■ En el acuerdo para la seguridad, la dependencia se comprometió a emitir la cédula de identidad
Rehúsa el IFE prestar el padrón electoral a SG; “pondría en riesgo datos confidenciales”
■ Deberá procurarse los datos por sus propios medios, advierte Leonardo Valdés Zurita
El Instituto Federal Electoral (IFE) no prestará al gobierno el padrón de votantes.
Por tanto, la Secretaría de Gobernación (SG) deberá procurar, con sus propios medios, la base de datos necesaria para la emisión de la cédula de identidad, uno de los compromisos asumidos el jueves en el Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Legalidad y la Justicia.
“El IFE no va a poner en riesgo los datos confidenciales de los ciudadanos que están incluidos en el padrón electoral. No vamos a dar acceso a esos datos a ninguna autoridad del gobierno federal”, advirtió ayer el presidente del IFE, Leonardo Valdés Zurita.
La SG había reiterado en diversas ocasiones que la cédula de identidad sería un proyecto de largo plazo, por la complejidad de dotar de una credencial de ese tipo a millones de mexicanos, pero la noche del jueves, los firmantes del pacto en Palacio Nacional, comprometieron a esta dependencia para que en un plazo no mayor a tres años haga entrega de la cédula, como establecen la propia Constitución y la Ley General de Población.
Dentro de los compromisos asumidos por el gobierno federal se encuentra la expedición de la cédula de identidad por la SG, para integrar en un solo sistema el Servicio Nacional de Identificación Personal y que sirva de base para la identificación personal en los trámites más relevantes.
Actualmente –y desde su creación–, el documento de identificación que se ha tomado como oficial es la credencial para votar con fotografía, expedida por el IFE con base en el padrón electoral. Sin embargo, el instituto y la SG firmaron ya un convenio para incorporar en la credencial para votar la Clave Única de Registro de Población (CURP).
Valdés dijo –como se difundió– que ese convenio no vulnera la confidencialidad de datos del padrón electoral, y ayer reiteró que el organismo que encabeza no pondrá en riesgo los datos de los ciudadanos.
–¿Gobernación tendrá que buscarse sus propios medios para integrar una nueva base de datos? –se le preguntó al término de la firma de un convenio con la Fundación Internacional para Sistemas Electorales.
–Por supuesto, la Secretaría de Gobernación lleva varios años trabajando por medio del Renapo (Registro Nacional de Población e Identificación Personal); ya tiene una base consolidada y en su proyecto de desarrollo seguirá trabajando en los ritmos que le corresponden.
Apenas este año, el titular del Renapo, Carlos Raúl Anaya, dijo que este proyecto se encuentra en su primera etapa y que Gobernación tomaría como base la información recabada por el Registro Federal de Electores, específicamente para tener acceso a datos de ciudadanos.
Señaló incluso que la Ley General de Población y el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales contienen elementos que promueven el apoyo e intercambio de información entre la SG y el IFE.
Cabe precisar que el padrón electoral es hasta el momento la lista más completa en cuanto a datos de ciudadanos se refiere: fotografía, huella digital y ahora la CURP, factores que otorgan solidez jurídica a la credencial de elector.
La Constitución señala que la Cédula de Identidad deberá ser expedida por la SG, sustentada en información de actas de nacimiento, porque las credenciales del IFE eran, hasta antes de la inclusión de la CURP, documentos de buena fe; sólo con el testimonio del interesado.
Elecciones pacíficas
Valdés acotó que al IFE le toca organizar las elecciones federales del próximo año (para renovar la Cámara de Diputados), y confió en que no se presenten elementos que pongan en riesgo la seguridad de los candidatos ni la de los ciudadanos que actuarán en las mesas directivas de casilla.
“Como ustedes saben –agregó–, el problema de la seguridad pública en el país es enfrentado por el gobierno federal, y el IFE hará todo lo que esté a su alcance para que la del próximo año sea una elección pacífica”.
En el mismo sentido se pronunció el consejero Arturo Sánchez, porque –dijo– al IFE le toca “organizar bien las elecciones”, contribución para que otros problemas del país se resuelvan oportunamente, precisó.