14 de agosto de 2008     Número 11

Directora General: CARMEN LIRA SAADE
Director Fundador: CARLOS PAYAN VELVER

Suplemento Informativo de La Jornada


ILUSTRACIÓN: Antonio Cardoso

¡¡VIVA VILLA!!
En el 85 aniversario de su asesinato

Pueden matarme en el campo de batalla,
pueden asesinarme en la montaña o cuando
duerma tranquilamente, pero la causa por la
que he peleado por 22 años seguirá viviendo,
porque es la causa de la libertad.

Francisco Villa
(Declaraciones a El Paso Morning Times, 8 de octubre 1915)

Corrido de
Pancho Villa
Adolfo León Osorio

Negar tu genio guerrero
es negar la luz del día.
Tea que todo encendía
fue tu brazo justiciero.
Quedaste en la patria mía
hecho romance de acero.
Negar tu genio guerrero
es negar la luz del día.

Los nuevos Dorados rememoran
al Centauro del Norte

Villa representa al campesino rebelde que lucha en contra de las injusticias sociales; al hombre de origen humilde capaz de enfrentar la oligarquía terrateniente que acaparó y despojó de las tierras a los campesinos, de enfrentar a las empresas extranjeras que se apoderaban del oro y los bosques de Chihuahua. Villa fue el hombre conocedor del terreno que logró expulsar al dictador Porfirio Díaz mediante la toma de Ciudad Juárez; el general que encabezó la División del Norte y que dirigió a más de 30 mil hombres armados y 40 trenes en movimiento; el mejor gobernador de Chihuahua que durante su período impulsó la educación pública, repartió alimentos a los pobres, y confiscó la tierra y los bienes de los hacendados. Fue el que encabezó la revolución en el norte del país aglutinando diversos liderazgos regionales, el que invadió Colombus, el que logró evadir la persecución de las tropas estadounidenses.

Pero Villa no ha sido símbolo de las luchas del campo porque enfrentó a los hombres mas ricos del país, quienes al término de la revolución se volvieron a aliar con el gobierno. Ellos crearon la leyenda negra del caudillo; trataron de borrarlo de la historia de la revolución y lo calificaron como analfabeto roba vacas.

El Barzón, por sus orígenes en la lucha por la defensa del patrimonio familiar, principalmente en el campo en el norte del país, y en particular en Chihuahua y Zacatecas, ha realizado acciones reivindicando a Villa. En 1999 partimos el 6 de octubre rumbo a la ciudad de México a lomo de nuestros caballos como lo hiciera Villa, durante 55 días, logrando llegar al Zócalo de la ciudad de México y estar presentes en diciembre durante la discusión del presupuesto de egresos de la federación; logramos con ello que la Cámara de Diputados modificara el presupuesto para el campo.

El zacatecano Manuel Ortega (El Pariente) fue el de la idea de la cabalgata.

Al iniciar 2008, en el puente internacional de Ciudad Juárez, en la protesta por la apertura total del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, platicábamos de Pancho Villa y sus Dorados. Cuatro de los campesinos presentes, de los municipios de Satevó y Santa Isabel y Buenaventua narraron que sus abuelos acompañaron a Villa; eran del grupo de elite de los Dorados (Gorgonio Beltrán, Martín y Pablo López y Epifanio Solís). El 12 de enero marchamos rumbo a México en nuestros tractores y denominamos nuestra lucha Movimiento de Resistencia Campesina General Francisco Villa. En nuestra lucha seguiremos reivindicando a Villa.

Martín Solís Bustamante / El Barzón Chihuahua

Francisco Villa era un caudillo de la masa campesina, interpretando masa campesina como los trabajadores de las haciendas agrícolas, los jornaleros del campo y los vaqueros que lidiaban el ganado de las haciendas ganaderas. Pero sus más fieles seguidores fueron los pequeños propietarios de las colonias agrícolas (algo parecido a los ejidos de hoy), aunque el objetivo principal de la fundación de esas colonias había sido el de servir de contención a las hordas apaches y que no llegara su devastación a las poblaciones importantes.

