Los de Abajo
■ Cinco años de lucha
Hay muchos lugares en el México de abajo en los que la resistencia es más que una palabra o una aspiración. Con el tiempo se convierte en un modo de vida. Una vez que se lucha por derechos colectivos ya no puede darse marcha atrás, mucho menos si es de tierra el asunto a defender. Los comuneros de Aguacaliente, Guerrero, cumplen este domingo cinco años de oponerse a la construcción de la presa La Parota, que inundaría 17 mil hectáreas de selvas de alta biodiversidad y desplazaría a más de 25 mil personas, afectando en total a una población de 72 mil.
El gobierno y la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no quitan el dedo del renglón, mientras los campesinos cumplen un lustro de resistencia y hasta un festejo preparan para este 28 de julio, fecha simbólica en la que, cinco años atrás, se instaló el primer plantón en el paraje El Fraile, para impedir la entrada de la maquinaria pesada.
En estos años el gobierno ha hecho su trabajo: reprimir, sobornar, comprar conciencias, sembrar rencores intercomunitarios y tratar de dividirlos. Sin embargo, la mayor parte de las familias de las 36 comunidades que serían afectadas por La Parota “se mantienen en pie de lucha”.
En 2003, en silencio criminal y sin contar con autorización de las comunidades ni con el permiso de la Semarnat, la CFE ingresó a Cacahuatepec con la maquinaria para ampliar caminos, rastrear, realizar perforaciones y talar árboles. Los gobiernos federal y estatal impulsaron falsas asambleas y hasta falsificaron firmas para obtener los permisos. De nada les sirvió, pues el movimiento en contra de La Parota se consolidó y hasta el momento siguen paradas las obras.
“Nuestro movimiento se ha enriquecido con la experiencia adquirida en los momentos difíciles de la resistencia y también en los foros, encuentros y coloquios a nivel nacional e internacional. Nos hemos fortalecido además con la inclusión de pueblos enteros que comparten nuestra demanda por la cancelación definitiva de la presa”, señala el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositores a la Presa La Parota (CECOP).
En estos años, señala el CECOP, la voz de los campesinos de Guerrero ha llegado a muchas instancias internacionales, las que “han urgido al gobierno mexicano a respetar nuestros derechos humanos y le han exigido acatar las resoluciones judiciales que el tribunal agrario y otros tribunales han dictado en nuestro favor”. El 28, por lo pronto, a festejar la resistencia.