■ Confirma el Banco Santander que tiene negociaciones con el presidente Hugo Chávez
Alcanzará a sectores de alimentos y salud la cruzada nacionalizadora en Venezuela
■ Analistas descartan un proceso de estatización de la banca; se dispara el índice de riesgo-país
Caracas, 1º de agosto. La cruzada nacionalizadora del presidente Hugo Chávez afectará en el futuro a otros sectores “estratégicos” de la economía, como alimentos o salud, tras la entrada del Estado en los negocios petrolero, eléctrico, cementero, de telecomunicaciones, siderúrgico y financiero.
El mandatario izquierdista, que busca implantar un modelo socialista en el país petrolero, inició en 2007 una ambiciosa agenda de estatizaciones cuyo más reciente objetivo es el Banco de Venezuela, unidad del grupo español Santander, con el que ya negocia un acuerdo de compra.
Hugo Chávez decretó una reforma a la ley que regula el sistema bancario y financiero venezolano, según la Gaceta Oficial que circuló el viernes, un día después de anunciar que nacionalizará la unidad en Venezuela del grupo español Santander. Pese a que el documento anunció una reforma parcial de la Ley General de Bancos y otras Instituciones Financieras, los detalles no fueron divulgados y responsables de la Gaceta dijeron que esperaban la publicación del instrumento a partir de la próxima semana.
Aunque analistas desestimaron que Chávez busque tomar más firmas en el sector bancario, donde operan decenas de entidades privadas, pocos creen que el líder venezolano vaya a detener su plan para convertir al Estado en el principal agente económico y productivo de la nación.
“No creo que venga un proceso de nacionalización de la banca, pero Chávez no se detiene en esto. Los sectores estratégicos parece que son permeables y podría buscar empresas de alimentos, farmacéuticas o de salud”, expresó Asdrúbal Oliveros, director de la firma local de análisis Ecoanalítica.
Con esta operación, que se venía fraguando desde hace semanas, el presidente venezolano conseguiría potenciar definitivamente la banca estatal y da un poderoso golpe de efecto meses antes de enfrentar unas complicadas elecciones regionales que son clave para su futuro político.
“El gobierno ya venía desarrollando la banca estatal y con la adquisición de Banco de Venezuela, que tiene un valor estratégico por su cobertura geográfica, amplía y consolida su presencia (en todo el país)”, indicó José Grasso, analista jefe de la consultora financiera Softline.
Expertos creen que Caracas buscaría emular el esquema brasileño, en el que firmas estatales conviven con bancos privados. Pero, si finalmente se materializa la adquisición, el Estado pasaría a ser el principal agente bancario del país al hacerse con la tercera mayor entidad por activos y depósitos.
La banca venezolana, en la que está presente el también español BBVA, ha tenido ganancias récord en los últimos años al ritmo de la expansión económica impulsada por los altos precios del petróleo.
¿Quién sigue?
Ahora, todos los ojos están puestos en los sectores donde Chávez todavía no ha intervenido a gran escala, especialmente alimentos y la salud privada, aunque también aseguradoras, farmacéuticas y la industria automotriz podrían estar en la mira del Gobierno.
“Es probable (que haya más estatizaciones). Por ejemplo, un claro objetivo del gobierno es tener una red nacional eficiente de distribución de alimentos que con sus actuales programas no ha podido cumplir”, mencionó César Aristimuño, de la consultora Aristimuño, Herrera & Asociados.
Pero, aunque economistas y empresarios critican duramente las nacionalizaciones por su impacto en el sector privado, en la inversión extranjera y en la eficiencia, estas medidas son bien recibidas por la mayoría pobre del país.
“La expropiación se plantea como una participación del Estado en los sectores productivos con la que la población más humilde recibirá una mejor atención a sus necesidades, y eso es mayoritariamente respaldado”, comentó Luis Vicente León, de la encuestadora Datanálisis.
El anuncio volvió a disparar el riesgo país de Venezuela medido por el Indice EMBI+ del banco de inversión J.P. Morgan a 655 puntos, tan sólo 2 unidades por debajo de Ecuador y muy por encima de Argentina, mientras la deuda soberana del país socio de la OPEP caía por segunda jornada consecutiva.
