■ Mayoritea para dejarlo en el cargo mientras duran las pesquisas
Defiende el PRI a edil implicado en ataque a un diputado del PT
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José Manuel Benigno Pérez Vega (al centro), diputado del Partido del Trabajo agredido por polícías del municipio de Tlacotepec, durante la sesión del Congreso de Puebla en la cual el Partido Revolucionario Institucional se opuso a que el alcalde de esa localidad, Sebastián Gorgonio Merino, se separara del cargo mientras se aclara su presunta participación en los hechos. Lo acompaña el legislador panista Eduardo Rivera Pérez
Foto: Rafael García Otero / La Jornada de Oriente
Puebla, Pue., 31 de julio. La fracción parlamentaria del Partido Revolucionario Institucional (PRI) impuso hoy su mayoría para evitar que el Congreso hiciera un exhorto a su correligionario, el edil de Tlacotepec de Porfirio Díaz, Sebastián Gorgonio Merino Mendoza, para que dejara el cargo mientras se investiga su presunta responsabilidad en la agresión y la tortura que el domingo sufrió el diputado del Partido del Trabajo José Manuel Benigno Pérez Vega a manos de policías de aquel municipio.
Todas las bancadas de oposición, con excepción del Partido Convergencia, propusieron este jueves un punto de acuerdo para que el Poder Legislativo pidiera a Merino Mendoza solicitar licencia, pero los diputados priístas votaron en favor de que el asunto fuera turnado a comisiones, lo cual fue interpretado por los legisladores de oposición como una estrategia para congelar este asunto y que la petición no prospere.
En las galerías, representantes de organizaciones no gubernamentales, defensores de derechos humanos, ecologistas y reporteros abuchearon a los priistas. Hubo gente que les gritó: “¡Cerdos! ¡Encubridores! ¡Tapaderas!”, mientras Pérez Vega bajaba el pulgar izquierdo en señal de desaprobación para sus homólogos del PRI.
Fuera de la sede del Poder Legislativo, integrantes del Comité del Pueblo Unido (CPU), cuyo líder, Rafael García Salas, también fue torturado por los policías de Tlacotepec de Porfirio Díaz, exigían la destitución del edil, y cuando se enteraron de la decisión de los diputados priístas, gritaron: “¡Éste es un Congreso precioso!”, en alusión a la influencia que el gobernador Mario Marín Torres (conocido como góber precioso a raíz del escándalo desatado por sus conversaciones telefónicas con el empresario Jean Succar Kuri), tiene sobre los representantes de su partido.
Antes de la votación, la madre de Pérez Vega –también conocido como Pepe Momoxpan, increpó al diputado priísta Mario Méndez, quien representa al distrito donde ocurrieron las vejaciones. La víspera, este legislador declaró que su homólogo petista había sido esposado a la batea de una patrulla, golpeado y amenazado de muerte, amén de que intentaron aplicarle la ley fuga debido a que tuvo “una actitud provocadora”.
“¡Tengo ganas de vomitar sobre usted! ¡Soy la mamá de Pepe Momoxpan y quiero decirle que lo que usted diga no me importa!”, dijo la mujer desde las galerías, mientras Méndez sonreía nervioso en su curul.