■ Se trata de buscar consensos, pero la luz y el agua no pueden ser negocio privado, dice
Pide Evo Morales deponer actitudes radicales y aboga por el diálogo
■ Tras la nacionalización de los hidrocarburos hay recursos para atender demandas históricas, señala
Ampliar la imagen Evo Morales, presidente de Bolivia, muestra el encabezado de un periódico que afirma que el gobernante perdió en cinco regiones el referendo revocatorio. “Eso es mentira”, sostuvo, y pidió a los medios de comunicación de su país que digan la verdad Foto: Ap
La Paz, 11 de agosto. A deponer actitudes radicales para buscar consensos en bien del pueblo de Bolivia y de la unidad nacional llamó hoy el presidente Evo Morales a los gobernantes provinciales, alcaldes y movimientos sociales del país, “sean cívicos o sindicales”.
El mandatario se dijo dispuesto a escuchar todas las propuestas pero, si algún empresario, algún prefecto dice que los servicios básicos deben ser negocio, habrá que ver “qué dicen los movimientos sociales”.
Este es un debate ideológico, programático y “se trata de buscar consensos entre todos los sectores”, pero la luz, el agua, no pueden ser negocio privado. “Eso depende del pueblo, no de Evo”, dijo, al señalar que a veces se siente como “un sangüich”.
“Ceder no es responsabilidad de Evo sino de los grupos sociales, de buscar acuerdos que beneficien al pueblo que ha sido explotado, maltratado”, de buscar cómo reparar daños de tantos años.
En rueda de prensa con medios extranjeros, el presidente boliviano, ratificado con 63.1 por ciento de votos –según conteo rápido de la empresa Ipsos Apoyo, Opinión y Mercado– en el referendo revocatorio de su mandato (y de ocho de los nueve prefectos) realizado la víspera, se dijo “contento” por los resultados de la consulta.
Ante una cincuentena de periodistas de diversos países del mundo –algunos de los cuales aplaudieron cuando Morales arribó al salón de los Espejos del Palacio Quemado, sede de gobierno– el mandatario indicó que sólo está esperando los resultados oficiales del referendo, por parte de la Corte Nacional Electoral, que determinarán qué prefectos son ratificados y cuáles revocados, para convocar al diálogo nacional.
Morales Ayma se dijo abierto a dialogar con todos los sectores. De hecho, indicó, el primer sector que recibió en el Palacio Quemado no fueron los movimientos sociales, ni siquiera el movimiento indígena, sino el sector empresarial.
En la Asamblea Constituyente el gobierno buscó, mediante el vicepresidente de la república, Álvaro García Linera, acuerdos con todos los sectores, “y se han acordado todos los temas, pero a último momento”, por protagonismo o alguna otra razón se desdijeron”, añadió.
En Santa Cruz no quieren pactos
Incluso se conversó en Santa Cruz con el Comité Cívico, “pero ellos no quieren acuerdo, sólo una guerra permanente con el gobierno nacional”, comentó Morales Ayma.
Apuntó además que su cultura indígena es la del consenso, ya que en las comunidades no se decide por mayorías y minorías, eso es algo que –dijo el presidente– viene de la cultura occidental; el pueblo toma decisiones a partir de sus beneficios.
En cambio, agregó, en el Parlamento nacional “no imperan los intereses de la patria sino los de grupos, los de personas”.
El diálogo siempre está abierto, primero pensando en el pueblo, desde la alcaldía, de los movimientos sociales, de los prefectos, sin fijarse en partidos políticos, que sea “un diálogo sincero, transparente de cara al pueblo… la ventaja que tiene el gobierno es que después de la nacionalización de los hidrocarburos ya tiene recursos para atender algunas demandas históricas”, apuntó.
A la pregunta de si tiene en perspectiva incrementar los impuestos a las empresas, contestó en forma negativa. En cuanto a las inversiones petroleras, Morales Ayma dijo que aquellas empresas que tiene explorados los megacampos que no inviertan en su desarrollo, “el gobierno nacional está en obligación de buscar otros recursos para inversión en esos megacampos”, para lo cual ya habló con embajadores de algunos países europeos y latinoamericanos en el país.
“Necesitamos inversión con socios, no patrones” reiteró, recordando que cuando los movimientos sociales pedían nacionalización con expulsión, sin indemnización de las empresas petroleras, él se dio a la tarea de hablar con cada uno de los dirigentes para explicarles que su gobierno va a respetar la propiedad.
Morales Ayma se quejó por otra parte de los medios de comunicación en su país, la mayoría –dijo– alineados a la derecha, a los cuales sólo les pide que digan la verdad, que no mientan.
Mostró la página de un diario que dice que Evo Morales perdió en cinco regiones. “Eso es mentira”, aseveró. “Hemos ganado en seis departamentos con más de 50 por ciento”.
De acuerdo con el conteo rápido de Ipsos, Morales Ayma logró más de 50 por ciento de la votación a su favor en Potosí, con 80.8 por ciento; Oruro, con 78.6 por ciento; La Paz, con 77.1 por ciento; Pando con 51.8 por ciento y en Cochabamba con 65.7 por ciento.
En Chuquisaca el no a la fórmula Morales-García fue de 50.4 por ciento; en Beni, 53.5; en Tarija, 59.1; y en Santa Cruz, 59.9.
Morales ganó las elecciones de diciembre de 2005 con 53.7 por ciento de la votación y asumió el poder en enero del siguiente año. De acuerdo con la legislación relativa a la consulta popular, el presidente y el vicepresidente habrían sido retirados de su cargo si la votación en contra superaba el porcentaje de votos recibidos en los comicios de hace dos años y ocho meses.
Mensaje de Fidel Castro
El gobierno boliviano distribuyó el texto de un mensaje de correo electrónico enviado a Morales por el líder cubano Fidel Castro.
“Evo: Felicidades. ¡Ha sido una colosal victoria!”, escribió Castro.