Villa sabía cómo desempeñarse para que lo siguieran, lo quisieran y lo comprendieran los campesinos y era muy malo para explicar sus ideales y su causa a quien no era campesino. Era muy cabrón en el buen sentido, arraigado a la gente; valiente como sus seguidores; dormía y comía como ellos, a la intemperie. Incluso en el breve periodo que fue gobernador, no resistía estar en la oficina y salía a arrear caballos y mulas para embarcarlas en los trenes.

A diferencia de Emiliano Zapata, el agrarismo de Villa es poco conocido por varias razones. Porque alrededor de Villa no giraba un equipo de intelectuales que recogieran sus ideales campesinos. Porque estaba muy lejano, tanto vivo como después de muerto, del mundo periodístico de México. Porque después de la revolución todos los hacendados regresaron por sus propiedades, que les fueron restituidas, y éstos se encargaron de borrar el ideal campesino de Villa para que no hubiera un segundo intento de reparto. Porque la clase política, intelectual y militar que se asentó en Chihuahua procedente del centro de la República y de Coahuila se encargó de borrar todo lo que hiciera recordar a Villa públicamente. Y esto perduró hasta los años 70s.

A Villa nunca le importó pasar a la historia, mucho menos dar explicaciones sobre sus acciones, ya que siempre las consideró justas. Él no aspiraba a la riqueza, y lo demostró. Él actuaba en el presente y sabía que moriría en la guerra. Jamás mentía sobre sus intenciones y por encima de todo odiaba las injusticias y a los que eran débiles en aplicar la justicia. Por eso fusilaba sin remordimiento ni recato. Pero el no ser hipócrita ni cobarde ante la opinión pública le acarreaba problemas de imagen.

Hasta la fecha se escucha en el campo del centro norte: ¡Viva Villa, cabrones!

Frente Democrático de Chihuahua


ILUSTRACIÓN: Antonio Cardoso
 

LA LEY AGRARIA DEL VILLISMO

Antonio Díaz Soto y Gama

Muy distinta es la concepción agraria de los hombres del Norte comparada con la manera como los del Sur entendían el problema.

Para el Sur la principal preocupación era la restitución y dotación de tierras comunales a los pueblos. Así lo afirma el Plan de Ayala, traducción fiel del pensamiento suriano.

Para los norteños la solución radicaba en el fraccionamiento de los enormes latifundios y en la creación de gran número de pequeñas propiedades, con extensión suficiente para soportar el costo de una buena explotación agrícola. Se aspiraba, por tanto, no a la parcela del ejido, sino a la posesión de una unidad agrícola que mereciera el nombre de rancho.

Más individualista el norteño, más ajeno a la tradición comunal del antiguo Calpulli, más deseoso de ejercitar en plenitud las funciones de libre propietario, exigía para sí una porción de tierra de regular tamaño que le perteneciera en pleno dominio.

Esa aspiración se refleja en la ley agraria del villismo:

“Considerandos: (...) la gran desigualdad en la distribución de la propiedad territorial ha producido la consecuencia de dejar a la gran mayoría de los mexicanos, a la clase jornalera, sujeta a la dependencia de la minoría de los terratenientes; dependencia que impide a aquella clase el libre ejercicio de sus derechos civiles y políticos (..).

Artículo 1. Se considera incompatible con la paz y la prosperidad de la República, la existencia de grandes propiedades territoriales (...)

Artículo 3. Se declara de utilidad pública el fraccionamiento de las grandes propiedades territoriales (...)

Artículo 7. La expropiación (...) comprenderá también la parte proporcional de muebles, aperos, máquinas y demás accesorios que se necesitan para el cultivo (...)

Artículo 12. Las tierras expropiadas (...) se fraccionarán inmediatamente en lotes que serán enajenados a precios de costo (...)

I. Las enajenaciones se harán siempre a título oneroso, con los plazos y condiciones de pago más favorables a los adquirientes (...)

