Mezcales Campesinos: La Opción de la Sanzekan Tinemi
Catarina Illsley Granich
Mezcal Sanzekan es la
marca comercial de la
bebida envasada y comercializada
por la SSS Sanzekan
Tinemi (Seguimos Estando Juntos,
en náhuatl), organización campesina
guerrerense. Detrás de ella hay
años de esfuerzo por colocar en
el mercado un mezcal de calidad
artesanal elaborado con nuevos esquemas
de sustentabilidad ambiental
y comercio justo.
La historia de los mezcales, las
fuertes bebidas que se obtienen de
la destilación de numerosas especies
mexicanas de agave, está marcada
por el extraordinario desarrollo
del tequila, que ha conquistado los
mercados internacionales con una
producción anual que superó los 200
millones de litros en 2007. El tequila
creció así porque se crearon condiciones
para ello, en particular la
homogeneización genética y la producción
agroindustrial, que dan prioridad
al volumen y la ganancia económica
sobre la calidad, la equidad
y la sustentabilidad. La agavecultura
agroindustrial conlleva fuertes costos
ambientales: deforestación, pérdida
de biodiversidad, fragmentación de
ecosistemas, contaminación de suelos
y aguas por uso excesivo de agroquímicos...
Y sus beneficios se han
concentrado en pocas manos, cada
vez más en empresas trasnacionales.
Sin embargo, los tiempos han cambiado
y las perspectivas han incluido
a la sociedad y el ambiente. Sería
irresponsable repetir la historia del
tequila. La oportunidad de mercado
para los restantes mezcales parece
encontrarse justamente en su diversidad
y unicidad, así como en los paisajes,
las culturas y las personas que
los sustentan. La crisis ambiental demanda
modelos de producción con
mínimo impacto sobre los bosques,
los suelos y los mantos acuíferos.
Justo aquí se encuentra el valor
del mezcal Sanzekan, que se arriesga
a proponer y a experimentar nuevos
esquemas. Por un lado rescata el
conocimiento y la organización de
las comunidades campesinas y desarrolla
un modelo de producción
agroforestal del maguey papalote no
sólo con producción orgánica, sino
manteniendo su carácter de planta
silvestre, garantizando su manejo
sustentable sin eliminar las selvas
y bosques de los que forma parte, y
protegiendo así biodiversidad, suelos
y mantos freáticos, a cambio de
una producción limitada.
Por otro lado, se ponen en marcha
nuevos mecanismos para mantener
la producción artesanal y la cadena
completa en manos del sector social,
y se reduce la distancia entre el productor
y el consumidor. Con una
membresía superior a la veintena de
maestros mezcaleros y varios cientos
de magueyeros, el proyecto de
la empresa campesina se basa en el
principio de la diferenciación, que es
también una forma de garantizar la
calidad, de dignificar el trabajo y de
promover la conservación y el desarrollo
del conocimiento tradicional.
Cada botella lleva en la etiqueta el
nombre del maestro mezcalero y el
de la comunidad, el año de cosecha
y el número de lote. El añejamiento
se realiza en vidrio, como dicta la
tradición guerrerense. Se está construyendo
una cava con capacidad
para añejar 60 mil litros en vidrio,
la primera en México. Se formó un
órgano local de autorregulación, la
Asociación de Magueyeros y Mezcaleros
del Chilapan (Ammchi), con la
representación de todos los sectores
involucrados en el proceso del mezcal
(magueyeros –particulares y comunidades–,
maestros mezcaleros,
envasadores y comercializadores),
que certifica y garantiza el origen, la
autenticidad y la calidad del maguey
y del mezcal con base en los criterios
de calidad y sustentabilidad plasmados
en su reglamento interno.
Comercio equitativo. Mezcal
Sanzekan avanza bajo la premisa
que reconocer y promover la permanencia
de los mezcales campesinos,
garantizando una distribución equitativa
de los beneficios a lo largo de
la cadena, es una oportunidad para
impulsar enfoques más integrados
de desarrollo regional, con identidad
cultural, en las regiones áridas
más pobres del país, en donde los
magueyes y los mezcales son de los
pocos recursos generadores de ingresos
para las familias campesinas.
Ahora bien, para promover modelos
como éste, se requiere en
primer lugar reconocer que los
mezcales artesanales son productos
diferentes a las bebidas industriales
homogeneizadas y que por tanto
requieren de estrategias, legislación
y esquemas de mercado diferentes.
Tales políticas por ahora no son
las impulsadas desde las instancias
oficiales, pero poco a poco los productores
y los consumidores, conscientes
y cada más conocedores del
valor de la diversidad mezcalera de
México, las iremos empujando. El
actual auge de los mezcales campesinos
en numerosos bares y restaurantes
de la ciudad de México son
clara muestra de ello. La experiencia
de la Sanzekan Tinemi tiene
mucho que aportar en esa construcción,
además de que, por ser
producido cien por ciento de agave,
su mezcal no causa cruda.
Grupo de Estudios Ambientales, AC
Frente Barzonista de Lecheros Defiende
a Pequeños Productores
Lourdes Edith Rudiño
Con una membresía de 30 mil ganaderos de 19 estados
y una trayectoria de casi seis años, el Frente
Nacional de Productores y Consumidores de Leche
de El Barzón considera que su principal logro como
organización es el saber expresar y defender el interés de los
pequeños y medianos productores de leche, y eso le da autoridad
moral sobre las viejas estructuras corporativizadas.
