■ Aunque el país caucásico no produce crudo, es clave en su tránsito hacia Occidente
El conflicto Rusia-Georgia puede disparar de nuevo los precios del petróleo: analistas
■ La tensión con Irán en materia nuclear aumenta el riesgo de problemas de oferta, afirman
Londres, 10 de agosto. El conflicto entre Rusia y Georgia puede poner en peligro el paso de hidrocarburos por este último país, clave en el tránsito de petróleo y gas del mar Caspio hacia Occidente, por lo cual es posible que los precios del energético, que disminuyeron en las últimas semanas respecto de sus recientes niveles récord, vuelvan dispararse, si el mercado es sacudido por nuevos problemas de oferta, indican expertos.
Señalan que la tensión por el tema nuclear con Irán aumenta el riesgo de problemas de oferta y una nueva escalada en los precios de los combustibles.
La cotización del crudo en los mercados internacionales ha perdido 20 por ciento de su valor desde sus récords registrados en julio, por encima de 147 dólares el barril, en tanto que el pasado viernes se ubicó por debajo de 114 dólares.
La posición de Georgia, clave en el tránsito de hidrocarburos del mar Caspio hacia Occidente, se ve amenazada por el conflicto armado con Rusia, en detrimento de los países occidentales, preocupados por la seguridad del oleoducto que va de Bakú a Ceyhan, pasando por Tiflis.
Aunque Georgia no produce petróleo, las compañías energéticas occidentales han apostado por este país pro occidental, situado entre Irán y el monopolio de oleoductos y gasoductos rusos, para desarrollar las exportaciones de hidrocarburos extraídos de Azerbaiyán, al borde del Caspio.
Desde la llegada al poder del presidente georgiano Mijail Saakashvili en 2004, que favoreció un acercamiento de Tiflis con Estados Unidos y Europa, han sido puestos en funcionamiento dos nuevos conductos, pero el conflicto con Rusia podría poner en peligro el tránsito por el país caucásico.
El pasado sábado Azerbaiyán anunció la suspensión de sus exportaciones de petróleo a través de los puertos georgianos de Kulevi y Batumi en el mar Negro, debido al conflicto armado entre Rusia y Georgia en Osetia del Sur.
El primer ministro georgiano, Lado Gurgenidze, declaró que la aviación rusa efectuó el sábado bombardeos cerca del oleoducto Bakú-Tiflis-Ceyhan (BTC), que sin embargo no sufrió daños.
El operador del gasoducto, la compañía petrolera británica BP, declaró no estar al tanto de esas informaciones.
BP posee 30 por ciento de la infraestructura, cuya construcción costó más de 3 mil millones de dólares. Entre los demás socios se encuentran los grupos estadunidenses Chevron y ConocoPhillips. Inaugurado en 2006, el gasoducto BTC, de mil 774 kilómetros de largo, conduce el crudo de los campos petrolíferos de Azerbaiyán, en el mar Caspio, al puerto turco de Ceyhan, en el Mediterráneo; su capacidad es de 1.2 millones de barriles por día.
BP también es el operador del oleoducto Bakú-Supsa, un conducto soviético renovado, que llega hasta la costa georgiana en el mar Negro, así como del nuevo gasoducto del Cáucaso Sur (Bakú-Tiflis-Erzurum). Esta infraestructura, de 692 kilómetros, transporta unos 8 mil millones de metros cúbicos de gas al año desde el gran campo offshore azerbaiyano de Shah Deniz hasta la frontera entre Turquía y Georgia.
Para Natalia Leschenko, analista de Global Insight, los conductos georgianos no se verán en principio afectados por la actual ofensiva de Moscú. “La tarea de las fuerzas rusas es asegurarse el control de Osetia del Sur. Los conductos sólo peligrarían si hay una escalada y Rusia decide un bloqueo económico”, asegura.
Mientras, Michael Denison, miembro asociado de Chatham House, considera dicha eventualidad poco probable.
“Los ataques o tentativas de Rusia de tomar el control de los conductos serían extremos, ya que entonces la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) podría considerarlo una amenaza existencial para su seguridad, lo que implicaría una respuesta militar”, apunta.
Los analistas coinciden en que los combates en Georgia podrían perjudicar a largo plazo las inversiones en los hidrocarburos del Caspio, vistos como una alternativa a los recursos controlados por los países de Medio Oriente y Rusia.
Otro factor que, de acuerdo con los analistas, podría influir en una escalada de precios de los hidrocarburos, son las condiciones de compraventa volátiles y las amenazas sobre la oferta, como las que plantea la crisis de energía nuclear de Irán.
“En general, el panorama es de un mercado aún ajustado con una creciente demanda, vulnerable a riesgos sobre la oferta”, expresó Helen Henton, analista de Standard Chartered.
“Aún hay riesgos alcistas. Esperamos que los precios permanezcan en una franja de 110 a 130 dólares durante los próximos 18 meses, sin descartar picos de precios impulsados por los inversores”, añadió.
Un informe alcista pronosticó que el petróleo podría llegar a cotizarse a más de 200 dólares el barril en 10 años debido a la ajustada oferta y a una falta de inversión en nueva producción. Los precios podrían superar los 200 dólares a raíz de una contracción mundial de la oferta, estimó el centro de análisis británico Chatham House.