II. No se enajenará a ninguna persona una porción de tierra mayor que la que garantice cultivar.

III. Las enajenaciones quedarán sin efecto si el adquiriente dejase de cultivar sin causa justa durante dos años (...)

IV. La extensión de los lotes en que se divida un terreno expropiado no excederá en ningún caso de la mitad del límite que se asigne a la gran propiedad (...)

VI. En los terrenos que se fraccionen (...) se dejarán para uso en común (...) de los parcelarios, los bosques, agostaderos y abrevaderos (...)

Artículo 17. Los gobiernos de los estados expedirán leyes para constituir y proteger el patrimonio familiar sobre las bases de que éste sea inalienable, que no pueda gravarse ni estar sujeto a embargos.

Dado en la Ciudad de León, a los veinticuatro días del mes de mayo de 1915. Francisco Villa. Al C. Francisco Escudero, encargado del Departamento de Hacienda y Fomento. Chihuahua

No se trata, pues, como en el reparto ejidal, de reducir la parcela a la extensión indispensable para el cómodo sustento del beneficiario, sino que se persigue un objeto económico agrícola mucho más amplio; crear (...) esos dinámicos agricultores que en nuestro país se conocen (...) como rancheros, que no contentándose con (...) su subsistencia, aspiran a proveer a la economía nacional de todos los productos alimenticios y de toda la materia prima que aquella necesita. Esa finalidad (...) es la que falta hoy realizar, si no se quiere dejar incompleta la reforma agraria (...)

El Universal, 22 de abril, 1953




En el semanario “La Linterna” (Veracruz, No. 11, 1915) se satiriza a Francisco Villa y a Felipe Ángeles.

Las tres pelonas
Estaban las tres pelonas
sentadas en una silla
y una a otra se decían:
¡Que viva Francisco Villa!
(...)
Estaban las tres pelonas
sentadas en su ventana
esperando a Pancho Villa
pa´que les diera una hermana

Toma de Zacatecas
Ahora sí borracho Huerta
ya te late el corazón
al saber que en Zacatecas
derrotaron a Barrón
(...)
Gritaba el general Villa:
¿Dónde te hallas Argumedo?
ven y párate aquí en frente
tú que nunca tienes miedo.

Les decía el general Villa:
Échenme al viejo Barrón;
yo creo que todos me quedan
guangos como el pantalón.
(...)
¿Cómo estarás viejo Huerta?
harás las patas más chuecas
al saber que Pancho Villa
ha tomado Zacatecas.

Combates de Celaya
En mil novecientos quince,
Jueves Santo en la mañana,
salió Villa de Torreón
a combatir a Celaya
(...)
Dice don Francisco Villa:
Está muy mala la cosa,
están cayendo soldados
del batallón Zaragoza

Decía don Francisco Villa:
No sé qué me está pasando,
estoy perdiendo la acción
por los que se están volteando

Decía don Francisco Villa:
Amigos yo ya perdí,
pero en un poco de tiempo
nos veremos por aquí.

Decía don Francisco Villa:
Adiós, adiós mexicanos,
ya me voy para Columbus
a ver los americanos.

Persecución
Patria, México, febrero veintitrés,
dejó Carranza pasar americanos:
dos mil soldados, doscientos
aeroplanos, buscando a Villa,
queriéndolo matar.
Comenzaron a echar expediciones,
los aeroplanos comenzaron a volar,
por distintas y varias direcciones,
buscando a Villa, queriéndolo matar
(...)
Los de a caballo ya no se podían
sentar, los de a pie ya no podían
caminar; entonces Villa les pasa
en su aeroplano y desde
arriba les dice: Gurbay

Muerte
¡Pobre Pancho Villa...!,
fue muy triste su destino;
morir en una emboscada
y a la mitad del camino.

Tumba
Cuantos jilgueros y zenzontles veo
pasar, pero qué triste cantan estas
avecillas, van a Chihuahua a llorar
sobre Parral donde descansa
el general Francisco Villa.