■ La iniciativa del tricolor sigue preceptos del BM, que recomienda vender dicha industria
Inaceptables, propuestas de PRI y AN sobre Pemex: Frente de Trabajadores de Energía
■ Ambos proyectos violan la Constitución, por lo que deben desecharse, advierte la agrupación
La propuesta priísta de reforma energética anunciada el pasado 23 de julio no moderniza Pemex, y sí lo privatiza, y al igual que la iniciativa del PAN, es anticonstitucional, por lo que ambas deben desecharse, advirtió el Frente de Trabajadores de la Energía (FTE), organización obrera afiliada a la Federación Sindical Mundial.
Destacó que el PRI ha difundido por televisión que su iniciativa trata de lograr la “modernización sin privatización”, cuando lo que está proponiendo es exactamente lo contrario. Además de que sigue los preceptos delineados por el Banco Mundial –brazo financiero del imperialismo–, que ha recomendado privatizar ciento por ciento de las industrias eléctrica, petrolera y del agua.
La organización obrera señala que, por principio, dichas propuestas son inaceptables, porque conducen a que las demás iniciativas sólo detallen cómo se haría tal “regulación”, sinónimo de privatización. Asimismo –indica–, contravienen los artículos 25, 27 y 28 constitucionales.
En un análisis comparativo de ambas iniciativas, se recuerda que el PRI propone la creación de cuatro filiales: ductos, refinación, transporte y almacenamiento y distribución, con el fin de desintegrar la paraestatal y privatizarla por segmentos. El PRI, “experto demagogo”, señala que “Pemex será el operador”. Luego, se indica que el operador puede celebrar contratos de arrendamiento para equipo e instalaciones. “Tratándose de la construcción de ductos y los servicios de refinación de petróleo, transporte, almacenamiento y distribución de hidrocarburos y derivados de éstos, Petróleos Mexicanos podrá contratarlos con sus organismos descentralizados de carácter estratégico filiales”.
El enredo anterior, explica el FTE, tiene una significación muy simple: Pemex otorgaría contratos a sus filiales, que no serían suyas, sino privadas, ya que estarían en manos de contratistas. A diferencia del PAN, la misma propuesta burda la presenta el PRI como “privatización disfrazada”.
Las iniciativas del tricolor –agrega– proponen seguir con el contratismo que ha corroído a la paraestatal. En el caso de la Ley Orgánica en Materia de Adquisiciones, Arrendamientos, Servicios y Obras Públicas, el PRI propone lo mismo que Acción Nacional, incluyendo que haya “contratos por adjudicación directa e invitación a cuando menos tres personas”.
En coincidencia con el partido en el poder, propone que “en los casos de desarrollo e innovación tecnológica”, el consejo de administración optaría por no llevar a cabo el procedimiento de licitación pública, entre otras.