■ Mi compromiso es trabajar coordinado con todos los gobernadores y con el jefe de Gobierno, dice
Manifiesta Calderón su disposición a reunirse a la brevedad con Ebrard
■ Pone en marcha en Ecatepec las obras del nuevo drenaje profundo, el Túnel Emisor Oriente
El presidente Felipe Calderón Hinojosa declaró ayer estar dispuesto a reunirse a la brevedad posible con el jefe de Gobierno del Distrito Federal, el perredista Marcelo Ebrard, tal como propusieron la organización México Unido contra la Delincuencia y el empresario Alejandro Martí.
Tras el emplazamiento que horas antes formularon María Elena Morera, de la mencionada agrupación civil, y el empresario, cuyo hijo Fernando fue secuestrado y asesinado en días pasados, el michoacano señaló que tiene el compromiso de trabajar coordinado con todos los gobernadores del país, con el jefe de Gobierno capitalino, con los demás poderes de la Unión y con la sociedad mexicana, para fortalecer el combate contra la delincuencia.
El mensaje de Calderón surgió al poner en marcha las obras del nuevo drenaje profundo, el Túnel Emisor Oriente, en Ecatepec, donde retomó el eslogan de su estrategia social y reconoció la voluntad del pueblo y del Gobierno del Distrito Federal para que la gente pueda verdaderamente vivir mejor en la ciudad de México.
Túnel políticamente complicado
Lo hizo por conducto del secretario de Gobierno del Distrito Federal, José Ángel Ávila Pérez, primer funcionario capitalino de alto rango que acude a una ceremonia encabezada por Calderón en más de un año ocho meses de gestión.
Ávila señaló: “Yo le traje saludos del gobierno de la ciudad al licenciado Calderón y él también envió saludos al gobierno de la ciudad”.
Al preguntarle si algún día ambos gobernantes aparecerán juntos, Ávila señaló que mientras la colaboración siga caminando “lo demás es secundario” e insistió que finalmente se dio una “feliz coincidencia” entre todos los gobiernos.
Fue en este municipio mexiquense, gobernado por el PRD, donde comenzaron los mensajes públicos entre el panista y el perredista. Ahí, Calderón celebró el hecho de que su gobierno y las autoridades del estado de México, del Distrito Federal y de Hidalgo se hayan puesto de acuerdo para concretar la construcción del nuevo túnel, que tendrá un costo de 12 mil millones de pesos, cubiertos de manera tripartita y quedará concluido en 2012.
Acompañado también por los gobernadores del Edomex, Enrique Peña Nieto, y de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, ambos priístas, Calderón calificó esta edificación como “políticamente muy complicada”, porque participan gobiernos de distinto signo partidista, del PRD, del PAN, del PRI, y de distintos niveles: federal y municipales.
A esta complejidad añadió otra, que no corresponde con los mitos de la política tradicional. “La política vieja en México decía que de las obras públicas hay que hacer sólo las que se ven y las que la gente puede reconocer: pero las que van bajo tierra y las que la gente no ve, pues es dinero prácticamente tirado o enterrado literalmente”, refirió el Presidente de la República.
A diferencia de sus anteriores discursos, en que llegó a culpar al Gobierno del Distrito Federal de una futura catástrofe hidráulica, Calderón descartó esta posibilidad, aunque dijo que pueden darse acontecimientos verdaderamente lamentables vinculados con la naturaleza, pero ya no señaló responsables.
Y como no se trata “de atenernos a la buena voluntad de Dios y de la naturaleza”, aseguró que el túnel permitirá arreglar de manera clara y contundente el problema del desagüe del valle de México, tanto de drenaje como de lluvias. Además, calificó la obra como una de las más importantes y costosas de su administración, incluso más que la presa El Cajón, y quizás el túnel de mayor tamaño en el mundo.
Complacido porque los gobiernos “nos ponemos de acuerdo para atender los problemas de la gente y resolverlos”, extendió saludos al alcalde de Ecatepec, el perredista José Luis Gutiérrez Cureño, y de otros municipios, así como a sus contrapartes del estado de México y de Hidalgo por contribuir a este esfuerzo metropolitano.
Cuando Calderón se retiró del acto hubo un altercado de porras. Los seguidores del alcalde gritaban “Cureño, Cureño”, “¡Obrador, Obrador!”, en referencia al ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, e incluso alguien exclamó “espurio”. Mientras que los del PRI respondieron con chiflidos y con “¡Enrique, Enrique!”, por Peña Nieto.
Cinco horas después, tras el llamado de México Unido contra la Delincuencia, la Presidencia de la República informó en un comunicado que el mandatario federal ve con simpatía los cinco puntos propuestos por esa organización, se comprometió a darles respuesta y consideró indispensable que cada poder público, así como los distintos órdenes de gobierno asuman con mucha mayor claridad este tipo de compromisos y acciones concretas para garantizar la seguridad de los ciudadanos.
(Con información de Javier Salinas, corresponsal)