■ El equipo estadunidense de natación arribó ayer a Pekín

Rompe todos los récords, incluso el mío, anima Spitz a Phelps

■ El reto será más difícil aquí que en Atenas, consideró Thorpe

Reuters, Dpa y Afp

Pekín/Los Ángeles, 4 de agosto. Mientras el mítico recordista estadunidense Mark Spitz animó a su compatriota Michael Phelps para que intente romper su marca de siete medallas de oro en natación obtenidas en Munich 72, el ex campeón olímpico ya retirado Ian Thorpe consideró que nadie puede obtener ocho preseas doradas, aunque el único que podría lograrlo en Pekín 2008 es justamente Phelps.

“Rompe todos los récords, incluso el mío”, fue el mensaje enviado desde Los Ángeles por Spitz, de 58 años, a Phelps, al opinar que “tiene una gran oportunidad. Si uno mira las posibilidades, parece que se pueden ganar las ocho medallas de oro”, estimó.

Hace cuatro años, el estadunidense de 23 años conquistó seis medallas doradas y dos de bronce en Atenas, y ahora podría embolsarse un millón de dólares de su patrocinador si iguala el récord de su compatriota.

El nadador, que este día llegó a Pekín, pero se escabulló por una salida secundaria para no toparse ni con los aficionados ni con la prensa, competirá en los 200 y 400 metros combinados, 100 y 200 mariposa, los 200 libres y en tres relevos.

Incluso si triunfa sólo en la mitad la mitad de las pruebas en las que tomará parte se convertirá en el medallista dorado más ganador de todos los tiempos, al superar la marca de nueve medallas que comparten Spitz, el también estadunidense Carl Lewis, el atleta finlandés Paavo Nurmi, y la gimnasta soviética Larysa Latynina

También en Pekín, el australiano retirado Ian Thorpe, de 25 años, opinó que “la competencia va a ser más difícil para él (Phelps) aquí que en Atenas”, aunque insistió en que, de verlo antes de las pruebas, “le diría que sólo él puede lograr imponer una nueva marca”.

Demanda del australiano

Thorpe, en otro asunto, presentó una demanda contra el diario francés L’Equipe por la información que publicó, en la cual lo acusa de haber utilizado sustancies dopantes para mejorar su rendimiento durante una competencia, situación que se negó a comentar el ex nadador.

El equipo estadunidense de natación llegó este día a la sede olímpica, luego de permanecer una semana entrenando en Singapur, aunque nadie pudo ver al candidato a imponer un nuevo récord, y sólo se informó que había salido por otra puerta.

Phelps, en Singapur, se dejó crecer la barba y pudo ser fotografiado a través del cristal después de que ocupó un asiento con ventanilla en el autobús que transportó a su equipo. El poseedor de 17 títulos mundiales, quien participa en sus segundos juegos, miraba hacia afuera, pero parecía más concentrado en acomodarse la gorra de beisbol.