■ Crean red para “romper el silencio y combatir el aspecto moral de la enfermedad”
Debe la Iglesia tomar una postura sobre el sida, advierten líderes religiosos con VIH
■ Con más de 3 mil miembros de distintos credos, Inerela amplía su representación en Latinoamérica
Con el objetivo de “romper” el silencio de las comunidades religiosas y “combatir” el aspecto moral del sida, líderes religiosos seropositivos fundaron la Inerela (Red Internacional de Líderes Religiosos que Viven o Están Personalmente Afectados por el VIH/sida), organización creada en África y que ahora amplía su representación en América Latina.
“Como el sida es una enfermedad que (principalmente) se transmite por vía sexual, por razones morales la Iglesia es una institución que durante dos décadas se ha mantenido distante respecto al VIH, pero ya no puede seguir sin una posición al respecto”, afirmó Ideraldo Luis Beltrame, ministro de la Iglesia Episcopal Anglicana de Sao Paulo, Brasil, quien reconoce abiertamente ser homosexual y seropositivo.
Inerela, creada hace cinco años en África, empezó con tres miembros y hoy ya cuenta con más de 3 mil, de religiones tan diversas como la hindú, judía, cristiana, musulmana, vudú, candomblé, anglicana, católica o protestante. El papel que quiere jugar esta organización, la cual proyecta ampliarse a otros continentes, es brindar apoyo espiritual a las personas que viven con VIH y demostrar que este virus ataca a todos los sectores de la sociedad, incluso al religioso.
“En la actualidad, con el avance de la medicina, las personas seropositivas encuentran mucha ayuda en los antirretrovirales, pero les queda el vacío espiritual que las iglesias no están cubriendo y, por ello, los líderes religiosos debemos asumir la lucha contra el sida desde ese lugar. Las personas que viven con VIH experimentan conflictos internos porque les cuesta expresar su espiritualidad en iglesias que les manifiestan repulsión por considerarlos portadores de una infección sexual”.
Thomas Dunmore, quien maneja los aspectos programáticos de la red en México, asegura que muchas veces las religiones han contribuido al aumento del estigma y la discriminación de quienes padecen esta enfermedad. Agregó que todos los credos tienen una corriente liberal y otra conservadora, inclusive el católico, por lo que hay que buscar esas vertientes más abiertas para empezar a revertir la discriminación de los líderes religiosos hacia las personas seropositivas.
“Hay católicos con VIH, lo que ocurre es que, por su perfil conservador, es más difícil que hagan público su padecimiento. Por eso, a nuestros miembros no les preguntamos su estatus; pueden unirse sin ser seropositivos. Y a los que expresan estar contagiados, no les preguntamos cómo se infectaron, sino cómo viven con VIH, para dejar de ver el sida desde la moralidad, sino desde la enfermedad”.
Por su parte, el ministro brasileño dijo que, además de luchar contra el estigma del VIH, este grupo religioso quiere empezar a romper otros prejuicios, como el que muchas iglesias tienen hacia la diversidad sexual.
“En la Iglesia anglicana, a la que yo pertenezco, no hay norma canónica de celibato, por lo que la sexualidad y el uso del condón están permitidos, pero hay posiciones encontradas en cuanto a las personas homosexuales, lesbianas, tansgénero o bisexuales. En esos temas también tenemos que lograr consensos”.