Usted está aquí: viernes 15 de agosto de 2008 Opinión Economía Moral

Economía Moral

Julio Boltvinik
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■ Camino novedoso para definir normas de pobreza /V

Describí, en la entrega anterior (8/8/08), una parte del procedimiento y de los resultados alcanzados por Bradshaw y coautores al definir presupuestos familiares normativos, apoyándose de manera novedosa tanto en el consenso de la población como en la opinión de los expertos en Gran Bretaña (GB)1. Hice notar que la interacción con los expertos (lo novedoso), sin embargo, se limitó a alimentación y calefacción, mientras en el resto fue sólo la opinión de los grupos de la población lo que definió la norma (procedimiento consensual). En cuanto a los presupuestos familiares normativos obtenidos, destaqué el altísimo peso que tienen en los hogares con menores en los que ambos padres (o uno en los monoparentales) trabaja de tiempo completo, los pagos por su cuidado (30% del total). En la gráfica que elaboré (y que por un error editorial no fue incluida en la entrega anterior, y que ahora se repone) comparé la estructura por rubros de la canasta normativa de una familia con dos adultos y dos menores en GB con la definida en Coplamar en 1982 para un hogar de estructura similar. Como puede observarse en la gráfica, es tal el peso del cuidado de menores en GB que hace aparecer muy pequeñas las proporciones del costo total que representan los demás rubros. La lección inicial es que en la canasta mexicana hay una omisión grave que es necesario reparar incluyendo este gasto en el grupo adecuado de hogares. Para comparar mejor la importancia de los demás rubros entre México y Gran Bretaña he incluido una tercera columna (sin cuidado de menores en Gran Bretaña). Parece razonable, como se ve en la gráfica, que en México la norma le dé un mayor peso a los rubros básicos (alimentación, ropa y calzado, y vivienda), y que en GB tengan más peso los bienes y servicios personales y la participación socio-cultural. El asunto requiere, sin embargo, más análisis.

El informe compara la norma de ingreso mínimo (NIM) con los gastos observados en los hogares en encuestas especializadas. De ahí se derivan las siguientes conclusiones que, aunque el reporte no califica de incidencia de la pobreza (de gasto), a eso se refieren: una tercera parte de los hogares unipersonales en edad de trabajar gasta menos que la NIM (es pobre); en los hogares de parejas pensionadas y en parejas con dos niños, la proporción de pobres baja a una cuarta parte, pero sube a la mitad en los hogares uniparentales con menores. En cuanto a la pobreza de ingresos, el informe sólo proporciona datos que muestran que la manera actual de calcularla en GB (y en toda Europa) comparando el ingreso familiar con 60 por ciento de la mediana del ingreso subestima la pobreza porque la NIM es, para la mayor parte de los tipos de hogar, cercana a 80 por ciento de dicha mediana. El informe es muy cauto y no sugiere que la NIM debería ser usada para medir la pobreza. Sin embargo, “alguien que vive debajo de este ingreso podría decirse que se encuentra en la pobreza en el sentido de no tener suficientes recursos para participar plenamente en la sociedad, pero no puede mostrarse que todos los que viven debajo de este nivel (la NIM) pasan por penurias” (p.49) (Esta última observación es válida para cualquier medición de pobreza de ingresos). El informe también compara la NIM con los beneficios gubernamentales (BG) provistos a personas sin empleo y concluye que los BG representan las siguientes proporciones de la NIM: para personas solas sólo 42 por ciento; para familias con niños dos terceras partes; y para parejas de pensionados 105 por ciento.

El informe derivó escalas de equivalencia (normativas) que expresan cuál es la NIM mínima para cualquier tipo de hogar comparado con una pareja (no pensionada) a la que se le da el valor 1.0. Estas escalas reflejan los costos individuales diferentes por grupos de edad y sexo (el costo relativo de un niño varón comparado con el de una mujer adulta, por ejemplo), así como las economías de escala que en algunos bienes familiares se generan en los hogares grandes. El informe describe las escalas de equivalencia usadas en GB, en la UE y en la OCDE: la McClemens, llamada así por el nombre del economista gubernamental británico que la derivó, mediante análisis econométrico, de la información de gasto de los hogares; la que venía usando la OCDE (que según el informe sólo fue una solución de compromiso entre las escalas usadas por los gobiernos), la recientemente adoptada por la misma OCDE por recomendación de la EUROSTAT (la oficina de estadística de la UE), que baja el costo de los menores y que también se ha adoptado en GB; una fórmula muy simplificada (la raíz cuadrada del número de personas) que, como las de la OCDE, no tienen base científica alguna. La escala de equivalencia basada en la NIM cuando se incluyen gastos de cuidado de menores, genera un costo relativo de 2.05 para una familia con niños (en comparación con 1.00 de la pareja), mientras que sin considerar este rubro el costo relativo es de 1.44. En la CNSE de COPLAMAR revisada por Alejandro Marín el valor, sin cuidado de menores, es de 1.47, muy similar al de GB, que no es muy lejano de las otras escalas de equivalencia (todas dan 1.4), pero la que usaba la OCDE daba un valor más alto, de 1.58.

Está claro que los hogares con menores, cuando todos los adultos del hogar trabajan de tiempo completo, requieren de un ingreso monetario mucho más alto en países como la GB y México donde no hay un sistema de cuidado infantil gratuito del Estado de amplia cobertura. También es evidente que tal omisión de la política tiene como propósito desincentivar la participación femenina en la fuerza de trabajo.

El informe concluye que la nueva escala de equivalencia adoptada en la OCDE y en GB subestima (levemente) la pobreza de los hogares unipersonales en edad de trabajar y (también levemente cuando no se incluyen gastos en cuidado de menores, pero muy fuerte cuando sí se incluyen) las de parejas con menores.

1Jonathan Bradshaw et al., A Minimum Income Standard for Britain, Fundación Joseph Rowntree, York, Reino Unido, 2008, 57 pp.

 
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