Retorna a Morelos montura de Emiliano Zapata
Fue regalada a López Portillo; su viuda Sasha Montenegro la entrega hoy a un museo
Sasha Montenegro, viuda del ex presidente José López Portillo, quien destacó en películas de la década de los 70, donará hoy al Museo de la Revolución del Sur en Tlaltizapán, Morelos, la silla de montar de Emiliano Zapata, la cual, junto con el último caballo que montó el general, fue un regalo, supuesta prueba de amistad del traidor Jesús Guajardo, quien un día después, el 10 de abril de 1919, encabezaría su asesinato en la hacienda de Chinameca.
La montura perteneció a López Portillo durante tres décadas y le fue obsequiada en 1976 por el entonces gobernador morelense Armando León Bejarano, y aunque será exhibida en el mencionado recinto, los hijos de Sasha seguirán siendo sus propietarios, para evitar que vuelva a ser regalada.
Acerca de la silla se narran leyendas que abonan al mito elaborado sobre el Caudillo del Sur. Una de ellas señala que tras la muerte de Zapata, su caballo, llamado As de Oros, corrió sin rumbo hasta que fue alcanzado por el oficial Francisco Mendoza, quien lo regaló a un familiar suyo. A partir de ahí la silla fue pasando de mano en mano hasta llegar al presidente municipal de Jojutla, quien a su vez la obsequió al entonces gobernador de Morelos Rodolfo López de Nava. Años después llegó a manos de Armando León Bejarano, quien se la dio a López Portillo.
Autoridades de Morelos que han conversado con Sasha (quien vive en Temixco), comentan que López Portillo era consciente de la importancia histórica de la silla y por eso la conservó en su biblioteca particular. Hoy, la ex actriz estaría cumpliendo una instrucción del que fuera su esposo y por eso la donará.
Documentos notariales confirman que la montura ha sido autentificada. La silla estuvo muchos años en casa de Gil Muñoz Zapata, sobrino del Caudillo del Sur. Tanto el caballo como la silla de montar fueron un regalo de Guajardo a Emiliano Zapata en supuesta señal de amistad, un día antes de que lo traicionara.
La ex actriz, cuyo verdadero nombre es Aleksandra Asimovic Popovich, es oriunda de la ex Yugoslavia, precisamente de Montenegro, de ahí su nombre artístico. Se retiró en 1990 para dedicarse al hogar y tuvo dos hijos con López Portillo: Nabila y Alejandro.
La entrega de la silla se efectuará ante las autoridades locales, entre ellas Uriel Nava González, presidente del Comité de Participación Ciudadana, en un hotel de Cuernavaca.
No obstante, el director de cine Francesco Taboada, realizador de la película Los últimos zapatistas (2004), expresó en entrevista telefónica que él fue el gestor del proceso de donación, pues cuando estaba filmando la cinta supo de la existencia de la montura. Habló con Sasha, quien con la mejor voluntad accedió a cederla. Aunque advirtió que hoy una comisión del Consejo de Pueblos, integrado por más de 70 comunidades, asistirá a la ceremonia para exigir que la silla les sea entregada a ellos, quienes se consideran “sus auténticos dueños”.
Añadió que desde 1998 “algunos veteranos que estuvieron con Zapata me contaron que había una silla perdida, que era la que traía el As de Oros cuando el general fue asesinado. Ellos sabían que había estado en el Museo de Tlaltizapán y que se había perdido. Me enteré que la tenían los herederos de José López Portillo, y en una reunión con la hija de Zapata, Ana María, ahí estaba Sasha, a quien le pregunté sobre la montura.
“Fue la silla que usó Zapata durante sus últimas 24 horas de vida. Es muy fina, está forrada con pita, el cueraje es repujado. Todo el guste está forrado de plata. Sasha y su familia conocen, mejor que nadie, la política mexicana por dentro. Le he explicado que el gobierno actual está poco identificado con los ideales de Zapata, y por eso le aconsejé que no la donara totalmente”, para que no la vuelvan a regalar, afirmó Francesco Taboada.