Tanto Estado como sea posible
Tras ser reelecto por una amplia mayoría en el 2006, el mandatario antiestadunidense vio truncada la profundización de su revolución cuando una reforma a la carta magna, que ampliaba sus poderes y eliminaba los límites a la relección, fue rechazada por estrecho margen en un referendo en diciembre.
Sin embargo, el militar retirado, amigo y seguidor del líder cubano Fidel Castro, consideró la derrota en las urnas como un simple revés político y prometió seguir adelante con su plan para implantar en Venezuela un modelo “socialista del siglo XXI”. “Esto es, básicamente, tanto Estado como sea posible y tanta empresa privada como sea inevitable”, sentenció León.
■ La venta se debe “resolver con diálogo”, dice el gobierno español sobre la entidad financiera
Armando G. Tejeda, Corresponsal
Madrid, 1º de agosto. El anuncio del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, de que pretendía comprar la filial del español Banco Santander en su país provocó un alud de reacciones en el terreno político y empresarial. La entidad financiera, presidida por Emilio Botín, se limitó a confirmar las negociaciones y a anunciar algunos antecedentes inmediatos, pero sin dar demasiados detalles, mientras que el gobierno, del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, se limitó a instar a las partes a “resolver la venta a través del diálogo y la negociación”.
El Banco de Venezuela fue adquirido en 1996 por el grupo financiero español, en pleno auge de su estrategia de expansión por América Latina, lo que les llevó a comprar diversos bancos en países como Argentina, México, Perú, Ecuador, Chile y Brasil, entre otros. La operación del Santander fue con el objetivo de comprar el 93.98 por ciento del capital, tomar el control absoluto del banco, que actualmente tiene el 12 por ciento de cuota de pantalla. Esta operación fue de un monto de 351.5 millones de dólares, con lo que se confirmaría la rentabilidad de la operación, ya que desde entonces ha incrementado año con año sus ganancias.
En 2007 el beneficio atribuido únicamente a la filial de Santander en Venezuela fue de 179 millones de euros (alrededor de 210 millones de dólares), lo que representó casi el 2 por ciento del total del Grupo Santander. Únicamente en el primer trimestre de este año, el banco ganó 109 millones de euros.
A pesar de los buenos resultados, los empresarios españoles se plantearon la venta de su filial por primera vez en 2007, cuando en su propia memoria de actividades señalaron que “diversos acontecimientos políticos en Venezuela presentan un riesgo incrementado de que el gobierno venezolano pueda nacionalizar o alternativamente intervenir en las operaciones de nuestra filial venezolana”. Fue entonces cuando iniciaron unas discretas negociaciones de compra con el empresario venezolano Víctor Vargas, propietario del Banco Occidental de Descuento (BOD), que como anécdota es el suegro de Luis Alfonso de Borbón, hijo de la nieta de Francisco Franco y de un primo hermano del rey Juan Carlos.
Acuerdo de compra-venta
Cuando el presidente Chávez conoció la noticia de las negociaciones fue entonces cuando también expresó el interés del gobierno por comprar la entidad e iniciar las negociaciones. El Grupo Santander se limitó a confirmar en un comunicado que ya tenía previsto vender el banco y que “se alcanzaron determinados compromisos pero sin llegar a un acuerdo de compraventa” con los emisarios de Chávez.
La vicepresidenta primera del gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que viajará mañana a nuestro país, respondió durante su comparecencia ante los medios de comunicación a diversas preguntas sobre esta cuestión, sobre todo a la postura que mantendría su gobierno y a si éste tenía o no conocimiento de esta información cuando se reunió con Chávez la semana pasada. En dicho encuentro quedó sepultado el encontronazo diplomático por la manera en que el monarca español mandó a callar a Chávez durante la Cumbre de Chile.
De la Vega se limitó a señalar que, según la información que tiene el gobierno, “no habrá ningún tipo de intervención” por parte del gobierno venezolano a la entidad financiera y que en este “asunto hay un diálogo normal derivado de una situación que viene de atrás, en la cual ya había decisiones y negociaciones para la venta del Banco Santander y, en ese marco surge una negociación respetuosa sin ningún tipo de problemática especial”.