Álvaro González Muñoz, presidente del Frente con
sede en Pachuca, Hidalgo, señala que la lechería nacional,
no obstante ocupar el lugar número 13 en el mundo en
volumen de producción, enfrenta una situación adversa:
de precios al productor oprimidos por la influencia de la
industria procesadora, que actúa como bloque, como monopolio;
importaciones crecientes baratas, y competencia
desleal de parte de las llamadas “fórmulas lácteas” y quesos
y yogures que en realidad no lo son (que están hechos con
lactosueros de baja calidad proteínica) pero que se comercializan
libremente ante la falta de vigilancia de la autoridad
y de normas de calidad obligatorias.
Como resultado, durante los 20 años recientes, el padrón
nacional de productores de leche cayó de 400 mil a 150 mil,
y las quiebras continúan. En este periodo desaparecieron
los precios controlados al consumidor, y se ha afianzado
un esquema en que la industria (Nestlé, Danone, Alpura,
Sigma, Lala) aplica precios bajos al productor, hoy de 3.80
a 4.50 pesos por litro, similares a los de hace cuatro años, y
cobra caro al consumidor, 10.50 pesos el litro en el caso de
la leche pasteurizada.
También dentro de esos 20 años se desarrolló la desgravación
del Tratado de Libre Comercio de América del Norte
(TLCAN) e, igual que ocurrió en maíz, el gobierno liberó
a los importadores del pago de aranceles en sobrecupos de
importación, a tal grado que “con 170 mil toneladas de leche
en polvo importadas anualmente de 1994 a 2007, el
gobierno dejó de cobrar más de cuatro mil millones de dólares,
dinero que bien pudo servir para apoyar a los productores
lecheros nacionales a ser más competitivos”.
Lecheros pequeños. Según el entrevistado, los lecheros
que predominan en el país son los de pequeña y mediana
escala: “el 90 por ciento tiene menos de 50 vacas”. Por eso
preocupa la forma de actuar de la priista Confederación
Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG).
“Hace cuatro años el Frente se movilizó y logramos que
Liconsa pagara el litro de leche a 3.84 pesos. La CNOG
negoció al año siguiente con Liconsa y aceptó 3.22. Por
ello, tan sólo en un mes desaparecieron 12 mil productores”.
El problema es que la CNOG ha sido en ocasiones
beneficiaria de cupos de importación de leche en polvo,
y perdió la noción de su objetivo: la defensa del interés de
los productores.
Por eso “al Frente se le reconoce como voz legítima de
los productores”. Y se ha hecho muy visible su presencia:
el 26 de enero pasado, previo a la marcha campesina en la
Ciudad de México, sus miembros hicieron un corral en el
Monumento a la Revolución, y en varias ocasiones, movilizados
frente a las secretarías de Agricultura y Economía, han
sacrificado vacas y han regalado leche a las amas de casa.
“Son vacas que ya estaban listas para el sacrificio en el
rastro, con siete u ocho años de edad, pero les hemos dado
muerte públicamente para que la gente se dé cuenta de
que, por los bajos precios que recibimos, muchas veces tenemos
que sacrificar las vacas antes de tiempo. La actividad
no es rentable. Si seguimos en esto es porque no sabemos
hacer otra cosa, y hay que trabajar. El maíz para el alimento
animal nos costaba en diciembre dos mil 300 pesos la tonelada,
ahora cuesta cuatro mil. Antes el alimento animal
representaba 48 por ciento de cada litro de leche, ahora es
60 por ciento”, señala González Muñoz y subraya que en
Estados Unidos y Europa la leche al consumidor se vende
a 19 pesos el litro. “Ese es el precio que regirá aquí cuando
desaparezcan totalmente los productores nacionales”.
Propuesta de reactivación. El Frente hoy está proponiendo
desarrollar una estrategia nacional de fomento a la
producción, para enfrentar la carestía global de alimentos.
El plan que promueve es que Liconsa, dependiente de la
Secretaría de Desarrollo Social, incremente su padrón de
proveedores de 10 mil actuales a 80 mil productores lecheros
y que amplíe significativamente sus compras de leche
fluida, que hoy son de un millón y medio de litros. Liconsa
dice que no está en condiciones de comprar más producto
fluido, pues sus instalaciones no son aptas para éste, sino
para rehidratar leche en polvo (de importación). El Frente
le pide que invierta para readecuar sus instalaciones. La intención
es garantizar la venta de leche y que el precio de Liconsa
influya en los precios que paga la industria priavada.
Asimismo, el Frente pide que Liconsa incremente de seis
a 12 millones su padrón de beneficiarios (de población pobre)
que adquiere leche subsidiada a cuatro pesos el litro,
y que además de la leche que coloca en este mercado, de
3.2 millones de litros hoy al día, genere la venta de otros
ocho millones de litros diarios a un precio más alto, de
ocho pesos, para atender a población que no es paupérrima
pero que requiere un precio inferior al comercial. Con esto
Liconsa podría sostener sus finanzas.
La idea es que Liconsa sea la columna vertebral de esta
estrategia y que por su intermediación lleguen todos los
apoyos públicos que maneja la Secretaría de Agricultura,
y que hoy día son “muy manoseados” y no llegan a quien
realmente los necesita. |
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