintana, la próxima semana esperan que expertos de Greenpeace entreguen un informe que confirmaría que la mayoría de esos campos de maíz están sembrados con semillas transgénicas.