■ Cupido, de Cristina Rubalcava, fue adaptado por Panteón Rococó y Son de Madera
Reflexionan sobre sida con corrido que devino rock y son jarocho
■ Se interpretará dentro de la conferencia internacional sobre la pandemia, que se realizará en la ciudad de México en agosto
■ En España ya pidieron autorización para llevarlo a flamenco
Ampliar la imagen La alarmante situación del sida en México y el mundo llevó a la pintora y compositora, Cristina Rubalcava (en la imagen), a crear el Corrido del condonazo Foto: Carlos Ramos Mamahua
La canción Cupido o Corrido del condonazo, de la pintora y compositora Cristina Rubalcava, tendrá cabida dentro de la 18 Conferencia Internacional sobre el Sida, que se efectuará en la ciudad de México del 3 al 8 de agosto.
Hace dos años, Rubalcava escribió El muro, canción que fue grabada por Los Tigres del Norte e incluida en su disco compacto Detalles y emociones.
Radica en París desde 1970 y suele pasar el verano en Ibiza, España; ya trabajaba en Corrido del condonazo, que emplea cinco idiomas (inglés, español, francés, alemán y árabe), cuando viajó a México a principios de año. No faltaron quienes le dijeron que sería “genial” para el congreso del sida y la pusieron en contacto con los organizadores en la Secretaría de Salud.
Esta canción, concebida como corrido, habla de “los hombres que tienen muchísimas mujeres, inclusive, pierden la cuenta, pero cuya letra, de manera muy sutil y elegante, indica que hay protegerse”, expresa Rubalcava.
Primero, se la grabó Panteón Rococó como especie de rock-corrido; pero, como el grupo de ska se encuentra actualmente de gira en Europa no podía estar en la conferencia. De repente, el grupo de son jarocho Son de Madera hizo una “aparición milagrosa” en París, con motivo del festejo del Día de la Música.
Este grupo siempre había llamado la atención de Rubalcava. En febrero pasado, antes de conocer a Panteón Rococó, la entrevistada mandó a alguien a buscar al grupo de son a la fiesta de la Candelaria, en Tlacotalpan, Veracruz, pero entre tanto jaranero no lo encontró.
Fiel a su modo de ser, Rubalcava se comunicó con los integrantes de Son de Madera y les propuso grabar “la canción, que en principio iba a ser corrido y que luego se volvió rock. Ramón (Gutiérrez) me dijo de inmediato: ‘encantado; mándame la maqueta’. Eso hice, con la observación de que podían acomodar la letra a son.
“Lo curioso es que hay dos versiones totalmente distintas: la de Cupido, que hizo Son de Madera, y la del Corrido del condonazo, que hizo Panteón Rococó –la tocarán en octubre, en la inauguración de mi exposición en el Museo de la ciudad de México. Aquí, en España, una persona que representa los grupos de Bebo Valdés y Diego El Cigala pidió mi autorización para que lo grabara un grupo de flamenco. El chiste es que el mensaje se trasmite. Ahorita lo que más hace falta es tener sentido del humor para que los mensajes lleguen mejor.”
–¿Qué te hizo escribir una canción sobre el condón?
–No había leído las cifras de cómo se está transmitiendo el sida. Me informé para ver qué está pasando y cómo va todo, porque veía que personas cercanas a mí y amistades caían. Luego, conocí las cifras en África; son espeluznantes. Ya había visto que los mensajes que deben pasar a la mayor cantidad de gente lo hacen muy bien por medio de la música, como fue el caso de El muro, que grabó Los Tigres del Norte.
Rubalcava señala que su amigo el escritor Fernando del Paso la alentó mucho para que escribiera Corrido del condonazo. Inclusive, hace un año, Del Paso escribió para un catálogo suyo: “Ah, qué Cristina. Se metió en la tina y se puso a cantar. Ah, qué Cristina. Que siendo muy fina, se hizo popular. Ah, qué Cristina. Cada, cada, cada en su pensamiento, para darle alas a su sentimiento”.
Tirando línea
Sobre su participación en el proyecto, Ramón Gutiérrez recuerda que “Cupido es un son antiguo que está presente en la historia de la humanidad desde los tiempos del Rey Salomón hasta las relaciones humanas de nuestros días. Precisamente, por eso le sugerí a Cristina una propuesta de son y de música mexicana para la Conferencia Internacional sobre el Sida, donde el son jarocho que hacemos en Veracruz (con muy diversos grupos) tiene mucho que decir mediante la décima, la quintilla y el verso improvisado.
“Los versos de Cupido también tienen (al igual que en la realidad) opciones poéticas de convivencia. Un ejemplo es el machismo que narra las hazañas de enamorar a las casadas. Cupido dice: ‘éstas son las más amadas, porque tienen marido y no son interesadas. Esta forma de actuar también tiene su contra parte de enamorarse por dentro, sin tener que llegar a lo físico, sacar un sentimiento que suspira, para verte y no perder, de un niño tu amor deveras y soñarte cuando esperas, mayo para florecer...’ En otras ocasiones, el cupido no encuentra remedios a los males de amor y poéticamente intuye que sólo al amar profundamente el corazón se cura”.
De acuerdo con Gutiérrez “la razón principal de por qué acepté participar –sin cobrar un solo quinto– (Rubalcava tampoco cobró), es porque viajamos mucho con nuestra música. Conocemos a mucha gente que no olvidará que existe un género musical llamado son jarocho, y de paso tiramos línea: decimos lo que pensamos en diversos temas, desde los problemas tan graves del medio ambiente hasta la discriminación que sufre actualmente la música tradicional mexicana en los medios de comunicación, sea radio, televisión o prensa escrita. Por eso, es un buen contexto para estar presente y contribuir con el son y la palabra”.