■ El gobierno recibe expresiones de apoyo; instan a combatir usura
Regresan a la normalidad medios bancarios y ahorradores de Venezuela
Caracas, 2 de agosto. Medios bancarios y ahorradores venezolanos regresaron a la normalidad luego de un sobresalto inicial tras conocerse la decisión del gobierno de comprar el Banco de Venezuela, filial del español Santander. La Asociación Nacional de Usuarios y Consumidores, usualmente crítica del gobierno, expresó en un comunicado su confianza en que el Estado aprovechará la oportunidad para combatir la usura y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos.
En Madrid, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Angel Morantinos, descartó que existan problemas por la venta al gobierno de Venezuela de la filial de Santander.
Por su parte, el presidente del banco Banesco, Juan Carlos Escotet, declaró a una televisora local que el sistema financiero opera con “absoluta normalidad” y descartó que la futura nacionalización del Banco de Venezuela traiga consecuencias negativas para el mercado.
El titular de la mayor entidad financiera venezolana consideró que “sólo se trata de una venta” y dijo desconocer si el Ejecutivo piensa adquirir otros bancos, tras lo cual, enfatizó que el sector
privado seguirá predominando en el mercado de este país.
Miguel Angel Morantinos, insistió en que el banco español “está satisfecho por la manera en que el gobierno está llevando y acompañando su negociación privada con las autoridades venezolanas”.
“Al gobierno le corresponde mejorar y crear la atmósfera con un país tan próximo y tan históricamente vinculado con España como es Venezuela”, agregó Moratinos al ser consultado al respecto en el marco de los Cursos de Verano de la Universidad de Jaén.
La Asociación Nacional de Usuarios y Consumidores indicó que espera la compra, anunciada el pasado jueves por el presidente Hugo Chávez, sirva para motivar la libre competencia con la incorporación al mercado actual de ofertas más atractivas para los usuarios.
Asimismo opinó que el adecuado manejo del banco luego del proceso de estatización abre la oportunidad de romper el mito que el Estado es incapaz cuando asume funciones de banquero.