■ Grupos armados buscan tener el control de la venta de discos, denuncian
Piratas de SLP rematan su mercancia ante interés de Los Zetas por el negocio
Ampliar la imagen Las películas y discos compactos terminaron casi regalándose Foto: Norma A. Rivera Campos/ La Jornada San Luis
San Luis Potosí, SLP., 4 de agosto. En medio de cientos de compradores, comerciantes de discos de música y películas del mercado El Rebote, dijeron adiós a la piratería rematando su mercancía el pasado domingo, debido al aparente interés de Los Zetas en el negocio.
Confirmando las versiones que habían circulado en los pasados días de que los vendedores de discos clonados estaban recibiendo presiones por parte de miembros de diversos grupos armados, cientos de comerciantes del mercado callejero dedicados a la venta de estos artículos, remataron totalmente su mercancía.
La curiosidad de los compradores se hizo notar al cuestionar a los vendedores sobre la razón de esta súbita rebaja de precios, a lo que algunos contestaron que ante la falta de control del gobierno, las mafias estaban tratando de tomar las riendas de la actividad, por lo que la mayoría de integrantes del gremio no quiso oponerse por miedo a agresiones en contra de ellos o de sus familias.
Señalaron que desde hace un tiempo, una mafia, identificada por los comerciantes como la de Los Zetas, ha estado tratando de tener el control de la venta de discos, es decir, tener un solo distribuidor y que todos aquellos que quieran seguir comerciando en esta actividad tendrían que unirse a ese sistema.
De no aliarse con estos y elegir el camino de la competencia, indicaron que probablemente los métodos de persuasión pudieran volverse más violentos, razón por la cual la mayoría decidió retirarse antes de que los conflictos crecieran.
Aunque ninguno de los entrevistados quiso dar su nombre por temor a represalias, indicaron que las condiciones laborales en el mercado se habían vuelto tensas, por lo que mejor prefirieron sacar el mayor provecho a la situación y rematar la mercancía, para no quedarse con ella.
Al final de la jornada, las películas se estaban vendiendo en cinco pesos, mientras que en algunos puestos se ofrecieron hasta en uno. Las autoridades, que tantos operativos han realizado para tratar de frenar la piratería, no fueron vistas por el lugar.