■ Isaac Masri, coordinador del proyecto, celebra que se reúnan “monstruos del arte” con chavos

Artistas y poetas realizan “el grabado más grande del mundo”: Emilio Payán

■ La obra ocupará un kilómetro de Reforma, del Ángel de la Independencia a la Torre Mayor

Mónica Mateos-Vega

Cientos de artistas y poetas “ocuparán” el Paseo de la Reforma de la ciudad de México el próximo 15 de septiembre para convertir el tramo comprendido entre el Ángel de la Independencia y la Torre Mayor en un gran taller de grabado.

El objetivo es la elaboración de una obra de arte de un kilómetro que por primera vez conjugará el trabajo de pintores consagrados, grafiteros y emergentes, a manera de un enorme grito de libertad, pluralidad y tolerancia.

Artistas de las ciudades de Oaxaca, Guadalajara y Zacatecas también se sumarán a la realización del ya considerado, en palabras de Emilio Payán, “el grabado más grande del mundo”, el cual forma parte de las actividades culturales patrocinadas por la comisión para las celebraciones del bicentenario de la Independencia y el centenario de la Revolución del Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Ahí estarán Leonora Carrington, Manuel Felguérez, Vicente Rojo, los hermanos Castro Leñero, Eloy Tarcisio y Fernando González Gortázar, así como una nueva generación de artistas, además de invitados como Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Alberto Blanco y David Huerta, entre otros escritores, que acompañarán la obra gráfica con un verso o una frase.

Acto de libertad

La coordinación técnica del proyecto está a cargo de Isaac Masri y Emilio Payán, en cuyos talleres (Impronta Editores y Tiempo Extra, respectivamente) los artistas elaboran las placas de grabado, hechas con unicel, de un metro por un metro, sobre las que pasará un par de aplanadoras, de las que el GDF utiliza para el asfaltado de calles, y así imprimir en varias telas la obra.

Cada participante elabora su propuesta bajo el tema del bicentenario de la Independencia, “el cual, a final de cuentas, es el de la libertad, por lo cual no necesariamente deben incluir temática relativa a la efeméride; el proyecto, en su conjunto, es un acto de libertad”, explica Payán.

En entrevista con La Jornada, el editor y artista recuerda que la idea original de elaborar grabados monumentales con la ayuda de una aplanadora nació en Cuba, en sus talleres de gráfica: “Hace muchos años se hizo un happening en La Habana, se cerraron algunas calles, llegaron orquestas que tocaban salsa y los pintores sacaron sus xilografías, las pusieron sobre una alfombra, las entintaron, las cubrieron con un lienzo y les pasaron la aplanadora.

“Eso me platicó un día Silvia Pandolfi, entonces directora del museo Carrillo Gil. Me gustó la idea y la hice en México, a finales de los años 80, para apoyar la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la jefatura de Gobierno de la ciudad de México.

“Fue un acto muy padre en Coyoacán, participaron muchas personas, más de 80 artistas e intelectuales (Vlady, Irma Palacios, Vicente Gandía, Martha Chapa y Raquel Tibol, entre otros). Hicieron una tela de 160 metros que se va exponer a partir del 21 de agosto en el Museo de la Estampa, en una muestra de los trabajos de los mejores talleres de grabado del país.

“Después, esa experiencia se repitió en la Fábrica de Artes y Oficios (Faro) de Oriente, con los chavos que ahí toman diversos talleres. Esa manta se quedó con ellos, mide unos 160 metros.

“La tercera experiencia la hicimos en Pensilvania, en el Lafayette College, con los pintores de la universidad. Esa obra midió 600 metros. Repetimos un segmento de 20 o 30 metros a lo largo de toda la tela.

“Otra más la hicimos también en Paseo de la Reforma, en 2006, cuando estuvo el megaplantón que apoyaba el voto por voto. Ésa fue de 60 metros. En esa ocasión le propuse la idea a Masri y le encantó.”

En el taller Tiempo Extra surgió la iniciativa de elaborar las placas de grabado en unicel, para que fuera más fácil el trabajo de los artistas y que éstas no se dañaran al ser aplanadas.

En total serán poco más de 900 placas originales que se utilizarán para crear el grabado de un kilómetro.

“Será un acto colectivo, de libertad, inclusive de protesta, si se quiere ver así, contra todo lo que se vive en el país”, concluye Emilio Payán.

Certamen de fotografía

Durante la realización del grabado monumental se convocará a un concurso de fotografía para que profesionales y aficionados registren el acontecimiento. “Será un día de fiesta”, señala a este diario el promotor cultural Isaac Masri.

Agrega que la Independencia “permite tener un tema muy abierto, pues, paradójicamente, con ella existen en el país más dependencias, hemos perdido libertad. Ese es el enfoque que los artistas están dando a sus trabajos.

“Por primera vez un grupo generacional importante de pintores se reúne: los monstruos del arte, pero también los chavos y los más importantes de ciudades que cuentan con una gran tradición en el grabado.

“El 15 se septiembre, en el tramo que va del Ángel de la Independencia a la Torre Mayor se detendrá el tránsito para que los artistas trabajen en los carriles de ambos sentidos. También participará Alejandro Martí: hará un grabado como un homenaje a su hijo Fernando. Se trata de una dinámica artística que con el tema de la Independencia aborda de manera natural el de la seguridad, algo que estamos pidiendo a gritos desesperados. Es nuestra manera de ganar espacios.

“Las piezas individuales se colgarán ese mismo día en varios postes a lo largo de Paseo de la Reforma, después trataremos de distribuir los trabajos en los distintos museos de la República.”

Como un reconocimiento a la labor que realizan los em-pleados del servicio de limpia del Gobierno del DF, varias cuadrillas de estos trabajadores ayudarán a entintar las placas; “queremos que participen en algo creativo, para agradecerles que sin ellos no podríamos vivir en esta ciudad ni 10 minutos”, señaló Isaac Masri, director del Centro Cultural Estación Indianilla.

La multitudinaria “fiesta en torno al arte” se repetirá el próximo año, con la elaboración de un kilómetro 100 metros de grabados y en 2010 será un kilómetro 200 metros de gráfica para conmemorar a lo grande el Bicentenario de la Independencia de México.