■ La represión, por enfrentarnos al gran gánster, señala Toledo, quien encabezó la toma del STPRM
Los petroleros golpeados presentan denuncia contra Romero Deschamps
■ Cuando se fueron los reporteros empezó el desalojo; “sacaron pistolas y hasta cortaron cartucho”
Ampliar la imagen Después del desalojo de los petroleros que se oponen al liderazgo de Carlos Romero Deschamps, llegaron más simpatizantes de éste para reforzar la sede del sindicato Foto: Jesús Villaseca
“La represión y la violencia son consecuencias previsibles de enfrentarse con el gran gánster del sindicalismo: Carlos Romero Deschamps”, señaló Omar Toledo Aburto, quien la madrugada de ayer encabezó la toma de la sede del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), que terminó en refriega y golpiza para quienes lo acompañaron.
Toledo, dolido y “preocupado” por la salud física de los petroleros con quienes llegó cerca de las 4 de la madrugada a la sede gremial, presentó ayer una denuncia penal contra Romero Deschamps por haber ordenado que fueran reprimidos y “brutalmente golpeados” en su intento por tomar la central de este sindicato, aun cuando entre ellos había jubilados e incluso una mujer.
Habló con La Jornada poco antes de presentar la denuncia y, como había adelantado a este medio, dijo que fueron a “recuperar” el sindicato, porque ya se lo apropió el actual dirigente. Señaló que a pesar del “terrorismo” que ha impuesto el comité ejecutivo contra los trabajadores, no cejará, y a pesar de las intimidaciones y la violencia con que los agredieron, seguirán en la lucha hasta que caiga el dirigente del gremio petrolero.
La incursión estuvo a punto de acabar en tragedia, ya que según relató, lograron ingresar a la sede del STPRM y estar ahí durante más de una hora, e incluso llegaron reporteros de las guardias nocturnas de algunos medios informativos –con quienes habló–, pero apenas se retiraron empezó el desalojo, en el que “salieron a relucir pistolas y hasta cortaron cartucho”. Apenas clareaba la mañana cuando fueron sacados del edificio, al que cerca de las 6 horas llegó Romero Deschamps.
Cabe referir que hace 19 días Toledo empezó un plantón afuera de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en demanda de que la dependencia le revoque la toma de nota al actual líder petrolero.
Para los incondicionales, taquiza
Romero Deschamps se atrincheró en el sindicato, a donde llegaron a visitarlo “y darle su apoyo” líderes y trabajadores de las secciones cercanas. Incluso, ya en pleno folclor sindical, alrededor de las 10:30 horas llegó la consabida “taquiza” para las decenas de allegados al líder que estaban adentro de la sede.
Como ya es habitual en el sector obrero oficialista, el dirigente no quiso recibir a los medios que se congregaron afuera; su gente de prensa se limitó a repartir un comunicado donde señala que los disidentes fueron sacados del edificio “sin mayores consecuencias ni enfrentamientos”, por trabajadores “comisionados residentes en las cercanías del inmueble”.
El documento apunta que encabezaron la acción Omar Toledo Aburto y Jorque Patricio Pulido, a quién señalan como “ex funcionario”. Refiere que con violencia derribaron la puerta de acceso, violaron las puertas de la secretaría general y sustrajeron documentación de archivos y equipos informáticos, por lo que presentarán denuncias y pedirán “castigo contra los responsables”, quienes hicieron un “burdo intento de desestabilización”.
El comité de Romero Deschamps calificó de “gánsters” a quienes antes le habían propinado el mismo calificativo a este líder.
“Ya nadie para la ola de descontento contra el dirigente”
Alrededor de las 11 de la mañana, integrantes del Frente Nacional Petrolero ofrecieron una conferencia en la que señalaron que “la ola de descontento contra Carlos Romero ya nadie la para”. Jorge Fuentes García, coordinador general de esta organización, advirtió que habrá “más tomas del sindicato”.
Los miembros de dicho frente se definieron como una corriente totalmente independiente del grupo de Toledo, pero coincidieron en que no van a descansar hasta que se aplique toda la acción de justicia al actual líder petrolero y su comité ejecutivo, y “hasta verlos en la cárcel”.
Dijeron que deben responder por la desaparición del patrimonio sindical, que en 1989 era de más de 3 billones de pesos, más el valor de múltiples propiedades que “podrían servir para la construcción de varias refinerías” en común acuerdo con el gobierno. Riqueza que, sin embargo –señalaron–, se la ha apropiado el dirigente.
En tanto, Toledo anunció que regresará a su plantón indefinido en la STPS.