■ Cristina Fernández, Hugo Chávez y Lula da Silva destacan la “oportunidad histórica”
Retoman mandatarios la conformación del eje Caracas-Brasilia-Buenos Aires
■ Brasil y Argentina difieren sobre la Ronda de Doha, pero apoyan acuerdos estratégicos
Ampliar la imagen Los presidentes de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de Argentina, Cristina Fernández, y de Venezuela, Hugo Chávez, unen sus manos durante un encuentro en el Palacio San Martín, en Buenos Aires Foto: Reuters
Buenos Aires, 4 de agosto. Los presidentes de Argentina, Brasil y Venezuela, Cristina Fernández de Kirchner, Luiz Inacio Lula da Silva y Hugo Chávez Frías, respectivamente, destacaron hoy la “oportunidad histórica” para fortalecer la alianza de estos países y del Mercado Común del Sur (Mercosur), que ha mostrado una evidente profundización política en meses recientes, a pesar de la diferencia de matices en algunos temas.
También se habló de la necesidad de una visión común y mecanismos de unión para profundizar la unidad sudamericana.
Chávez, por su parte destacó la importancia de esta reunión al arribar a Buenos Aires en las primeras horas de la tarde y sostuvo: “Hemos retomado el proceso de conformación de una alianza de tres o la conformación de lo que nosotros desde hace varios años llamamos el eje central de Suramérica: Caracas-Brasilia-Buenos Aires”.
El mandatario de Brasil llegó anoche con una importante comitiva, entre quienes la integrean hay 267 empresarios y una cantidad de funcionarios de política y economía. Esta visita fue interpretada como una clara señal de apoyo a la presidenta, después de la crisis que atravesó su gobierno en el prolongado conflicto con cuatro entidades de productores agrarios, que afectó al país este año.
Desde su toma de posesión, Fernández de Kirchner señaló la necesidad de aumentar la entrada de capitales por medio de las relaciones internacionales, y una mayor interrelación con los países de América Latina, pero la disputa con los agroproductores le impidió avanzar sobre ese proyecto en el que Brasil tenía una importancia fundamental.
Otro factor fueron las diferencias que mantuvieron ambos gobiernos en la posición tomada sobre la Ronda de Doha, sólo una semana atrás en Suiza, donde Brasil apoyó la iniciativa de liberalización de barreras arancelarias industriales en la región, sin revisar los subsidios agrícolas, propuesta por Estados Unidos y la Unión Europea en contra de las propuestas de Argentina, India, China y otros países.
Lula y Fernández de Kirchner se reunieron hoy para inaugurar un seminario empresarial. Allí pidieron avanzar en una alianza productiva ante las oportunidades que ofrece la situación mundial.
En este sentido, la presidenta argentina sostuvo que ambos países “atraviesan una etapa de crecimiento y comunión inédita” y que existe “una visión común acerca de la necesidad de una alianza productiva para profundizar el crecimiento(...) y aprovechar una oportunidad única que se nos presenta, como alianza bilateral y como Mercosur”.
Ante un millar de empresarios destacó la “convicción de la clase dirigente de Brasil” para “generar un modelo de desarrollo productivo que hace de la búsqueda de competitividad el eje del desarrollo” del país vecino. Lo comparó con lo que sucede en Argentina, donde “por distintas experiencias históricas y políticas se creyó que podíamos ser sólo un país de servicios”.
Papel crucial de empresarios
El mandatario brasileño llamó por su parte a una integración cada vez mayor, discutiendo acciones concretas “para fortalecer la integración” y dijo que en estos momentos los empresarios nacionales “tienen un papel crucial” que cumplir.
“Necesitamos conversar más, disminuir la burocracia en la Argentina y Brasil, que fluya con más facilidad, no permitir que los intereses particulares de un sector frenen acuerdos estratégicos. Así no iremos para el frente”, señaló Lula.
También advirtió que “juntos podemos disputar el comercio de los países más ricos y llegar a países a los que todavía no llegamos” y añadió que “los intereses soberanos de cada estado son intocables”. Llamó a combatir seriamente las asimetrías comerciales y advirtió que no basta “con liberalizar el comercio; hay que fomentar el vínculo regional”.
Chávez –quien se unió en la tarde a ambos mandatarios– destacó que los tres países se complementan “de manera maravillosa para enfrentar el desafío del futuro en lo alimentario, en lo energético, lo industrial, lo científico, lo tecnológico”.
También señaló que esta “segunda reunión de Cristina, Lula y yo, es para seguir dando forma a ese eje central del sur, del cual va a depender en buena manera la dinámica de estructuración de la unidad suramericana”.
Si la reunión tuvo importancia desde el punto de vista de la relación económica, fue, sin duda, una señal política convincente, ante los rumores y lo que algunos diplomáticos llamaron “la divulgación interesada de expectativas falsas y de enfrentamientos inexistentes”.
También es considerable que esta reunión se realice a pocos días del referendo en Bolivia y de la asunción al gobierno de Paraguay del presidente electo Fernando Lugo, quien se reunió con los tres mandatarios para ajustar las agendas futuras.