■ Cuando parecía que tenía dominado el partido, los Guerreros hicieron dos tantos
El América comenzó el torneo con el pie derecho al vencer al campeón Santos
■ Primer triunfo de Díaz en la liga
■ Cabañas y Ochoa, otra vez las figuras de las Águilas
Ampliar la imagen Guillermo Ochoa sacó del ángulo un tiro libre cobrado por Juan Pablo Rodríguez cuando aún iban 0-0 Foto: Reuters
Atrás quedó el fracaso de la campaña anterior, porque América derrotó este domingo 3-2 al campeón Santos Laguna con buen juego, mediocampo seguro, delantera explosiva y otra destacada actuación de su portero, Guillermo Ochoa, en el debut del entrenador Ramón Díaz, en la fecha uno del torneo Apertura 2008.
El duelo se inició polémico, porque finalmente las Águilas hicieron el “pasillo” al monarca, al retomar una tradición que proviene del futbol español, aunque no hubo abrazos ni saludos entre los contendientes. Además, el nuevo director técnico azulcrema decidió alinear al refuerzo paraguayo Enrique Vera y enviar a la banca a Germán Villa, capitán desde la partida de Cuauhtémoc Blanco y considerado figura institucional, con 440 partidos desde 1991.
Durante el primer tiempo, Santos manejó el ritmo del juego, pero América se vio dinámico y coordinado en sus líneas, con una destacada actuación de Vera, quien brilló con velocidad y pases justos e imprevisibles, pese a que se resintió del muslo izquierdo.
Federico Insúa demostró que está totalmente recuperado de su lesión. Al minuto 15 aprovechó un error de la defensiva y encaró a Oswaldo Sánchez, cruzó el balón y anotó el 1-0 para el cuadro local.
El partido cobró mayor intensidad y los laguneros tuvieron el balón. Lo manejaron y generaron varias llegadas, pero no contaron con suerte ni toque fino para definir. Jaime Herrera pitó el final parcial y los equipos se fueron a los vestidores con un resultado que hasta entonces era injusto, porque el esfuerzo había sido parejo.
Sin embargo, apenas transcurridos dos minutos del complemento, los de Coapa ampliaron el marcador con un gol memorable. Alfredo Moreno arrancó desde el mediocampo quitándose a dos santistas y lanzó un balón a profundidad que Insúa conectó de un solo toque hacia el centro. Por allí entró Salvador Cabañas, quien de cabeza mandó el balón al lado contrario de donde se movía Oswaldo Sánchez.
Dos-cero, y despertaron los cerca de 30 mil aficionados en el estadio Azteca, entre los que se encontraba el seleccionador Sven Goran Eriksson.
El equipo dirigido por Daniel Guzmán no bajó los brazos y mantuvo su juego de toque corto, rápido y ofensivo, pero tuvo poca suerte y además se topó con un inspirado Ochoa. Primero salvó con vuelo un cabezazo de Matías Vuoso, un minuto después sacó otro balonazo de Francisco Torres y después tuvo otras tantas salidas afortunadas.
Al minuto 86, Cabañas y More Mosqueda lograron resolver un enredo de rebotes dentro del área rival. El paraguayo vio a Sánchez adelantado y envió el balón al ángulo superior izquierdo.
Eran 3-0 y el partido parecía definido, pero mucho más ocurrió en los minutos finales. Al 88, Juan Pablo Rodríguez cobró con precisión un tiro libre que superó a la barrera americanista y a su portero para dar en el travesaño y entrar. Era el gol del orgullo, pero cinco minutos después, Agustín Herrera complicó más la situación al aprovechar la desconcentración de la zaga y poner en 3-2 el marcador.
El América tuvo problemas para cerrar un partido que tenía dominado, “tendríamos que haber ganado 3-0”, admitió su timonel. Sin embargo, El Pelado enseguida aclaró: “igualmente felicito a los jugadores, porque tenemos muy poco tiempo y muestran ganas de progresar”.