■ Festejan en México ratificación de Evo Morales en el gobierno
Envidiable, que Bolivia sí haga consultas para revocar mandatos: Rosario Ibarra
El pasado 10 de agosto, con la ratificación de Evo Morales como presidente de Bolivia, “ganamos una gran batalla en la guerra que nos han declarado el imperialismo y sus diabólicas criaturas: racismo, fascismo, separatismo y terrorismo”, aseguró el embajador de ese país en México, Jorge Mansilla Torres.
Durante una celebración en México por dicho triunfo, el diplomático resaltó que a pesar de los ataques de la oligarquía y la derecha bolivianas contra el presidente de esa nación, los ciudadanos “saben que el camino para dejarlos lejos es el ejercicio de la democracia y la dignidad, porque la democracia no sólo es ir a votar, sino hacerla respetar y ejercerla”.
La noche del pasado jueves, el Club de Periodistas de México fue escenario de la celebración por la ratificación de Evo Morales. Ahí se dieron cita decenas de bolivianos y mexicanos, como la senadora y luchadora social Rosario Ibarra de Piedra, quien consideró que “es de envidia” que en Bolivia se puedan realizar consultas para revocar mandatos y se dé voz al pueblo, mientras en México nada de eso suceda.
Mansilla Torres aseguró que la decisión del pueblo boliviano, con casi 70 por ciento de los votantes en favor del presidente, “es un suceso histórico superior y mil veces más significativo y trascendental que la miseria del golpe de Estado” del 21 de agosto de 1971.
Al inicio del festejo se transmitió un video del discurso que Evo Morales dio en La Paz inmediatamente después de que se conocieran los resultados del referendo, en el que hace un llamado a la oposición a la unidad y a trabajar por el beneficio de su país.
El diplomático recordó que mientras Morales hacía ese llamado, Rubén Costas, prefecto del departamento de Santa Cruz y uno de los líderes de la oposición, “hizo bien en llamar ‘mal nacido’” al mandatario boliviano: Evo es un malnacido, porque para los obtusos de alma y para los patrones sin madre, el indio ‘bienacido’ es aquel que acepta sumisamente ser humillado, mantenido con la vida para ser sirviente o esclavo”.