Usted está aquí: sábado 16 de agosto de 2008 Ciencias Energía microbiana, alternativa frente a los combustibles fósiles

■ Con algas o bacterias es posible generarla y no daña el medio ambiente: especialista

Energía microbiana, alternativa frente a los combustibles fósiles

■ De agotarse las fuentes que se usan en la actualidad, la humanidad está en riesgo de quedar a oscuras y con hambre: Krajmalnik

■ En la UAM, llamó a incentivar la investigación en este campo

Emir Olivares Alonso

En el futuro, la energía microbiana, que se genera a partir de microrganismos como algas o bacterias, será una alternativa “prometedora” para reemplazar combustibles fósiles por energía renovable, ya que estos organismos producen formas “altamente útiles que no ponen en peligro el medio ambiente”, aseveró Rosa Krajmalnik Brown, investigadora del Center for Environmental Biotechnology, Biodesign Institute, de la Universidad de Arizona.

Durante su participación en un seminario en la Universidad Autónoma Metropolitana, la especialista estadunidense dijo que debido a su gran potencial, este tipo de energía será parte “del concierto de las alternativas renovables que deberán producirse y utilizarse para evitar el riesgo de terminar con las reservas de combustibles fósiles y dejar a la humanidad con frío, hambre y en la oscuridad”.

Campo de estudio nuevo

El estudio de los microrganismos para generar energía es reciente. Hace algunos años, la Academia Americana de Microbiología publicó un informe intitulado Conversión microbiana de energía, en el que expone que organismos como las bacterias, desperdicios de alimentos, granos y microbios, entre otros, pueden desarrollar combustibles alternativos que, entre otras posibilidades, evitarían la emisión de bióxido de carbono y de otros químicos que provocan el calentamiento global.

Krajmalnik Brown explicó que la bioenergía microbiana es un campo de investigación científica relativamente nuevo que para su desarrollo y éxito demanda el conocimiento profundo de las comunidades microbianas, las cuales, subrayó, son altamente complejas. Por ello, agregó, es fundamental incentivar y generar más investigación al respecto.

La especialista en biología molecular informó que organismos como algas y microalgas pueden usarse para producir energía, ya que éstas generan aceites que se transforman en biodisel; también aseveró que los organismos anaerobios producen metano e hidrógeno, elementos que generan gas natural y electricidad, respectivamente.

La investigadora estadunidense refirió dos disciplinas que pueden ayudar para un mejor entendimiento y estudio de la estructura y funciones de las comunidades microrgánicas: la genómica y la biología molecular (pregenómica). Éstas, dijo, integradas a la ingeniería avanzada y los nuevos materiales “podrían acelerar la velocidad de desarrollo de esta área de estudio y hacer realidad, en un futuro cercano, la producción de bioenergéticos microbianos” a escala mundial.

Resaltó que una de las técnicas de biología molecular más importantes para detectar los microrganismos predominantes en un sistema es la llamada Polyeresa chain reaction, mediante la cual es posible saber cuántos genes específicos se encuentran en el principio de la reacción de una muestra, lo que resulta fundamental para identificar qué microrganismos aparecen y en qué proporción.

Hasta electricidad

Los últimos hallazgos con la aplicación de estas técnicas sirven para saber que existen microorganismos que trabajan junto con otros para el buen funcionamiento de estos sistemas, como en las células que producen electricidad, pues en ellas hay algunos generadores de metano, explicó.

Asimismo, la especialista estadunidense destacó la importancia de conocer en detalle los procesos metabólicos que llevan a cabo estos microrganismos para la producción de energía y cuáles son los más importantes para controlar el sistema y lograr que aquellos que sean fundamentales para la producción de energía se encuentren en abundancia, además de que, dijo, se tiene que aprender a canalizar la energía producida.

Diversas investigaciones afirman que con este tipo de tecnología podrían desarrollarse pequeños artefactos que usen luz solar y agua y logren generar la electricidad que requiere un departamento o conjunto habitacional; además de que ya hay prototipos que se utilizan para descontaminar el agua mediante biorreactores y biodigestores que emplean microrganismos aerobios y anaerobios.

 
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