■ Un suicidio, que el Estado dejara de estimular al teatro, advierte Enrique Singer
El gobierno escatima apoyos a la cultura: funcionario de la UNAM
■ Artistas y directores libran “feroz rebatinga” por los espacios, indica
■ La universidad sólo montará obras que sean propositivas y posean cierto nivel artístico y técnico, manifiesta
La difusión y la escasez de espacios para el teatro persisten como dos de los principales problemas que debe enfrentar la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) para proseguir con el propósito de reanimar el teatro universitario, comentó Enrique Singer, recientemente designado titular de la Dirección de Teatro de esa casa de estudios.
“En México los espacios artísticos se han ido reduciendo. El Estado debe seguir apoyando al teatro, pensar que eso no sea así es un suicidio. Hemos tenido una sucesión de gobiernos que han reducido espacios y apoyos a la cultura”, explicó el funcionario.
“Ahora, no sólo es un problema de reducción económica, sino de falta de voluntad de una política cultural de adecuarse a los tiempos. No ha habido una discusión adecuada de cómo organizarnos.
“Como resultado de ello, se provoca una feroz rebatinga entre los artistas y directores por los espacios.”
Falta de voluntad política
Este año, prosigue Enrique Singer, a la Dirección de Teatro de la UNAM “llegaron más de 80 solicitudes de artistas independientes que necesitan un espacio teatral; de ellas se seleccionaron seis obras para ponerlas en escena, en coproducción, lo que significa que de entrada ya existen 74 inconformes que piensan que tienen el derecho de estar y no están”, apuntó Singer.
Eso, añadió, “es producto de políticas culturales anárquicas, sin sentido, de los recientes sexenios.
“El Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, cuando se creó, fue una respuesta, en su momento, a ciertas necesidades, pero evolucionó muy poco para el nivel del problema (de la cultura en México).”
Para esta nueva gestión del teatro universitario, encabezada por Singer, el consejo asesor estará integrado por Juliana Faesler, Julieta Egurrola, Jorge Ballina, Mario Espinosa, Luis Mario Moncada y Alberto Lomnitz, quienes tendrán como principio rector apoyar obras que “tengan una voluntad de búsqueda, de riesgo, que sean propositivas y posean cierto nivel artístico y técnico.
“Los que asumimos la responsabilidad de la selección”, continuó el funcionario universitario, “tenemos que trabajar en dos aguas: una, ofrecer las condiciones para el desenvolvimiento de los colegas, y otra, conjugar esa labor, con la forma en cómo se organizan las cosas, lo que es muy difícil cambiarlas de manera individual, pues se necesita la voluntad política de todos y en estos momentos no se tiene”.
La gestión de Enrique Singer se centrará, entre otros aspectos, “en consolidar y continuar con los proyectos heredados que han mostrado viabilidad”, como es el de Carro de Comedias, pues “la idea es tener dos Carros de Comedias”, así como el Festival Nacional de Teatro Univesitario, el cual “ahora será abierto al público, mediante una jornada maratónica”.
Asimismo, se tiene como propósito regresar a la vinculación entre los estudiantes universitarios, la academia y el quehacer teatral profesional.
Dos temporadas al año
De acuerdo con Singer, del presupuesto de alrededor de 14 millones de pesos, 7 millones 600 mil pesos se han destinado a la producción y coproducción de seis obras para lo que resta del año.
Anualmente se programarán en la UNAM dos temporadas teatrales: primavera y otoño. Y el número de funciones de las obras pasará de las actuales 30 a 50; y se presentarán a partir del jueves, día en que el precio del boleto será de 30 pesos.
Las obras seleccionadas, cuyos estrenos se realizarán en fechas próximas, son: Encuentro de claridades, idea original y dirección se Sandra Félix; Eduardo II, de Christopher Marlowe, dirigida por Martín Acosta; Clavigo depredador, de Goethe y Hammerthaler, dirección David Hevia; Otra vuelta de tuerca, de Henry James, dirigida por Mauricio Jiménez; DF teatro: homenaje a Emilio Caballido, con diferentes directores, y Olimpia 68, de Flavio González Mello, con dirección de Carlos Corona.