■ Familiares rechazan la versión de “asalto”
Demandan aclarar asesinato de activista social en Guerrero
■ El cuerpo de Gutiérrez Ávila, hallado el 26 de julio
Ampliar la imagen El investigador y lingüista Miguel Ángel Gutiérrez Ávila y su ex esposa, la doctora en antropología Francoise Neff, en imagen de archivo Foto: Foto La Jornada
Familiares del antropólogo y lingüista Miguel Ángel Gutiérrez Ávila, considerado uno de los activistas más importantes en defensa de los derechos del pueblo amuzgo, demandaron a las autoridades federales y estatales el esclarecimiento de ese asesinato, perpetrado la madrugada del pasado 26 de julio en el municipio de San Marcos, Guerrero, tras rechazar las versiones de las autoridades judiciales de la entidad, “quienes pretenden hacer creer que fue un asalto”.
El cuerpo del antropólogo, localizado la mañana del 26 de julio, a casi 10 metros de la carretera federal Acapulco-Pinotepa, –kilómetro 71, en las inmediaciones de la comunidad La Caridad–, con señales evidentes de golpes y lesiones junto al vehículo en que viajaba rumbo a la capital guerrense, fue entregado a sus familiares horas más tarde, quienes aseguraron que “no creemos que el móvil fuera el robo, porque es evidente la crueldad con que lo trataron, además de que el vehículo estaba intacto y sólo sustrajeron su equipo de filmación”.
Beatriz Gutiérrez Ávila, hermana del catedrático y fundador de la Unidad de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), destacó que durante más de 20 años éste realizó investigaciones sobre los pueblos indígenas del sur del estado de Guerrero, en particular en la Costa Chica, “tarea que lo llevó a involucrarse en la consolidación de varios proyectos como la emisora comunitaria Radio Nomndaa La Palabra del Agua, así como la creación de la primera biblioteca comunitaria del pueblo amuzgo”.
En su visita más reciente a las comunidades de Suljaa’ y Cozoyoapan, los días previos a su asesinato, “se dedicó a filmar la danza del tigre para un proyecto que realizaba sobre su cultura y tradiciones, pero también aprovechó para documentar las agresiones contra Radio Nomndaa, único espacio de transmisión libre del pensamiento y cultura de estos pueblos”.
Al respecto, David Valtierra Arango, fundador y uno de los promotores de la estación comunitaria, aseguró que la mañana del pasado 25 de julio, Gutiérrez Ávila “me hizo una larga entrevista sobre la agresión que sufrimos el pasado 10 de junio en la que elementos de la Agencia Federal de Investigaciones llegaron a la comunidad de Suljaa’ y pretendieron desmantelar nuestra estación, al considerar que, para el gobierno, quienes impulsamos una radio comunitaria somos delincuentes”.
Destacó que el antropólogo quería incluir las denuncias sobre los constantes ataques a los que se ha sometido a Radio Nomndaa, y al equipo que colabora en sus transmisiones, y “no sólo presentar un video con las tradiciones del pueblo amuzgo, sino difundir la lucha por nuestros derechos”.
Agregó que desde hace más de 20 años “conocimos al profesor Miguel Ángel, siempre interesado en la cultura e historia de los pueblos originarios, y en apoyar los proyectos que impulsamos en la comunidad, como la creación de una radio del pueblo amuzgo, tarea en la que colaboró, así como en la instalación de nuestra primera biblioteca comunitaria”.
El trabajo de Gutiérrez Ávila, autor de obras como Déspotas y caciques. Una antropología política de los amuzgos de Guerrero (2001), y La historia del estado de Guerrero a través de su cultura. Una perspectiva antropológica (2008), aseguró Valtierra Arango, “lo llevó a conocer nuestros problemas, y los abusos a que nos someten los caciques de la región, por lo que pronto se solidarizó con nuestra lucha”.
Beatriz Gutiérrez denunció que a pesar del compromiso de las autoridades de realizar una autopsia, ésta finalmente no se practicó, a pesar de que “había indicios de agresión”. Por lo anterior, reiteró su llamado a que su muerte “no quede impune, pues sabemos que a quienes detentan el poder les molesta que se digan en voz alta sus abusos, y mi hermano siempre fue muy entregado en la lucha contra la injusticia y por la defensa de los derechos de todos los marginados”.
En tanto, familiares del investigador, entre ellos su hija Valentina Gutiérrez, y su ex esposa, Francoise Neff, también antropóloga social, acudieron al lugar de los hechos para realizar el “levantamiento de la sombra”, de acuerdo con las costumbres del pueblo amuzgo.