■ Algunos salen del avión por su propio pie; una colombiana, entre los heridos no graves
“Un milagro” que hubiera sobrevivientes entre ese amasijo de metal, relatan testigos
■ Difícil, la identificación de cadáveres pues muchos cuerpos quedaron completamente incinerados
Ampliar la imagen Una familiar de las víctimas del avión de Spanair que se estrelló en el aeropuerto de Madrid, recibe en la terminal aérea de Las Palmas de Gran Canaria la noticia del accidente Foto: Ap
Ampliar la imagen Elementos de la Cruz Roja acordonan el área donde quedó un cuerpo de los 153 muertos en Barajas Foto: Reuters
Madrid, 20 de agosto. Al terminar la jornada de este miércoles tras el accidente en el aeropuerto de Barajas del avión de Spainair con destino a Las Palmas de Gran Canaria, medios y autoridades seguían insistiendo en que las cifras de cadáveres recuperados del lugar del siniestro eran provisionales, pues según socorristas muchos cuerpos quedaron “completamente incinerados”.
Un testigo afirmó que era un “milagro” que hubiera sobrevivientes al ver lo que quedó del avión sobre la Terminal 4 del aeropuerto. Otra fuente aseguró haber visto a algunos de los sobrevivientes saliendo del aparato en llamas “por su propio pie”.
Una de ellas fue identificada como Beatriz Reyes, de 41 años, quien logró salir del avión pese a tener fractura expuesta en una pierna y es considerada una de las personas heridas leves en el accidente.
En un relato recogido por el canal Canarias 7, Reyes afirmó: “Noté que al avión le pasaba algo y el otro recuerdo que tengo es que levanté la cabeza y el avión no tenía techo”.
Durante el relato destacó que dos niños le pidieron ayuda y pudo auxiliarlos, pero que fue imposible hacerlo con un señor al no poder con su peso. Después del impacto, Reyes estaba inmóvil, al quitarse el cinturón pudo salir por su propio pie. Se desconoce si los niños de los que habló la sobreviviente se encuentran con vida.
Otras fuentes indicaron que hubo pasajeros que se salvaron porque el avión cayó cerca de una zona arbolada por donde corre un río y personas que salieron despedidas del aparato cayeron en éste y así evitaron el fuego.
Hay dos desaparecidos
Pero se informó más tarde que al menos uno de ellos falleció ahogado en el cauce. También hay dos desaparecidos a los que se busca desde esta mañana.
Al pedírsele que describiera la escena, un reportero de la radio nacional en el lugar de los hechos señaló que era reconocible la cola de la nave, que se desprendió del resto del aparato cuando éste se vino al suelo tras un segundo intento de despegue y que del resto del fuselaje “era difícil reconocer algo” pues todo era un amasijo de metal.
Hasta ahora testigos coinciden en que el avión intentó despegar después de un primer intento fallido, y que el motor izquierdo del aparato se estaba quemando, quizá sin que los pilotos lo hubiesen notado.
“Me iba a casa cuando vi el avión frente a mí, parecía que estaba aterrizando”, indicó Manuel Muela Mata, un conductor que estaba en la carretera que corre paralelamente a la pista donde ocurrió el accidente. “Lo vi de lado y lo que me llamó la atención es que parecía que venía arrastrando una inmensa cola de arena. Bajé la velocidad por temor y fue entonces cuando el avión se viró hacia la derecha, el ala de ese lado se estrelló contra el suelo y a esto siguió una gran explosión”.
Los bomberos tardaron varias horas en extinguir el incendio que causó gigantescas columnas de humo que alcanzaban a verse a kilómetros de distancia del lugar. El aparato despegó de la Terminal 2 del aeropuerto, pero se derrumbó en la Terminal 4.
Fernando Chacón, vocero del cuerpo de sicólogos que el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero envió al aeropuerto para atender a los familiares de las víctimas, aseguró que el proceso de identificación de cadáveres se prolongará hasta el jueves, “lo cual sólo prolongará el sufrimiento de los deudos. Las personas reaccionan de maneras distintas. Algunos no aceptan lo que ha sucedido. Tenemos que ayudarlos a lidiar con la realidad. Entre más tiempo pase, más profundo se vuelve su sufrimiento”.
Los sicólogos y trabajadores sociales fueron enviados a una localidad especial de la Terminal 4 donde se atendía la crisis, proveyendo a familiares de los pasajeros de alimento, bebida y lugares para dormir mientras esperaban noticias de sus allegados en el avión. Una escena similar se desarrollaba en el aeropuerto de Las Palmas. El accidente provocó caos en otros aeropuertos del país, en plena época de vacaciones.
Uno de los sicólogos en Barajas explicó su labor a The Independent: “Muchas veces sólo es cuestión de acompañar a la gente que está en shock, ayudarlos a pasar a la siguiente fase del duelo y ayudarlos con cuestiones de trámites”.
Por la noche trascendió que la médica colombiana Ligia Palomino Riveros es una de los 19 sobrevivientes del accidente.
“La médica colombiana Ligia Palomino Riveros se encuentra entre los sobrevivientes y está fuera de peligro en el Hospital Ramón y Cajal de Madrid”, anunció en un comunicado la embajada colombiana.
El embajador colombiano, Carlos Rodado Noriega, visitó a la herida y “le expresó que de alguna manera la vida le retribuía todo lo que ella ha hecho por la gente desde el ejercicio de la medicina”. La embajada precisa que la madre de la lesionada es la periodista Ligia Riveros que vive en España desde hace 20 años.