■ La poeta presentó su reciente obra, Tramas, publicada por la editorial Cálamos
En lo negativo también existe plenitud, la de existir; eso es la poesía: García Bergua
Ampliar la imagen En la presentación, de izquierda a derecha, Carlos López Beltrán, la autora, Blanca Luz Pulido y David Huerta Foto: Yazmín Ortega Cortés
“La poesía es testimonio de una forma plena de vivir, de existir. Creo que a ratos eso se nos olvida, sobre todo, cuando la pasamos muy mal y evadimos las emociones negativas o nos da miedo decir lo terrible que la estamos pasando ante la muerte de alguien, pero en eso, al igual que en el placer de una visión, existe una plenitud, que es la de existir y la de la experiencia humana.”
Palabras finales que la poeta Alicia García Bergua pronunció durante la presentación de su nuevo poemario Tramas, publicado por la editorial Cálamos, el viernes por la noche en la Casa del Poeta, y donde estuvo acompañada por David Huerta, Blanca Luz Pulido y Carlos López Beltrán, quienes coincidieron en señalar el pensamiento que acompaña los versos de este volumen.
Para García Bergua la poesía “trata básicamente de emociones, y en el ser humano éstas y el pensamiento no son cosas absolutamente separadas, sino muy unidas e intrincadas. Creo que la poesía tiene la facultad de expresar plenamente pensamientos que a lo mejor la filosofía sola, o una canción, no. En la poesía hay mucho pensamiento; en toda la buena poesía creo que hay mucho más pensamiento del que creemos”. Adelantó que sobre esa reflexión es el nuevo libro de ensayos sobre poesía que publicará en la Universidad Nacional Autónoma de México.
El poeta David Huerta comentó sobre la poesía de García Bergua: “es una poesía de la mente. De la mente en acción. De la mente frente al mundo. Diría, si no me intimidara un poco el lenguaje filosófico, que es una poesía de índole fenomenológica, en la que veo esta suspensión del juicio que llaman ‘epogeo’ quienes saben. Es esa suspensión del juicio en la que se deposita esa manera aproximada o alusiva de enfrentarse al mundo, de describirlo, de describir la propia existencia, el paso del tiempo”.
En Tramas, añadió, están señaladas las líneas donde la afectividad y las emociones están, como dice el título, muy intrincadas. La de Alicia García Bergua “es una poesía del mundo –no mundana, porque no es sensibilera–, de los fenómenos, fronteriza, de una serenidad y una nobleza clásicas, por cuanto no hay en ella ninguna ornamentación, ni palabras superfluas, ni esa locuacidad un poco descocada que está en tantos poemas modernos y que finalmente no dicen gran cosa.
“Hay una retórica de la sobriedad en la que solamente se utilizan, a veces, hasta la sequedad, las palabras necesarias y ciertos mundos compositivos de una extrema sencillez y transparencia puestos al servicio de una inteligencia enormemente activa.”
La poeta Blanca Luz Pulido señaló que en este nuevo poemario, “mientras vemos crecer y expandirse las tramas, las líneas de poesía, creemos estar en primera línea en el proceso de la escritura de Alicia García Bergua, no importa el tiempo que haya pasado desde que se concibieron o llegaron al papel estos poemas”.
Añadió, “es evidente la interacción entre la palabra, el mundo y la conciencia; nos encontramos ante una obra muy reflexiva, pero también sensible, que enlaza observación y sentimiento para crear mapas de emociones, donde la cuerda de la inteligencia no deja nunca de resonar. Tramas de vida, de pensamiento, de poesía honda y navegable que expande los territorios de la imaginación”.
Carlos López Beltrán destacó el papel del pensamiento en Tramas: “es tanto tema como recurso. El pensamiento acompaña la imaginación al señalar los caminos del afuera, de la vida adulta independiente y libre en los poemas familiares. El pensamiento apuntalado y afincado en las palabras es también el medio con el que la poeta instaura su lucidez, contiene su miedo, apacigua o acomoda su dolor”.