■ De lo que se consume en mi país, 90% es cinematografía nacional, dice Shyam Benegal
“Queremos que la gente en India vea que se hace buen cine en otras latitudes”
■ Ahora peleamos por que se vea más producción extranjera, dijo el cineasta en Expresión en Corto
■ Se presentó un libro sobre la obra de la mexicana María Novaro y la india Mira Nair
Ampliar la imagen Sara Hoch, directora del encuentro, entrega un reconocimiento al realizador indio Foto: Elizabeth Pérez
Guanajuato, 26 de julio. “Cómo no ser la industria más prolífica, la más grande, la que vende tres mil millones de boletos al año, si 90 por ciento de lo que consume la audiencia de India es cine nacional. Bueno, somos más de mil millones de habitantes”, fue el comentario contundente de uno de los responsables del llamado nuevo cine indio, el realizador Shyam Benegal, quien, luego de presentar algunas cintas de su autoría, ofreció una conferencia dentro del festival Expresión en Corto, que se celebra en Guanajuato.
Benegal, apreciado por críticos y por el público promedio, pero quien ha mostrado mediante sus filmes (como Ankur, Junoon) ese otro tipo de cine indio, de contexto social más marcado, habló sobre el cine de su país: “Tenemos nuestro propio entretenimiento. Las historias comunes de nuestro cine son parábolas y fábulas que tienen muchos elementos en común, como el amor, el odio, el heroísmo, el gusto, el coraje… todos estos patrones, expresados con canciones y bailes, aunque la historia fuera muy seria. Era un tipo de cine muy tradicional para nosotros; eso era lo que no quería hacer, más bien deseaba hablar de política, de injusticia social, de opresión”. No obstante, “hoy día estoy rexplorando ese tipo de cine tradicional y la razón de su éxito”, consideró.
“500 mil ganaderos presentan”
En cuanto al financiamiento, que por su tipo de cine no entraba en el contexto del que normalmente se hacía en su país, Shyam contó que en una ocasión fue a una zona rural en la que solicitó a los ganaderos su cooperación para hacer un filme: “‘500 mil ganaderos presentan’, así comienza la película, ya que ellos fueron los productores, pero también el público, lo cual hizo que cada vez más gente quisiera ver la cinta. A partir de este hecho surgieron las cooperativas del cine en varias regiones del país”.
En cuanto a los subsidios, dijo que el gobierno apoyaba a la producción, pero al descubrir que todas esas cintas “estupidizaban al público dejó de apoyar; pero al final, es sabido que hacer uan cinta te redituará por la gran cantidad de gente que asistirá al cine”.
Recordó: “En 1896, los Lumière fueron a proyectar a India. Tres años después ya habíamos hecho nuestra primera película. En 1910, 50 por ciento del cine era extranjero y la otra mitad nuestro; ahora es 90 por ciento de nuestro cine y el resto de fuera, incluyendo a Hollywood. Pero estamos peleando porque crezca el porcentaje del cine de fuera, ya que queremos que la gente sepa que se hace buen cine en otras latitudes”.
La noche del viernes, el panteón municipal devino sala cinematográfica para presentar una selección de cintas de terror escogidas por John Carpenter.
Decenas de jóvenes se dieron cita a la media noche en ese camposanto –donde precisamente se ubican las populares momias de Guanajuato– para disfrutar La última casa de la izquierda, de Wes Craven, y Evil Dead II, de Sam Raimi.
Sentados al lado de tumbas y nichos, acompañando en su descanso a Chonita, Augusto, Florinda (de los nombres más comunes en las lápidas), los presentes disfrutaron dos clásicos que los hicieron gritar y reír. El olor a salitre y humedad cambió al de la palomitas de maíz.
En su mensaje, Carpenter aseguró que se trató de “una representación de una verdadera cinematografía independiente. Cada director posee una perspectiva única de la condición humana”.
Libro de Novaro y Nair
Este encuentro de cine sirvió de contexto para la presentación de un libro que muestra la trayectoria de dos cineastas que han plasmado su punto de vista sobre el aspecto femenino. Ambas directoras van en paralelo pese a ser de diferentes latitudes. Se trata de Cine con identidad, escrito por Francisco Javier Millán, sobre la mexicana María Novaro y la india Mira Nair.
“Creo que se podrían hacer enciclopedias con la obra de estas cineastas, pero la esencia del volumen es que recoge detalles. Las coincidencias entre ambas son muchas: son de los años 50, y por tanto les tocó vivir la lucha por la igualdad entre la mujer y el hombre. También las dos son comprometidas sociólogas que descubren que la mejor manera de contar cosas del mundo es mediante el cine”, dijo el autor.