Usted está aquí: miércoles 13 de agosto de 2008 Mundo Acuerdan Rusia y la UE plan de 6 puntos para un arreglo político con Georgia

■ Ambas partes cesan las hostilidades y decretan duelo nacional por las víctimas

Acuerdan Rusia y la UE plan de 6 puntos para un arreglo político con Georgia

■ La propuesta incluye un debate internacional sobre el futuro estatus de Osetia del Sur y Abjazia

Juan Pablo Duch (Corresponsal)

Ampliar la imagen En Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, una damnificada observa su casa, destruida en los enfrentamientos entre fuerzas rusas y georgianas En Tsjinvali, capital de Osetia del Sur, una damnificada observa su casa, destruida en los enfrentamientos entre fuerzas rusas y georgianas Foto: Reuters

Moscú, 12 de agosto. Rusia y la Unión Europea, representada por Francia, que ostenta la presidencia rotatoria este semestre, alcanzaron este martes aquí un principio de acuerdo en torno a un plan de arreglo político de la crisis bélica en el Cáucaso, que consta de seis puntos (tres más de las que contenía la iniciativa europea).

El entendimiento se facilitó en el contexto de un virtual alto el fuego que Georgia formalizó ayer mediante la firma de una declaración unilateral y que Rusia, sin dar el mismo paso, secundó con la decisión del Kremlin de ordenar hoy “el fin de la operación militar para imponer la paz a Georgia”.

Tbilisi aceptó cesar las hostilidades para “frenar la agresión de Rusia”, según el presidente de Georgia, Mijail Saakashvili, y Moscú lo hizo porque su ofensiva militar “cumplió su objetivo: se restableció la seguridad de nuestras fuerzas de pacificación y de la población civil. Se castigó al agresor y sufrió grandes pérdidas, su ejército tuvo que retirarse”, en palabras del presidente de Rusia, Dimitri Medvediev.

Son visiones diametralmente opuestas de la necesidad compartida de acabar con el inútil derramamiento de sangre, pero es lo que, a partir de ahora, contará más a la hora de negociar una solución política definitiva, que se prevé un proceso dilatado y complejo.

La decisión de Georgia, hecha pública hoy por Saakashvili, de salirse de la Comunidad de Estados Independientes, el membrete postsoviético que legitima la presencia en Osetia del Sur y Abjazia de contingentes de pacificación de Rusia, sugiere que Tbilisi, tarde o temprano, buscará sustituirlos con soldados de otros países, en primer término de la OTAN, algo que difícilmente admitirá Rusia.

Por lo pronto, está sobre la mesa el plan de paz que hoy, tras cinco horas de intensas negociaciones, definieron en esta capital Medvediev y su par francés, Nicolas Sarkozy, en su calidad de presidente en turno de la Unión Europea, con la explícita ausencia de Estados Unidos, empeñado en inculpar a Rusia en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El plan consensuado por Rusia y la Unión Europea consta de seis puntos:

Primero, renunciar al uso de la fuerza; segundo, cesar por completo las hostilidades; tercero, permitir el libre acceso a la ayuda humanitaria; cuarto, el ejército de Georgia deberá replegarse a su lugar habitual de acuartelamiento; quinto; el ejército de Rusia deberá posicionarse en el límite de mediación anterior al comienzo de hostilidades; y sexto, se acepta iniciar un amplio debate internacional sobre el futuro estatus de Osetia del Sur y Abjazia y sobre las vías para garantizar una seguridad sólida para éstas.

Tres eran las premisas de la iniciativa europea original: alto el fuego inmediato; respeto de la integridad territorial de Georgia; y retorno al statu quo que existía antes del ataque que emprendió Georgia para “restablecer el orden constitucional” en Osetia del Sur, la madrugada del viernes anterior.

Queda, pues, un amplio margen de interpretación en el nuevo plan de paz, que cada cual hará a su manera, sin que aún parezca inminente el respaldo de Rusia a la independencia de Osetia del Sur y Abjazia, que –según Sarkozy– se comprometió a respetar la soberanía de Georgia.

A la vez, tampoco resulta fortuita la insistencia de Moscú de que el ataque de Georgia debe calificarse de “genocidio”, condición que, a juicio de Estados Unidos y la Unión Europea, hacía diferente el caso de Kosovo y que les permitió, a pesar de la opinión contraria de Rusia, reconocer su independencia respecto de Serbia.

Mientras esta guerra, con su cruento saldo de muertos y heridos, y la amplia devastación que provocó en ambos lados, deviene poco a poco en otro tipo de batallas –la política y la diplomática, sobre todo– Moscú y Tbilisi, sin ponerse de acuerdo, adoptaron hoy una medida coincidente: decretar duelo nacional por las víctimas en Osetia del Sur y Georgia.

 
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