■ Inauguran la exposición Gritos desde el archivo... en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco
Muestran en México rol del Taller de Gráfica Popular el siglo pasado
■ Para Adolfo Mexiac, el grabado tradicional ha perdido su importancia social en el país
■ Presentan obras de José Chávez Morado, Leopoldo Méndez y Raúl Anguiano, entre otros
Ampliar la imagen El curador James Oles muestra una de las obras que se presentan en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco Foto: Carlos Cisneros
Sostiene Adolfo Mexiac: “Yo nací marcado para el arte con contenido social, no me imagino de otra manera, ¡qué le voy a hacer! Nomás leo los periódicos, escucho la radio o veo la televisión y me encuentro que el país lo necesita más que nunca, porque prevalecen las injusticias, los abusos por parte de quienes nos gobiernan; pareciera que, más que avanzar, hemos retrocedido en el tiempo”.
En ese sentido, comenta que sus más recientes obras, en cuanto a grabado se refiere, siguen la línea crítica que lo han caracterizado a lo largo de su longeva y prolífica trayectoria.
Entre otras temáticas, indica que ha abordado situaciones que le indignan sobremanera como “el atropello” que la Suprema Corte de Justicia de la Nación efectuó contra la periodista Lydia Cacho.
También ha realizado piezas que versan sobre “las corruptelas del PRI y el PAN, hay muchas ratas muy gordas”; y el trabajo más reciente “tiene que ver con el tema del petróleo y la política antipatriótica de querer entregarlo a los Estados Unidos”.
Entrevistado al término de la inauguración de la exposición Gritos desde el archivo: grabado político del Taller de Gráfica Popular, efectuada este sábado en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, el maestro michoacano, de 81 años, considera que el grabado con técnica tradicional ha perdido su peso e importancia social dentro de la realidad mexicana contemporánea.
Ante ello, hace un llamado para que las nuevas generaciones de artistas se reagrupen y retomen ese tipo de vertiente creativa, porque las actuales condiciones sociales del país así lo exigen.
No obstante, identifica a la caricatura política, publicada generalmente en los diarios, como la continuadora de esa bandera que los grabadores enarbolaron durante los años 30, 40 y 50 del siglo pasado.
Dentro de esa posición de consciencia social, recuerda el papel sustantivo que desempeñó el grabado durante el movimiento estudiantil de 1968, como instrumento de difusión y crítica sociales, por su característica inherente de poder ser reproducido de forma infinita.
Con respecto a la exposición, ésta consiste en una revisión analítica y crítica del determinante rol que desempeñó en México el Taller de Gráfica Popular durante las primeras décadas del siglo XX y hasta poco más allá de mediados de esa centuria.
Curador de la muestra, al lado de Pilar García, el historiador de arte James Oles precisa que no se trata de una retrospectiva, ya que consiste en una selección que abarca sólo a 26 de los artistas que formaron parte de esa agrupación artística y política, y no la totalidad de ellos.
Se presentan en total 66 obras realizadas entre 1938 y 1959 que, con fines de discurso museográfico se encuentran agrupadas en ocho núcleos temáticos, que incluyen la ciudad, la prensa, el facismo, la Guerra Civil española, los trabajadores y la construcción, entre otros.
La lista de autores contempla a José Chávez Morado, Leopoldo Méndez, Raúl Anguiano, Adolfo Mexiac, Ignacio Aguirre y Everardo Ramírez, entre otros.
Tras apuntar que las piezas provienen de las 3 mil 400 que integran el archivo de la Academia de Artes, que tiene como sede el Museo Nacional de San Carlos, James Oles subraya que se trata de creaciones poco conocidas, por lo cual se realizó un catálogo con el que se busca difundirlas.
En opinión del especialista, resulta muy ilustrativo e interesante que varias de las temáticas abordadas por los artistas hace más de medio siglo sigan vigentes en México, como la pobreza, la construcción de megaobras en la urbe y el petróleo. Aunque también hay otras que ciertamente responden a un contexto histórico determinado, sobre todo por aludir a personajes.
Y es que, según el curador, el grabado es una expresión que muchas veces tiene gran contenido político. “No es parte per se, aunque en él hay gran fuerza estética”.
James Oles aclara que la muestra se encuentra inserta en la conmemoración de los 40 años del movimiento estudiantil de 1968, no porque en ella se incluyan obras correspondientes con esa época.
La razón fue, explicó, porque varias de las imágenes que años atrás habían sido realizadas por artistas del Taller de Gráfica Popular fueron retomadas y reutilizadas por dicho movimiento, pero con otro sentido y distinto lenguaje artístico.
Gritos desde el archivo: grabado político del Taller de Gráfica Popular se presenta en la sala de exposiciones temporales de la Colección Blaisten, ubicada en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco (Ricardo Flores Magón 1, esquina Eje Central), donde permanecerá hasta diciembre, cuando se planea llevarla a otros puntos del país.