■ El tema de la justicia es complejo, pero tenemos el deber de aspirar a ese valor, dice
Inauguraron el mural que Ismael Ramos pintó en el edificio de la Suprema Corte
■ La obra monumental está habitada por personajes reales de la cotidianidad del país
Ampliar la imagen El artista Ismael Ramos Huitrón da las últimas pinceladas al mural que pintó en el cubo de las escaleras del máximo tribunal Foto: Carlos Ramos Mamahua
Rostros de niños con gestos de asombro, tristeza, interrogación, súplica y un dejo de esperanza rodean a una mujer que sostiene entre sus brazos el cuerpo de una justicia agonizante con figura de hombre, mientras esa virtud ciega, con espada desenvainada y balanza en mano es traspasada por las miradas infantiles.
Lo anterior se observa en un fragmento del mural La búsqueda de la justicia, de Ismael Ramos Huitrón, que ayer se inauguró en el edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
“El tema de la justicia es complejo, pero es obligatorio que todos lo abordemos, porque junto con la reconsideración de la historia para construir un futuro, en el mensaje de este mural, sin estos niños, sin estos jóvenes, nos sería muy difícil alcanzar este valor”, expresó Ramos Huitrón, minutos después de dar las últimas pinceladas en tonos ocres a su mural.
A pesar de ser un honor contribuir al acervo pictórico del recinto judicial, también es una gran responsabilidad, porque “el compromiso es con las personas al tratar de ser un medio de comunicación para mejorar las cosas. Me deja la enseñanza de que todos debemos empujar para obtener justicia. Asimismo, lo más preocupante es la inseguridad que existe afuera, en las calles, como el vandalismo y los robos. Creo que todos, al salir del edificio, tenemos temor y eso le sucede a todas las personas”, señaló.
Ausencia de caudillos y héroes
Ubicado en la esquina sur-oriente (Venustiano Carranza y Erasmo Castellanos) del antiguo edificio que ocupa la SCJN en el Centro Histórico, la monumental obra de aproximadamente 200 metros se distribuye en tres muros, a lo largo de los tres niveles del cubo de la escalera del inmueble, que requirió un año para su realización.
La búsqueda de la justicia forma parte del proyecto que comenzó hace cuatro años, en el que los pintores Luis Nishizawa, Rafael Cauduro y Leopoldo Ramos plasmaron sus visiones sobre la justicia, su historia y su significado mediante murales ubicados en las demás esquinas del edificio.
De la propuesta de Ramos destaca la ausencia de caudillos y héroes. En cambio, las escenas son habitadas por personajes reales de la cotidianidad mexicana: un indigente; una mujer que realiza la limpieza, con escoba en mano; un trabajador con gorra, que sostiene la leyenda “la grandeza se logra con justicia”; un delincuente que se cubre el rostro, una mujer con una pancarta en la que se lee, “Ni una más”. Se trata de un mural que captura el momento que vivimos los mexicanos en la relación diaria con la justicia.
Sin embargo, siguiendo la tradición muralística, retoma fragmentos de la historia, de las épocas prehispánica, colonial, independiente y contemporánea para reconstruir la noción de la justicia a partir de una visión integral de nación, en la que se asoman rostros indígenas, rostros del pueblo, que nos llevan a reflexionar sobre la impunidad, la corrupción, el abuso de poder, la delincuencia y la inseguridad.
Al compartir el recinto con otros pintores, destacando José Clemente Orozco, uno de los más grandes muralistas mexicanos, Ramos lo consideró un gran honor, definiéndose como “el más pequeño” de sus compañeros, además de representar un camino lleno de propuestas, finalidad que caracteriza al muralismo.
Durante la ceremonia de inauguración, Sergio Vela, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, destacó el enriquecimiento del patrimonio cultural del recinto, al que calificó como un lugar para la expansión de valores artísticos, pero también éticos, como la tradición muralística mexicana en la que se destacan los problemas sociales. También estuvieron presentes Guillermo Ortiz I. Mayagoitia, ministro presidente de la SCJN; el ministro José de Jesús Gudiño Pelayo y María del Carmen Alanís, magistrada presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.