Discapacitados, excluidos de planes de prevención
En México, las personas con discapacidad suelen estar excluidas de los programas de prevención del VIH/sida, y eso se debe en parte al tabú y la enraizada creencia de que no tienen una vida sexual activa y por ende no tienen riesgo de contagio.
Por otra parte, está el hecho de que es creciente el número de personas que viven con VIH que padecen limitaciones físicas causadas por sus consecuencias como efectos secundarios de la medicación, plantearon especialistas en la inauguración de la Tercera Reunión Técnica Latinoamericana sobre VIH/sida, discapacidad y enfermedades de transmisión sexual, organizada por el Banco Mundial, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) y el Instituto Interamericano sobre Discapacidad y Desarrollo Inclusivo (IIDI), entre otros organismos.
En el encuentro, Rosángela Berman del IIDI resaltó el hecho de que este tema esté presente por primera vez en una conferencia internacional sobre VIH y demandó a los gobiernos llevar a cabo mayores acciones para visibilizar el problema.
Gilberto Rincón Gallardo, titular del Conapred, expuso que “la combinación de dos o más condiciones de vulnerabilidad, como ser mujer, indígena, adulta mayor, homosexual, vivir con sida, y que alguna de estas condiciones se asocie además a discapacidad y pobreza, da como resultado discriminaciones hasta ahora poco visibilizadas en los países de la región de América Latina”.
En la reunión se resaltó también que una encuesta mundial sobre VIH/sida y discapacidad efectuada por la Universidad de Yale y el Banco Mundial dejó al descubierto que las personas con discapacidad mantienen una vida sexual activa y que su nivel de exposición a los factores de riesgo del VIH es igual o incluso superior al de la población en general, y que algunos de esos factores son la pobreza, las elevadas tasas de analfabetismo, la marginación social y económica, el estigma y el riesgo de sufrir violencia familiar o por motivos de género.