Baja previsión económica para Japón y EU
Nueva York, 13 de agosto. El debilitamiento de la demanda global y los precios más altos en todo el mundo destacaron el miércoles con datos negativos sobre las principales economías del mundo –Estados Unidos y Japón. Mientras que en el primer país se registró una caída de las ventas minoristas, en el segundo se reportó una contracción económica durante el segundo trimestre.
El consumo de las familias declinó en julio por primera vez en cinco meses en Estados Unidos, enviando una nueva señal de debilitamiento del crecimiento, cuando empiezan a extinguirse los efectos de un plan de reactivación. Las ventas minoristas cayeron 0.1 por ciento, con relación a junio, la primera baja desde febrero. El descenso de consumo estuvo marcada por una nueva caída en la industria automotriz, indicó el Departamento de Comercio. En tanto, las solicitudes de hipotecas bajaron la semana pasada 1.5 por ciento, acercándose a los niveles de julio, que fueron los menores en más de siete años.
Si bien los precios del crudo recientemente han bajado de sus máximos, los altos costos de los alimentos y la energía, junto con el ajuste del crédito y el deterioro de las condiciones laborales, empañarían el consumo estadunidense a futuro. “Existe muy poca demanda orgánica del consumidor en la economía estadunidense y creemos que se deteriorará aún más a medida que progrese el año”, dijo Boris Schlossberg, director de análisis cambiario de GFT Forex en Nueva York.
Señales de recesión
Otro reporte mostró un aumento mayor de lo previsto en los precios de importación de Estados Unidos. En los últimos 12 meses, los precios en dichos rubros se han elevado en 21.6 por ciento, el mayor aumento en 26 años. La desaceleración en Estados Unidos, la mayor economía del mundo, afecta a otras economías importantes.
La economía de Japón se contrajo 0.6 por ciento en el segundo trimestre, el ritmo más fuerte desde 2001, la última vez que Japón estuvo en recesión después del estallido de la burbuja de Internet.
Economistas y funcionarios dicen que Japón está cayendo en una recesión, o ya está en una, terminando un ciclo de crecimiento que empezó a inicios de 2002, el más largo en seis décadas.
Los consumidores y las compañías recortan el gasto mientras tratan de adecuarse a los altos costos de la energía y las materias primas. La propagación de los problemas de la desaceleración estadunidense perjudica a las exportaciones hacia las naciones emergentes, lo que podría marcar el final de la fase de crecimiento más larga de la economía japonesa desde la Segunda Guerra Mundial.