La Jornada Olímpica

■ Al tirar su medalla, Abrahamian cometió juego sucio, indicó

Retira COI medalla a luchador por insultar el espíritu olímpico

■ En los Juegos de Barcelona un pesista ruso recibió la misma sanción

Agencias

Pekín, 16 de agosto. Juego sucio, medalla devuelta. Desde 1992 no se recuerda un caso similar. El Comité Olímpico Internacional (COI) le retiró hoy la medalla de bronce al luchador sueco de origen armenio Ara Abrahamian por comportamiento antideportivo.

Abrahamian, subcampeón olímpico de Atenas 2004, puso la medalla en el suelo apenas la recibió el viernes pasado después de quedar tercero en el torneo de lucha grecorromana en la categoría de hasta 84 kilos.

Estaba muy molesto con una derrota que consideró “totalmente injusta” y que atribuyó a las controvertidas reglas de la Federación Internacional de Luchas Asociadas (FILA).

Por lo anterior no tuvo mejor idea que dejar la medalla en el centro del tapiz donde se disputan los combates. Antes había discutido a viva voz con los jueces en protesta por su derrota en las semifinales frente al italiano Andrea Minguzzi, que después se llevó el oro.

El COI le inició un procedimiento disciplinario y hoy dio a conocer su determinación: le retiró la medalla por comportamiento antideportivo. La presea no se concederá a otro deportista.

La conducta de Abrahamian tuvo un antecedente parecido en Barcelona, hace 16 años. En esa ocasión el pesista ruso Ibrahim Samadov, que competía para el Equipo Unificado, formado por los países de la ex Unión Soviética, rehusó colgarse el bronce.

“Samadov estaba molesto con su desempeño, no con los jueces, y en el podio rechazó que se la pusieran en el cuello y aceptó solamente recibirla en la mano. Después la dejó en el suelo y se fue”, dijo la coordinadora de medios del COI, Sandrine Tonge.

Aunque Samadov más tarde pidió disculpas, el COI mantuvo su decisión de retirarle el honor. En los resultados oficiales quedó como tercero, pero descalificado, y la Federación Internacional de Levantamiento de Pesas lo suspendió de por vida.

Al dar a conocer su decisión en contra de Abrahamian, que anunció su retiro, el COI dijo que “la ceremonia de premiación es un ritual altamente simbólico, reconocido como tal por todos los atletas y los participantes”.

“Cualquier desorden por parte de algún atleta, en particular un medallista, es en sí un insulto hacia los otros deportistas y al movimiento olímpico. Es por lo tanto contrario al espíritu del juego limpio”, determinó el comité disciplinario, presidido por el alemán Thomas Bach.