Usted está aquí: jueves 21 de agosto de 2008 Economía Los gasolinazos no se justificarían si las refinerías produjeran a toda su capacidad

■ Las cuotas de exportación de crudo que se imponen a Pemex reducen el abasto: CNEE

Los gasolinazos no se justificarían si las refinerías produjeran a toda su capacidad

■ Hacienda determina que las subsidiarias de la petrolera se vendan el energético a precios internacionales y por ello seguirá el encarecimiento, afirma

■ Se busca eliminar subsidios

Susana González

En lugar de los constantes aumentos al precio de la gasolina, el gobierno federal debe permitir que las seis refinerías que existen en el país produzcan al 100 por ciento para reducir el déficit que se tiene en el consumo nacional, y que propicia la importación diaria de más de 300 mil barriles de combustible a precios internacionales, señaló Sergio Póndigo Mendoza, del Comité Nacional de Estudios de la Energía (CNEE).

Explicó que debido a las cuotas de exportación de crudo que las autoridades imponen a Petróleos Mexicanos (Pemex), las refinerías sólo producen a 80 por ciento de su capacidad, y se teme la tendencia continué hasta reducirse a 60 por ciento, dejándolas sin materia prima que procesar para el consumo interno. “No es por falta de mantenimiento que no operan a toda su capacidad, sino porque no se les dota de crudo suficiente para trabajar”, destacó.

Póndigo Mendoza, quien fue coordinador de mantenimiento de las refinerías y durante 30 años trabajó en la paraestatal, criticó también que la Secretaría de Hacienda determine que Pemex-Exploración y Producción deba vender el petróleo a Pemex-Refinación a los precios que existen en el mercado mundial, cuando podría determinar precios distintos a nivel nacional y evitar así que se encarezca tanto el combustible.

La demanda nacional de gasolina asciende a 765 mil barriles diarios, pero Pemex produce únicamente 450 mil barriles, por lo que la diferencia se importa de otros países, algunos tan lejanos como India, lo que aumenta su precio sólo por el transporte.

Consideró que no se justifica que la administración de Felipe Calderón lleve a cabo esos deslizamientos constantes en el precio del energético –en agosto ya suman cuatro–, cuando puede aprovechar la infraestructura instalada y dejar de utilizar los precios internacionales.

Si construyendo más refinerías las subsidiarias de Pemex siguen vendiéndose entre sí el crudo a precios internacionales, entonces la gasolina no dejará de encarecerse, pero eso implica modificar la ley de derechos.

No descartó que las alzas en las gasolinas, así sean de centavos, vayan encaminadas a eliminar los subsidios a la gasolina y el diesel, adoptados por el gobierno federal desde el sexenio de Miguel de la Madrid cuando deliberadamente se determinó dejar de construir refinerías, pero sobre todo para ejercer presión en la sociedad en aras de hacerle creer que los aumentos sólo podrán evitarse si se aprueba la propuesta de reforma energética propuesta por el gobierno calderonista, encaminada a permitir la participación privada en Pemex.

Si bien es cierto que se deben construir más refinerías en el país, aunque no solamente dos como plantea el gobierno, criticó que no se les dote de suficiente crudo a las de Salamanca, Salina Cruz, Minatitlán, Cadereyta, Tula y Madero para producir 560 mil barriles diarios, con lo que dejarían de importarse 100 mil barriles por día.

 
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