■ Atentados en Bagdad y Balad dejan por lo menos 15 iraquíes muertos
Tropas de la OTAN abaten a más de 60 presuntos insurgentes en Afganistán
■ Rebeldes tomaron el control de los distritos de Marya y Nawah, anuncian dirigentes afganos
Ampliar la imagen Soldados iraquíes custodian en Bagdad armas decomisadas a supuestos rebeldes en casas de Jihad, en el oeste de Bagdad, además de vigilar a un militante árabe sunita capturado en una de esas viviendas Foto: Ap
Kabul, 16 de agosto. Tropas de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) en Afganistán y soldados afganos abatieron en combates y ataques aéreos al sur y noreste del país a más de 60 presuntos combatientes talibanes, mientras en Irak 15 personas perdieron la vida en varios atentados en Bagdad y Balad, al norte de la capital.
La ISAF, comandada por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), informó que en el sur afgano perecieron por lo menos 30 insurgentes en dos días de intensos combates con tropas afganas y estadunidenses, informó este sábado el mando de Estados Unidos.
Los combates se desarrollaron después de un ataque de los extremistas islámicos que se prolongaron durante dos días. No se han dado más informaciones.
El Ministerio del Interior de Afganistán informó en Kabul que 23 combatientes talibanes fallecieron en el distrito de Nad Ali, en la sureña provincia de Helmand, en dos combates diferentes después de ataques insurgentes a puestos de policía.
En esta provincia los rebeldes intensificaron su ofensiva contra tropas invasoras y afganas.
El pasado viernes, los insurgentes anunciaron que tomaron el control del distrito de Marya, y en la sureña provincia de Ghasni se apoderaron tras combates del distrito de Nawah.
En la región de Tag Aab, en la provincia de Kapisa, han perdido la vida un número no determinado de insurgentes, informó la ISAF, la cual dio cuenta de la muerte de dos de sus efectivos al este del país, aunque no reveló su nacionalidad.
De momento no hay confirmación independiente de las cifras de fallecidos en las convulsas regiones afganas. Expertos militares locales consideran que muchos de los abatidos tachados de insurgentes son sólo civiles que no pudieron huir y quedaron atrapados en la línea de fuego.
Desde que comenzó el año, en Afganistán han muerto oficialmente más de 160 uniformados extranjeros por acciones de violencia, además de que han perdido la vida más de 2 mil 600 personas, la mayoría de ellas de grupos insurgentes.
Por otro lado, en Irak, otra nación invadida por Estados Unidos, las celebraciones chiítas se vieron empañadas por sangrientos atentados en Bagdad y Balad.
Seis personas perdieron la vida y 11 resultaron heridas en la capital del país al estallar un coche bomba en un lugar donde estacionan minibuses para trasladar a los peregrinos.
En una acción similar en Balad, al norte de Bagdad, murieron durante la noche del viernes al sábado otras nueve personas y hubo 40 heridos.
A todo esto, el clérigo radical chiíta Moqtada Sadr llamó a sus seguidores a sellar un pacto de sangre para resistir la ocupación extranjera de su país, Irak.
El pacto compromete a los fieles a “tomar parte en la resistencia en todos los países musulmanes y especialmente en Irak, militar e ideológicamente, a los ocupantes, colonizadores y el secular pensamiento de Occidente”, indicó el clérigo.