Récord de participantes en el festival de Edimburgo
Edimburgo, 3 de agosto. El festival de Edimburgo empezó el domingo con un número récord de producciones durante su mes de programación, que incluye comedia, drama, música, con una serie de aspirantes a estrellas que intentan saltar a la fama.
El popular encuentro se combina con un festival más formal de danza, música y teatro, presentando la feria artística anual más grande del mundo a miles de visitantes que abarrotan la capital escocesa cada año.
El “Fringe” ha demostrado ser plataforma de lanzamiento para muchos grandes nombres del teatro británico, mientras que los premios de comedia están considerados como camino al éxito en lugares tan lejanos como Australia o Estados Unidos.
Casi 19 mil artistas, más de 3 mil de ellos extranjeros, tomarán parte en la cifra récord de mil 88 espectáculos que se realizarán hasta el 25 de agosto.
Brecht en la apertura
El Festival Internacional de Arte abre el viernes con The rise and fall of the city of Mahagonny, tragicomedia satírica sobre una ciudad hedonista escrita por Bertolt Brecht y con música de Kurt Weill.
Este año, el director del festival, el australiano Jonathan Mills, se ha centrado en el rostro cambiante de Europa al principio del siglo XXI, con un programa llamado “artistas sin fronteras”, que se extenderá hasta el 31 de agosto.
Por su parte, la feria literaria que se celebra al mismo tiempo, también la más grande de su clase, contará con el icónico actor que encarnara al espía James Bond, el nativo de Edimburgo Sean Connery, quien presentará su autobiografía el 25 de agosto, en su 78 cumpleaños.
En cuanto a las artes visuales, destacan una exposición sobre la afinidad escocesa del arte impresionista del siglo XIX, en la National Gallery, y la primera retrospectiva de la polémica artista conceptual Tracey Emin, en la Modern Art Gallery.
Entre los puntos destacados del “Fringe” está Lies have been told: An evening with Robert Maxwell, representado en Assembly Rooms, monólogo de Jeremy Meadows creado junto al escritor Rod Beacham, buscando un punto de vista sicológico sobre el editor Maxwell, quien en 1991 se ahogó en el Atlántico en extrañas circunstancias.