Usted está aquí: miércoles 13 de agosto de 2008 Política Rendon Group en Colombia

José Steinsleger/ I

Rendon Group en Colombia

El pleonasmo y el señalamiento parecen innecesarios. Sin embargo, hay que ver “con los propios ojos”: México no es Colombia… todavía. Quiero decir que cuantitativa y cualitativamente no hemos llegado a los niveles de violencia, abyección y degradación institucional que padece Colombia… todavía.

Es verdad que nadie escarmienta en cabeza ajena y que una sociedad sangra por su propia herida. No obstante, y aun cuando en términos de criminalidad y desamparo social nada parecería más horrendo que la propia situación de inseguridad nacional, a los políticos honestos de México no les vendría mal reflejarse, por un instante, en el espejo colombiano.

¿Existen en México políticos honestos? Se trata de algo difícil de constatar con “los propios ojos”. Se entiende: para la mayoría de los medios impresos y electrónicos de México (casi todos aliados del gran capital) cualquier político que diga la verdad no existe.

En los medios masivos de incomunicación, por ejemplo, las verdades del subcomandante Marcos existen cuando desacredita a su “enemigo”, Andrés Manuel López Obrador. Pero no existen los argumentos que ambos dirigentes y otros comparten desde distintas posiciones: la depredación del capitalismo salvaje, la increíble cesión de soberanía y la urgencia de cambiar el rumbo económico y social del país.

Casos como el referido han sido muy bien analizados y evaluados en Colombia por grupos de propaganda sucia como Rendon Group (RG), empresa estadunidense contratista del Pentágono. Sus armas: vender una mentira como verdad y convertir en política oficial el uso indiscriminado de la calumnia y la desinformación (ver antecedentes de RG en La Jornada, artículos del 30/7 y 6/8).

Antes de ocupar el Ministerio de Defensa de Colombia, en plena campaña presidencial de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos contrató los servicios de RG para el “partido de la U”. La estrategia de RG fue tal como la describió el periodista estadunidense Franklin Foer: “golpes efectistas, respuestas veloces que deslumbran al público, frases fáciles de recordar” (The New Republic, 20/8/02).

Según trascendidos de prensa, casi 50 por ciento de la ayuda estadunidense para el Plan Colombia se dedicó a una campaña de imagen del Ministerio de Defensa, encabezado por Santos. RG empezó con recursos de perfil bajo, como el empleado en los meses previos a la invasión de Irak: un mazo de naipes de póker, con las imágenes de los jefes de las FARC.

Simultáneamente, RG se concentró en su especialidad: reclutar y subcontratar “agentes” (periodistas, académicos) dispuestos a justificar ideológicamente el Plan Colombia o Plan Patriota y, finalmente, la estrategia de “seguridad democrática” del presidente Uribe.

A modo de cobertura institucional para el desarrollo de los planes guerreristas del Pentágono en la subregión andina, RG impulsó la creación de la Fundación Seguridad y Democracia (FSD, Bogotá, 19/11/02), integrada por un “selecto grupo de personas”.

Entre ellas figura Enrique Santos, primo del ministro de Defensa y director de El Tiempo (legendario periódico liberal de Bogotá, afiliado a la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP). En estatutos, la FSD asegura corresponder a una entidad de carácter “independiente” y sin vínculo con “… ningún gobierno, partido político o credo religioso” (sic).

La FSD está presidida por Germán Espejo, personaje “atendido” por Rendon Group que trabaja directamente con Uribe. Experto en “comunicación estratégica” (sic) y asuntos militares y consultor en seguridad y asuntos internacionales (2001-04) para el Ministerio de Defensa, Espejo fue coordinador y miembro de la delegación colombiana del Grupo Bilateral de Trabajo entre dicho ministerio y el Departamento de Defensa de Estados Unidos (Washington, febrero de 2003 y abril de 2004).

Espejo posee credenciales académicas sumamente interesantes: Universidad de Posgrado de la Armada de Estados Unidos y Curso de Planeamiento de Operaciones de Mantenimiento de Paz (Monterrey, California, julio 2003). En la Universidad de Defensa de China Popular asistió a un Curso Superior de Defensa (febrero-julio de 2002), y como mentor de la actual línea de seguridad de Uribe, Espejo ha escrito una decena de títulos especializados.

El otro jefe de la FSD es Alfredo Rangel, director general. Editorialista de El Tiempo y la revista Cambio, Rangel posa de “violentólogo” (sic) en la Universidad de los Andes y ha sido consultor del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Es autor de un par de libros a la carta del Pentágono: Guerra irregular en el fin de siglo (2001) y Guerreros y políticos: diálogo y conflicto en Colombia (1998-2002).

El investigador venezolano Carlos Lanz Rodríguez (a quien agradecemos los datos volcados en el exhaustivo informe que despliega las actividades de RG en Colombia y Venezuela) observa que Espejo y Rangel han sido los encargados de legitimar el Plan de Seguridad Democrática impulsado por Uribe.

Lanz Rodríguez señala que dicho plan va dirigido a “preservar y consolidar los intereses del imperio en América del Sur, con énfasis en la región andina”.

 
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